“El Chicho”: venganza, horror y muerte en Cañaveralito, Tabasco; hay dos cómplices aún prófugos

​Luego que se informara la detención de Narciso “N”, “El Chicho”, por el multihomicidio y la sustracción de siete menores de edad en la localidad de Cañaveralito, Chichicastle en el municipio de Centla, Tabasco, El Heraldo de Tabasco se trasladó hasta dicha comunidad, en donde los deudos indicaron este martes 9 de septiembre de 2025 que todavía faltan dos cómplices, la hija del primer matrimonio del presunto homicida y su yerno. Benjamín “N”, cuñado de Araceli “N” -la mujer sobreviviente y expareja sentimental del presunto asesino-, confirmó que ésta es una de las líneas de investigación que quedan pendientes.

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Los deudos revelaron que la saña del homicidio supera la ficción, con una venganza premeditada por parte de Narciso “N”, quien había amenazado con acabar con la descendencia de la familia Vasconcelos por un arranque de ira incomprensible. Situación que tuvo origen hace tres años a raíz de una discusión del presunto asesino al calor de las copas con su suegro, al que le disparó en una pierna, razón que lo llevó a prisión, por lo que juró vengarse.

Sin embargo, su plan empezó antes mientras estaba preso, raptando con ayuda de sus familiares a Araceli “N”, a quien torturaba cuando salió de la cárcel hace pocos meses, al grado de mantenerla amarrada. No obstante, ella logró escapar buscando refugio en casa de su hermana en la comunidad de Chichicastle, donde permaneció hasta que decidió regresar a casa de su padre en la localidad de Cañaveralito.

Una comunidad en medio de la nada

Este horroroso crimen perpetrado el pasado sábado 6 de septiembre, fue posible debido a que es la única vivienda en esta zona, a la que para llegar se necesita acceder en lancha con motor durante una hora y media de navegación, partiendo desde el hogar de Benjamín “N” donde fueron velados los occisos, a orillas del río Usumacinta, atravesando canales de aguas hasta llegar a Cañaveralito. En este lugar donde no se puede caminar porque la casa es de palafitos sobre una gran extensión lagunar, nadie pudo escuchar los gritos, ni los disparos que le arrebataron la vida a la familia Vasconcelos.

“El Chicho” había amenazado a Araceli “N” que vería morir a toda su familia. Advertencia que cumplió al amarrarla en el hogar de sus padres, obligándola a ver cómo morían a punta de disparos de una escopeta y al filo del machete a su padre de 49 años edad, su madre de 45 años y uno de sus hermanos dentro de la vivienda´. Todo esto en presencia de los siete menores de edad que raptó, cuatro de ellos sus hijos y los otros tres, sus cuñados.

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Cuando emprendía la huida en la lancha de su suegro se encontró llegando a otro de sus cuñados mayores, disparándole en el pecho, pereciendo en el lugar. Posteriormente escapó por los ríos con todos los familiares secuestrados, dejando como única testigo a Araceli “N”, quien señaló a la hija del primer matrimonio de Narciso “N” y al esposo de ésta como cómplices del crimen.

Buscado por cielo, agua y tierra

Este acto sanguinario y aberrante conmocionó a la sociedad tabasqueña, en especial por el rapto de los infantes, provocando un espectacular operativo con fuerte presencia militar y marina, con la participación de 350 elementos de la Fuerza Interinstitucional de Reacción Táctica (FIRT) Olmeca.

Las entradas y salidas de las comunidades aledañas, incluso de Frontera, fueron custodiadas revisando todos los automóviles y personas sospechosas, mientras que con siete embarcaciones se adentraron por los ríos hasta la comunidad de Cañaveral -después de Cañaveralito-, de donde es originario “El Chicho” y su familia que es temida en la zona acuática, hasta donde llevaron una aeronave de ala rotativa para vigilar la demarcación vía aérea.

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Aunque el comandante Miguel Ángel López Martínez, de la 30.ª zona militar, informó que por una llamada anónima se logró la detención de Narciso “N”, se sabe que fue gracias a una estrategia de inteligencia que lograron finalmente cerrarle las comunicaciones para arrestarlo en Villa Parrilla donde tenía familiares, liberando también a todos los menores de edad.

Temen por familiares de Narciso “N”

A pesar que Narciso “N” ya fue detenido, los sobrevivientes de la familia Vasconcelos, que eran 11, ahora siete, temen por su vida. Araceli “N” se encuentra en Villahermosa bajo custodia por su seguridad, ante la incertidumbre de volver a ser atacada por los parientes de su ex pareja sentimental.

Los deudos que quedaron en Chichicastle se encuentran con el mismo temor, esperando que los dos cómplices u otros familiares de Narciso “N”, temidos en Cañaveral, no regresen a cobrar venganza. Los familiares de Araceli “N” indicaron que anteriormente ya habían denunciado ante la oficina de la Fiscalía General del Estado (FGE) de Frontera, Centla los maltratos que ella sufría por parte de “El Chicho”, dictando una orden de restricción nada más.

Actualmente las autoridades se encuentran determinando la custodia de los pequeños, de los cuales, la mayor de 16 años fue abusada sexualmente durante el tiempo que estuvo raptada por Narciso “N”. Los deudos de la familia Vasconcelos esperan que se les puedan brindar las garantías necesarias para continuar su vida sin miedo en Chichicastle.

Con información del

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