* Diario de un multipolar  * Theurel grita, amaga, amenaza  * Sentencia inapelable contra Jaime Quintanilla  * “Qué se cree Karime”  * Secretaria del MP violó secrecía  * Tráfico de influencias a nombre de Duarte

 

No hay en el historial público de Roberto Orlando Olivares Carrillo un sólo dato que abone su conducta. Amigo del clan Chagra, lo que ya es grave, transgresor de la ley, documentado un caso de tortura, lesiones y robo, peón del priísmo, pretende ahora ser —¡habrase visto!— árbitro electoral.

Hoy, de la mano del fidelismo, su alma mater, impulsado por el alcalde Marco César Theurel Cotero y el síndico Roberto Martín Chagra Nacif, intenta integrarse al consejo distrital del Instituto Federal Electoral (IFE) en Coatzacoalcos.

Es Roberto Olivares, “El Chivis”, uno de los 64 aspirantes a quienes en unas horas el IFE habrá de valorar para extraer a los seis personajes que regirán, vigilarán y calificarán la elección federal en 2012.

Mapache imperfecto, servidor del PRI, encuadra su andar en el cinismo político. Tiene en su haber una cadena de escándalos que van desde el abuso contra un ciudadano, en el municipio de Jesús Carranza, hasta el fraude, vía sobornos a capacitadores y supervisores, para entronizar a Marcos Theurel en la alcaldía de Coatzacoalcos, en 2010, siendo Olivares Carrillo presidente del Consejo Distrital Electoral.

Su historia pública comenzó hace diez años, cuando un caso de abigeato lo hizo involucrarse en un episodio de tortura, que le mereció una recomendación de la Comisión Estatal de Derechos Humanos. INFORME ROJO la resumió así, el 12 de marzo de 2010, cuando ya se advertía que Roberto Olivares servía a los intereses de la fidelidad para entronizar en la gubernatura de Veracruz a Javier Duarte y en la alcaldía a Marcos Theurel.

“Un episodio de su vida como agente del Ministerio Público lo pinta de cuerpo entero. Siendo fiscal en Jesús Carranza, don Roberto Olivares ordenó la detención Rubén Mendoza Lucas, empleado del ganadero Froylán Amador Licona, el 2 de agosto de 2001, supuestamente por un robo de reses.

 

 El episodio, consignado en una investigación de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Veracruz, refiere que golpeó al detenido con la ayuda de los policías Braulio López García y Angel Báez Luengas para que se inculpara y terminó robándole el reloj y treinta pesos.

“Dicha queja, marcada con el número Q.-8427/2001, de fecha 8 de agosto de 2001, consigna la indagatoria que realizó la Comisión Estatal de Derechos Humanos y que  determinó que Rubén Mendoza Lucas no fue citado por el MP para que respondiera por una acusación de robo y fue golpeado para que se confesara culpable, con lo cual se le violaron sus garantías constitucionales.

“Con motivo de estas transgresiones a la ley, la Comisión Estatal de Derechos Humanos emitió la recomendación 20/2001, dirigida al entonces procurador de Veracruz, Pericles Namorado Urrutia, para que procediera a sancionar al agente del Ministerio Público, Roberto Orlando Olivares Carrillo, hoy presidente del Consejo Distrital Electioral del distrito 29, el llamado Coatzacoalcos I.

“Olivares Carrillo no sólo es un violador de derechos humanos. También fue secretario del Ayuntamiento de Minatitilán durante la administración de Raúl Morales Cadena, una de las alcaldías más cuestionadas por su manejo financiero.

“Su vinculación con el precandidato del PRI, el delfín fidelista Javier Duarte de Ochoa también es innegable. Morales Cadena, su ex jefe formal, fue uno de los operadores del abanderado priísta durante la campaña para diputado por Córdoba, en 2009.

“Actualmente, Raúl Morales Cadena opera para la campaña de Javier Duarte en el sur de Veracruz y tiene a su empleado, Roberto Orlando Olivares Carrillo, incrustado en el órgano electoral de Coatzacoalcos”.

Amigo de José Antonio y Roberto Chagra Nacif, Roberto Olivares intenta ser el alfil estrella en el consejo distrital del IFE. Su historial de escándalo y su manifiesto priísmo, sin embargo, tiene en pie de lucha a los partidos de oposición.

