“Es un sufrimiento terrible; puedes quedar loco, con secuelas”: adolescente de 14 años, de Las Choapas, en rehabilitación por el ‘cristal’

​Esta historia es de un adolescente que a su corta edad, 14 años, ya vivió la terrible experiencia de lo que es caer en la adicción de la droga que está destruyendo hogares y millones de vidas en el mundo, el cristal. Le llamaremos Owen para proteger su verdadera identidad. Hoy, se encuentra internado en un centro de rehabilitación donde ya cumple más de dos meses y de su propia voz reconoce que ‘la desintoxicación’ lo ha ayudado mucho; sus deseos son volver a retomar sus estudios, salir adelante y ser alguien en la vida. 

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Al platicar con reporteros de PRESENCIA Sureste, recuerda que con el afán de ayudarse económicamente, decidió buscar un empleo de medio tiempo y lo encontró en un autolavado de esta ciudad; estaba por cumplir sus 13 años de edad y combinaba sus estudios de secundaria con su trabajo. Todo marchaba bien hasta que un día su patrón cometió un grave error, invitarle ‘un jalón’ de la peligrosa y mortal droga ‘cristal’, lo que en cuestión de semanas lo volvió un adicto en potencia.

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“Trabajaba yo en autolavado y el patrón cada vez que tomaba compraba ‘cristal’, y un día que estaba yo trabajando me dijo: ‘quieres un jale’ y le dije que sí, inhalado; ya después como a los seis meses o menos, empecé a fumarla. Se me empezó a hacer adicción y cuando la fumaba, al principio lo empecé a hacer por trabajo (…) después me volví más adicto, peleaba yo con mi mamá y empezaba yo a sentir refugio en la droga. El cristal me daba fuerza para trabajar, podía estar tres, cuatro días despierto y trabajando”, relata el adolescente.

Su mamá al darse cuenta de la terrible situación en la que él había caído, al grado de comenzar a querer delinquir, a ser un niño rebelde, a dejar de ponerle empeño al estudio, decidió anexarlo en el Centro Filantrópico “Nuevo Amanecer”, porque realmente su situación empeoraba. 

Por un año consumió el ‘cristal’ en foco o en pipa, afectándole su estado de salud en distintas formas; sentía rasquiñas en la piel, sus piezas dentales ya se tornaban a un color oscuro; también ya sentía delirios de persecución o que le ordenaban hacer cosas, etcétera.

Con 14 años cumplidos y próximo a cumplir 15, Owen refiere que ya con los meses que lleva de rehabilitación su estado de salud tanto física como mental han mejorado. 

“Me siento bien, el primer mes me sentía como si estuviera yo afuera, pero ahorita que ya corre este mes, me he sentido mejor, como mi cuerpo está desintoxicándose; me sentía yo raro, porque no había soltado el ‘cristal’, lo tuve durante un año, pero ahorita que lo suelto, veo la realidad y me siento diferente.

“Deje mis estudios hasta segundo año de secundaria, pero pienso seguir adelante, para que el día de mañana sea alguien y alejarme del vicio”, expresó.

Al plantearle que como él, muchos adolescentes y jóvenes han caído en el vicio de las drogas y concretamente en el “cristal”, recomendó lo siguiente:

“Que no lo hagan, porque se sufre mucho; al principio te la regalan, cuando llegas a comprar el ‘cristal’ te envician, te dan bastante y ya después te empiezan a dar poquito y tienes que pagar más por ir a comprar, el cuerpo te empieza a pedir más, buscas la manera cuando ya no tienes dinero, te quedas sin trabajo, buscar vender cosas, a veces uno andando en la droga no lo ve si eso le hace falta a mamá o a papá, incluso uno vende cosas personales. 

“Que no lo hagan la verdad, porque llegas a un fondo, es un sufrimiento terrible que llega el grado que ya no puedes salir, puedes quedar loco, con secuelas”.

Con base al diagnóstico de la salud mental del joven al que PRESENCIA Sureste tuvo acceso, este adolescente ha notado una mejoría considerable y podrá volver con su familia e integrarse socialmente como un muchacho común, pero es importante el apoyo de sus padres, vigilarlo y seguir impulsándolo a prepararse académicamente y seguir adelante. 

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Lamentablemente, hay otros jóvenes de entre 15 y 18 años, que están perdidos por el tiempo que llevaban drogándose con ‘cristal’, aun así se continúa en la lucha por ayudarlos, varios de ellos abandonados por sus familiares.

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