Rata y corrupto, el operador de Peña Nieto, según Theurel * La embestida del alcalde * El amigo del Trampas * Lico Garduza, denunciante y denunciado * Marcos se siente Florence Cassez * Las golpizas a la ex * Amenaza de parto prematuro * Abel Cuevas aterriza recursos para alcaldes priístas * El hijo del Peje * La diputación federal no importa
Soez, barbaján —”te rompo tu puta madre”, grita en un audio—, el Señor de los Insultos, Marco César Theurel Cotero, arma la teoría del complot que lo exculpe, justifique su prepotencia, arbitrariedad y agravio; se asuma extorsionado, víctima de sus enemigos políticos, y ajeno, muy ajeno, a la corrupción.
Su historia es inverosímil. Dice el alcalde de Coatzacoalcos que el audio es un montaje y que lleva meses destroncando a una mafia que roba al Ayuntamiento, encabezada por su ex secretario de Obras Públicas, Adrián Pérez Martínez, el flamante delegado del PRI en el distrito de Coatepec y operador del candidato presidencial, Enrique Peña Nieto, de quien Theurel asegura se robó por lo menos 4 millones de pesos. Peña Nieto toma nota.
Quienes lo han sufrido saben que el de la voz en el audio es Marcos Theurel con su huella indeleble del lenguaje lépero, y que Adrián Pérez fue intocable, solapado por él, encubierto por el manto de la complicidad del edil, hasta que en su exabrupto dijo una y otra vez, extendiendo las frases, que se había robado los recursos mediante la expedición de facturas apócrifas. “Adrián se-lo-roooobóóóó”, “Adrián es una rata”, enfatizó el alcalde.
Dueño de la línea de un sector de la prensa, vía publicidad, Marcos Theurel desarrolló desde hace semanas una embestida contra el constructor Mario Alberto Escobar Guzmán, Travis, acusado de ser marcelista, a quien insultó y amagó con golpear por cobrarle la remoción del palenque de la Expo Feria, arrendamiento de maquinaria y limpieza de canales pluviales, por un millón 800 mil pesos.
Inicialmente, según se escucha en el audio que circula en el portal de internet Youtube, Theurel mostraba disposición a pagar los trabajos realizados por la empresa Proveeduría, Servicios y Construcciones Conde, S.A. de C.V., representada por Escobar Guzmán, Travis. O sea, todo era legal. Por eso instruyó a la directora de Egresos, María Cristina Mora Juárez, a saldar el aduedo.
Multipolar, el alcalde tuvo de pronto un súbito cambio, un cambio violento. Perdió la compostura —escúchese el audio— cuando el constructor le pidió que le pagara también el arrendamiento de dos camionetas usadas para auditar el servicio de alumbrado público y la limpieza de canales pluviales. Nublado el cerebro, simplemente estalló.
Es contundente el audio, retrato de un Marcos Theurel iracundo, escándalo en redes sociales, portales periodísticos y prensa escrita. Muestra el carácter violento de Marcos Theurel y, obviamente, problemas de conducta, majadero, arrebatado, prepotente, obviamente nada sano para la vida institucional.
Para justificarse, Theurel implementó una guerra de lodo hacia el constructor Mario Alberto Escobar, señalado de tener una condena judicial por el arrendamiento de un inmueble. Su acusador es Federico Garduza Rosario, dueño del local, cuya solvencia moral la da el haber sido hombre de confianza y beneficiario de Héctor García Hernández, el célebre Trampas, denunciado en 1983 por su compadre Salvador Barragán Camacho de fraude al sindicato petrolero y encarcelado por más de un año.
Federico “Lico” Garduza figuraba entre el séquito del Trampas que se daba vida de rey, muchos de sus integrantes asiduos visitantes a Las Vegas y Atlantic City, metrópolis del juego, a Canadá y Puerto Rico, francachelas de nuevo rico.
Theurel, pues, se equivocó de acusador. Quizá no lo sabía pero Federico Garduza ya había sido denunciado penalmente por el robo del mobiliario y 50 mil pesos del constructor Travis cuando Garduza dispuso del local que le arrendaba, sin rescindir el contrato y sin una orden de desalojo de un juez, como consta en fotografías y testimonios de policías y ciudadanos que se anexaron a la denuncia interpuesta ante el Ministerio Público del Fuero Común de Coatzacoalcos.
