* El cuento de la RepúblicaAmorosa * Repelente a la crítica * Derrotado en las encuestas * Sólo un milagro lo haría ganar * Holiday Inn, INVIVIENDA y MP de Coatzafalsificaron operación de bienes raíces * Denuncia en curso
AndrésManuel López Obrador es un viejo político, mañoso y colmilludo, testarudo yreacio a la crítica, con aires de patriarca y espíritu de caudillo, que a lostriunfos de la izquierda les llama democracia y a su fracaso por ser Presidentede México lo tilda de fraude electoral.
Con eseescenario, cuidadosamente construido, mediáticamente difundido, llega a la citacon el 1 de julio, día de la jornada electoral. Alerta, advierte, que habráfraude; que la voluntad de los mexicanos será burlada; que los poderesfácticos, encarnación del infierno, impondrán al candidato presidencial del PRI,Enrique Peña Nieto; que hubo en el pasado y en esta campaña un complot paraimpedirle llegar a la Presidencia, y que sólo la sociedad, lanza en ristre,podrá salvar a México.
A LópezObrador le va bien el escenario del fraude. Si gana la elección, habrá sido eldespertar del pueblo y el hartazgo a 70 años de dictadura priísta y doce añosde extravío panista. Si pierde, habrán sido las fuerzas del mal, el complot delPRI-AN, la mala leche de los medios de comunicación, los 30 hombres que manejanal gobierno desde las sombras y el neoliberalismo depredador, todos,absolutamente todos confabulados para violentar la voluntad de la sociedad.
Mesiánico,no cruza por su mente que sea él el causante de sus desgracias. Predestinado aser el nuevo Juárez, no se concibe generador de desconfianza. No se percibe,como lo ve un sector del electorado, encubridor de personajes nefastos, losBejaranos y Padiernas, los Noroñas e Imaz, los Porfirios y Camachos, loselectricistas y los Pancho Villa.
Culpa alos medios de su mala fama. Sin embargo, no fueron los medios los que ordenarona sus diputados de izquierda tomar, una y otra vez, la Cámara; los queordenaron impedir la toma de posesión de Felipe Calderón; los que bloquearonlas calles del centro histórico de la ciudad de México y la avenida Reforma,que desquició la vida de los capitalinos; los que le sugirieron declararse“presidente legítimo” y constituir un gabinete fantasma al que denominó“gobierno legítimo”, cuyos salarios fueron financiados con recursos públicos através de legisladores y sindicatos de izquierda.
Autor detoda una gama de desatinos, López Obrador rechaza ser del mismo costal que los priistasy panistas. “No me pongan en el mimo saco”, le dijo al poeta Javier Siciliacuando éste le formuló el retrato que de él se hace un sector de la sociedad. Autoritario,soberbio, mesiánico, le dijo Sicilia, no como un juicio propio sino como lasvoces que se expresan en el ánimo popular, como las de corrupto, asesino,maniobrero, mentiroso, cómplice que se dicen sobre Peña Nieto, o las detramposa, inútil, desinflada. Torpe y dos caras que suelen expresarse sobreJosefina Vázquez Mota.
Todoaguantan vara, no así el Peje de Macuspana.
Hay enLópez Obrador un problema de autocrítica. Incapaz de admitir sus errores, susfrases han sido desafortunadas, rehén de sus contradicciones, sólo atina aexplicar que lo que se habla mal de él es producto del complot de sus enemigosy de la complicidad de los medios de comunicación.
LópezObrador no es tan nefasto como los priístas o panistas. Quizá sea igual y encierta medida es un político mejor visto por un sector de las clases media ybaja, pero su talón de Aquiles es, y seguirá siendo, la mala fama que se hacreado y que le han creado.
Políticode claroscuros, López Obrador fue en esta campaña un mago fallido. Vendió sucuento de la República Amorosa en la que sólo los incautos creyeron. Lefuncionó en la precampaña, únicamente para efectos de imagen, pero no lereportó ningún avance en las preferencias electorales.
Acostumbrados a verlobeligerante, respondón, sus fans temieron que no pasara del tercer lugar y queahí se quedara, confinado a la derrota, confinado a no trascender de“presidente legítimo” a Presidente de carne y hueso.
Cuandollegó la campaña, revisado el desatino de ser un falso amoroso, López Obradorvolvió a ser El Peje de siempre, contestatario. Animó a muchos, denunció lastropelías del PRI y las trastadas del PAN. Se montó en el Movimiento #YoSoy132,emanado del repudio a Peña Nieto en la Universidad Iberoamericana, y despegó.Arañó los 30 puntos en las preferencias electorales, pero no llegó a más.
Sucampaña, irónicamente ha sido más de lo mismo. Su discurso se centró en lamafia del poder; el gobierno rico y el pueblo pobre; el México de desigualdad;el robo de la voluntad ciudadana; los medios al servicio del poder; la defensade la industria petrolera; el reajuste del gasto del gobierno para impulsar eldesarrollo con el ahorro de 300 mil millones de pesos, que supuestamentesacaría de la disminución de los salarios de funcionarios de alto nivel. O sea,el discurso de 2006 trasladado a 2012.