Electoralmente está sucio y maltrecho. Su solvencia moral quedó en entredicho cuando el diario Excélsior difundió la grabación en que se escucha al entonces candidato del PRI a la presidencia municipal, Marcos Theurel, sugiriendo sobornos para un grupo de capacitadores electorales, a fin de evitar que se le acreditara el delito de actos anticipados de campaña, al detectarse pintas de bardas previas a los tiempos permitidos por la legislación electoral. Acordar con su hermana, indicaba Theurel, desesperado, para atarles las manos. “Puta madre”, repetía angustiado.

Ese episodio marcó a Roberto Olivares pues los capacitadores operaban a las órdenes suyas. Luego se sabría que él y su séquito de mapaches tendrían espacios en el Ayuntamiento de Coatzacoalcos, en el gobierno theurelista.
Moralmente perdido, Olivares Carrillo intenta ser consejero electoral, cuestionada su imparcialidad, entregado a los intereses del PRI.
Habrá que ver si lo dejan.
 

Ser multipolar es, sencillamente, ser único. Multipolar y único es, pues, el señor Theurel. Transita de la mesura al exabrupto, en un instante; de la serenidad a la ira; de la concordia a la amenaza. Protagonizó uno de sus ya frecuentes episodios volátiles hace unas semanas, mientras dialogaba en torno al conflicto por la instalación de una gasolinería. “Usted no va a resolver nada; usted es socio de ellos”, le increpó sin saber uno de los vecinos, con tufo a “güiski”, tránsfuga del alcoholímetro. Theurel no se percató de cómo andaba el tipo, aguantó unos segundos y, el rostro descompuesto, el cerebro en otro mundo, se transformó. Soltó la lengua, la mirada encendida, y retó. “A mí no me hables así; te vas a arrepentir”. Lanzó decenas de amenazas frente a un público azorado, mudo, divertido. “No sabes quien soy yo”, repetía irascible. Encendidos los teléfonos celulares, decenas de colonos grabaron el episodio, uno más de los penosos momentos de ira del señor Theurel, atrapado en su multipolaridad, agravada por la falsa creencia de que el poder es para someter, reprimir y amenazar. Qué tenía que andarse peleando el señor Theurel con un borrachín… Jaime Quintanilla Hayek y su clan enfrentan, ahora sí, un lío gordo. Falló un tribunal federal en su contra. Determinó que los Quintanilla no son dueños de una franja de terrenos donde se construye el libramiento vial de Coatzacoalcos, aquellos predios que pretendieron hacer pasar como de suyos con dos sentencias judiciales falsificadas, delito por el que se sujetó a juicio a Jaime Fidel Quintanilla Garza, padre del operador financiero duartista en la campaña de 2010, antes panista, Jaime Quintanilla Hayek. Mañana les cuento cómo estuvo y en cuánto les saldrá el chiste…

 

“Qué se cree Karime”, fue la expresión de la señora Theurel, contada por uno de sus afines, luego que la primera dama de Veracruz la dejara a pie, excluida de vehículo oficial, el día que Su Majestad Lupita I le ganó el aplausómetro en el evento de arranque del programa “La vista primero para Adelante”, en Coatzacoalcos. “Qué se cree”, le escucharon decir, irritadísima por el desaire, a punto de las lágrimas sus azulados ojos postizos…

 

 Violar la secrecía de una investigación ministerial, es un delito. En esa conducta incurrió Ana Sofía Ortiz Sánchez, secretaria de la Agencia Cuarta del Ministerio Público de Coatzacoalcos, al entregar a particulares un expediente en fase de integración que posteriormente apareciera en manos de la juez sexta de lo Civil de Coatzacoalcos, Juana Sagredo Luna, quien sin más ni más lo tomó como prueba judicial. Alertada de la avalancha que se le venía, notario público encima, el expediente fue retirado, pero constan fotografías en que se muestra evidencia del documento con sellos del Juzgado Sexto. Ana Sofía Ortiz también aparece en un video que registra un allanamiento de morada y robo, delitos por lo que será encausada, sin derecho a fianza. Quien mueve los hilos de este caso de corrupción, ya embarró al gobernador de Veracruz, Javier Duarte…
 

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