Marcos Theurel rompió el silencio el lunes 26. Ese día acusó públicamente a Escobar Guzmán de usar facturas apócrifas y de ser parte de la red de corrupción del ex secretario de Obras Públicas, Adrián Pérez Martínez, a quien volvió a categorizar como corrupto. Dijo que Travis no realizó los trabajos que reclama, los cuales, asegura, estuvieron a cargo de personal del área de Servicios Municipales. El constructor asegura que se lo va tener que demostrar en los tribunales.
Como los abogados de chueco, el alcalde Theurel busca así la coartada que inculpe al constructor. El martes 27, en la sede de la Secretaría de Obras Públicas Municipales se realizó una reunión que delineó la estrategia. Participaron el titular, Daniel Aguilar Avendaño; el contralor, Rafael Tejeda Patraca; el director jurídico y abogado personal de Theurel, Benito Argüelles Calzada, y la subdirectora técnica de Obras, Irma León, alias La Guachinanga.
Ahí se confirmó por voz de Irma León que la empresa del constructor Escobar Guzmán sí había realizado los trabajos de remozamiento en el palenque de la Expo Feria. Sin embargo, dijo la funcionaria, Theurel los instruyó para que no paguen.
Benito Argüelles aseguró que presentarían a siete trabajadores para que atestiguaran en falso que esos trabajos se realizaron con personal municipal. O sea, la pandilla de Theurel es apologista del perjurio. La más animada a comentar el tema, incluso después de la reunión, fue Irma León. Una grabación lo confirma.
Insolente persignado, el alcalde de Coatzacoalcos también evidenció su duelo a muerte con el ex presidente municipal Marcelo Montiel Montiel, su antiguo padrino, hoy secretario de Desarrollo Social del gobierno de Veracruz. Acusó a Travis de ser operador del ex alcalde.
Sus dardos, sin embargo, son apenas una cortina de humo. Theurel toca reiteradamente el endeudamiento propiciado por Marcelo Montiel. Dejó un ayuntamiento quebrado, dice el alcalde. Pero no va más allá. Ni procede legalmente contra el marcelismo ni exhibe el desgobierno de su antecesor.
Aspirante a cacique, narcisista, amante de su imagen hasta el exceso, Marcelo Montiel tiene en su historial actos de corrupción y abuso de poder, encarcelamiento de luchadores sociales, agresión a medios de comunicación, desvío de impuestos, delitos fiscales y en 2009, un negro expediente que revela que no había solventado 79 millones de pesos, que luego el Organo de Fiscalización Superior de Veracruz le maquilló para exonerarlo (Ver INFORME ROJO, 23 noviembre 2011).
Con golpes de humo, Theurel se enfrenta a su ex maestro joda, Marcelo Montiel. Fuera del verbo, el exabrupto de cada día, no traslada su guerra al ámbito judicial. Quince meses después de asumir la alcaldía, no existe una sola denuncia contra el hoy secretario de Desarrollo Social del gobierno duartista. Todo ha sido palabrería pura.
Desvirtuar el contenido del audio en que se exhibe barbaján, majadero, prepotente y golpeador, es el único fin de Marcos Theurel. Como si fuera la secuestradora francesa Florence Cassez, el edil dice que la grabación es un montaje. Sostiene que el constructor pretendió extorsionarlo.
Rehén de su lengua, descontroladas sus ideas, el alcalde de Coatzacoalcos no le guarda respeto a la opinión pública. Pretende ocultar su retrato, su rostro real, y venderse bien, no como lo que es: un político violento, prepotente y majadero, a quien la sociedad tiene el derecho de conocer.
Qué caso el del gentleman de Coatzacoalcos.
Archivo muerto
Falso católico, el señor Theurel es descrito por su ex como un agresor peligroso. Cuenta su historia en un voluminoso expediente judicial: el 24 de julio de 2004 ingresó a la clínica Zarza, golpeada y atemorizada. Dice el certificado médico que presentaba “amenaza de parto prematuro y crisis nerviosa por problemas personales con su esposo”. Le hallaron equimosis, o sea moretones, en diferente partes del cuerpo. “Fue hospitalizada para control de las contracciones uterinas”. Se le dio de alta al día siguiente. Si eso hizo con su esposa y puso en riesgo el nacimiento de su hijo, claro que insulta y agrede a cualquiera...
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