LópezObrador puso un ingrediente adicional: los seis años de campaña del priístaPeña Nieto, impulsado por Televisa, previo plan de 600 millones de pesos, desdeque era gobernador mexiquense. Olvidó El Peje los 12 años que él lleva encampaña, seis desde que era jefe de gobierno del DF, pagados con dinero delerario público, y otros seis triangulando recursos desde el Congreso ygobiernos estatales perredistas y sindicatos afines, entre ellos el SME, que leentregó 66 millones desde la oscuridad.
No haydía que López Obrador no grite que ganará la elección. No hay día que advierta,también que habrá fraude. Así funciona la mecánica de la contradicción.
Hablar defraude desalienta al votante. Quizá de ahí, aleccionado por los sensatos delPRD, PT y Movimiento Ciudadano, corrigió el mensaje. Quizá demasiado tarde.
No tuvola solidez de evadir la sospecha del financiamiento sospechoso, alentada porpriístas y panistas, a partir de un hecho real: el pase de charola de 6millones de dólares, solicitados por un asesor electoral uruguayo, Luis CostaBonino; el cineasta Luis Mandoky; Luis Creel, primo del panista ex secretariode Gobernación y senador, Santigo Creel Miranda, y Adolfo Hellmund, un hombre“honrable” propuesto por López Obrador para secretario de Energía si gana laPresidencia.
Frente alescándalo, lo único que hizo fue la negación y, como siempre, el complot de losmedios. No denunció a los sátrapas que a su nombre estiraban la mano y pedíandinero. ¿Por qué?
Perdió,también, la batalla de las encuestas. Salvo las de casa, una que otradiscordante como la de Reforma, nunca pudo siquiera acercarse a Peña Nieto,aunque sí dejó rezagada a Josefina Vázquez Mota. Reforma lo subió y con lamisma lo desplomó. Todas las encuestadoras, a los ojos del Peje de Macuspana,estaban financiadas por el PRI. ¿Y Reforma, cuando lo dio por muerto? “Debehaber algún error”, respondió López Obrador. ¿Y Covarrubias, su encuestadora decabecera, que lo situó a 10 puntos de EPN? Otro error.
Sólo unmilagro, parafraseando a Josefina, le daría la victoria este domingo 1 dejulio, a Andrés Manuel López Obrador.
Teóricamente,su proyecto de izquierda, de reparto equitativo de la riqueza, una sociedadigualitaria, mayor justicia y menos impunidad, es el más viable para México. Elproblema no está ahí. El problema es el mesianismo del Peje, los ambiciosos quepululan a su alrededor, tan nocivos como los priístas y panistas, acarreadoresde recursos para López Obrador, el encubrimiento del Mesías tabasqueño a esaslacras. El problema es su intolerancia, su negación de su realidad, y susdecisiones irreflexivas, generadoras de desconfianza en su persona.
Josefinay Peña Nieto no son menos nefastos.
Mañana leseguimos.
Archivo muerto
Broncamayor en que se metió el Holiday Inn. Sus operadores, representantes de HoteleraDuport, S.A. de C.V., suscribieron un documento apócrifo para que les fuerarestituido el predio en que se construirá el lujoso hotel, en la costa deCoatzacoalcos. El acta circunstanciada de hechos, elaborada por el InstitutoVeracruzano de Desarrollo Urbano, Regional y Vivienda (INVIVIENDA), muestragraves inconsistencias: presenta fecha del 5 de noviembre de 2009, con objetode dar cumplimiento a la entrega del predio de 2 hectáreas a Hotelera Duport,de acuerdo con la escritura pública 8,908 de fecha 30 de octubre de 2009. Sinembargo, detalla que dicha escritura fue inscrita en el Registro Público de laPropiedad de Coatzacoalcos, el 10 DEFEBRERO DE 2010, bajo el número 699, sección I. Es decir, quieneselaboraron y suscribieron el documento, con dones adivinatorios, sabían ennoviembre de 2009, con tres meses de antelación, el número de inscripción yfecha en que sería inscrita la escritura. Evidentemente, el documento fuehechizo ahora, con fechas a modo, para beneficiar a Holiday Inn y a quienesdesde el gobierno duartista están detrás de ese despojo. Con ese documento, elMinisterio Público del Fuero Común de Coatzacoalcos restituyó el predio a HoteleraDuport, o sea a Holiday Inn, a sabiendas de que es apócrifo, hechizo y congraves fallas en su elaboración, evidentemente fraudulento. El acta estáfirmada por Gustavo Sánchez Guerrero, entonces gerente Jurídico de INVIVIENDA,actual asesor legal del suegro incómodo del gobernador Javier Duarte, JesúsAntonio Macías Yazegey; Cristóbal Arellano Jiménez, gerente de Suelo Urbano;Rodolfo Sánchez Azuara, apoderado legal de Hotelera Duport, y dos testigos,Arturo Yépez Duarte y Alejandro Rodríguez Alonso. Los cinco, así como la agentedel MP que se prestó a semejante trastada, serán denunciados judicialmente porel propietario real del predio, Joaquín González Menéndez, quien tuvo querecurrir a un amparo federal para destrabar el caso. En cuanto intervino laentonces juez federal Karla Macías Lovera, y apremió a la agente del MP aentregar informes y justificar por qué tenía congelado el caso contra QuinoGonzález, a quien se le acusaba de despojo por no ceder el predio, la fiscaldeterminó que no había delito que perseguir y se amparó en el acta apócrifa,elaborada para beneficiar a Holiday Inn, pero con un error garrafal. Los casosde INVIVIENDA le siguen estallando en las manos al gobernador Javier Duarte…
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