* Cuando Gina Domínguez le decía nauyaca a Fidel * Ranulfo Márquez, cada vez más cerca del PRI * Casi linchan a reportera de Diario del Istmo * Colonos la acusan de tergiversar y ocultar sus declaraciones contra funcionario marcelista * Que ya está lista la renuncia del secretario de Finanzas de Veracruz * Rompe así Beltrones con Fidel * Mikel y López Esquer, hoy, en Coatza * Refrescando la Memoria, próximo libro de José Pablo con dedicatoria a Pérez Cruz

 

 

Lo dicho: Fidel Herrera Beltrán padece hiperactividad verbal. Habla sin ton ni son. Habla en demasía, atropella con palabras y cree que así convence y persuade a los veracruzanos.

A unas horas de su quinto informe de labores, aborda el tema de la seguridad. Presume que Veracruz cumplió con los acuerdos del Acuerdo Nacional de Seguridad Pública, o cuando menos con el 93 por ciento de los compromisos.

Lo mismo dijo don Fidel del Acuerdo para la Gobernabilidad y el Desarrollo, en el que involucró a los principales actores de la vida pública de Veracruz.

 

Hizo suscribirlo a diputados locales, alcaldes, dirigentes de partidos políticos, jerarcas religiosos, empresarios, etc., y al final nadie quedó a gusto y mucho menos contento.

Fidel Herrera se valió de aquel pacto social para marcarle la ruta a los veracruzanos y para dominar la agenda pública. Sometió a unos y exhibió a otros. Montó un escenario artificial para el debate y prohijó la foritis, donde se convocaba a quienes tuvieran algo que decir, pero con ganas de no escucharlos.

Fue una farsa vil. Nada sirvió para el desarrollo de los veracruzanos. Crecieron, en cambio, las fortunas de unos cuantos; se concentró la riqueza en unas cuantas manos; continuó la expulsión de la mano de obra a otros estados e incluso a Estados Unidos.

Si algo tuvo el Acuerdo para la Gobernabilidad en Veracruz fue el derroche inútil. Se invirtieron millones de pesos en el silencio de los actores sociales, dirigentes de partidos políticos, legisladores y en la difusión de los “resultados”, que presumiblemente serían base para mejorar el esquema legal para generar condiciones de vida óptimos.

Farsa pura. Uno de los temas incumplidos fue la seguridad pública. Se ofreció una nueva subprocuraduría con fines específicos; una nueva legislación; depuración de las corporaciones policíacas, instalaciones judiciales con calidad. Todo quedó en letra muerta.

Hoy, a unas horas de su quinto informe, don Fidel presume que se alcanzó el éxito en materia de seguridad. Es irremediablemente fantasioso, cuentero como Pepito, la mentira institucional.

Veracruz, con Fidel, es otro. Es paraíso del crimen, santuario de delincuentes, refugio de transgresores de la ley, territorio virgen para la inseguridad.

Mientras, don Fidel sigue hablando y hablando, sin ton ni son. Algún día parará.

Gina Domínguez, operadora de prensa del diputado Javier Duarte de Ochoa, se irrita cuando a su jefe se le describe con algún apodo o con algún alias. Reclama y hasta pierde el glamur.

 

Olvida Miss Quintana Roo cuando ella solía llamar “nauyaca” en sus columnas periodísticas al gobernador Fidel Herrera Beltrán, entonces candidato priísta, en el 2004.

 

¿De veras no lo recuerdas, Gina?... Cada vez más cerca del PRI el secretario de Desarrollo Social y Medio Ambiente, Ranulfo Márquez Hernández.

 

Con eso arriaría banderas, daría por cancelada su aspiración de ser gobernador de Veracruz y se sumaría a la loca aventura de convertir a Javier Duarte de Ochoa en gobernador de Veracruz... Casi linchan a la reportera del Drenaje del Istmo, Victoria Rasgado.

 

Publicó una información contra el secretario de gobierno del Ayuntamiento de Coatzacoalcos, Víctor Rodríguez Gallegos, usando declaraciones de un grupo de colonos. Cuando los entrevistados la vieron en la sede municipal , le reclamaron airados que sólo hubiera publicado una parte de lo que le dijeron; que hubiera omitido aspectos importantes de la entrevista. Una de las ciudadanas la insultó a placer y fue sometida en el momento en que se le iba encima.

 

Al inquirir a Rodríguez Gallegos, éste le dijo que no publicarían su versión, como es costumbre en el Drenaje del Istmo. Victoria Rasgado insistió y obtuvo una breve expresión del funcionario marcelista, que por supuesto no se publicó en el rotativo, como ya se le había anticipado.

 

¿Qué necesidad tiene la reportera de pasar por esos sofocones tan sólo por prestarse a que le editen la nota con ganar de fastidiar?... Que ya está lista la renuncia del secretario de Finanzas y Planeación del gobierno de Veracruz, Salvador Sánchez Estrada. Lo hará después del V Informe de gobierno de Fidel Herrera Beltrán.

 

Y es que tiene razón. Al llegar a SEFIPLAN se encontró con la novedad de que su antecesor, Javier Duarte, era muy hacendoso; le dejó limpias las cuentas de la dependencia. Sánchez Estrada recibió, pidió la auditoría de rigor y acumuló la información que demuestra que en su gestión se manejó con honestidad y transparencia. Sánchez Estada es cuñado del líder de los senadores priístas, Manlio Fabio Beltrones, quien con la renuncia del titular de SEFIPLAN tiene los elementos para romper con Fidel Herrera. Habría que ver... Hoy, en Coatzacoalcos, el procurador de Justicia de Veracruz, Salvador Mikel Rivera, y el secretario de Seguridad Pública, Sergio López Esquer.

 

Acudirán a un curso sobre acciones y evaluación de seguridad.

 

Será a las 10:30 en el hotel Terranova... Que ya prepara José Pablo Robles un nuevo libro. Se lo dedicará al columnista del Drenaje del Istmo, José Luis Pérez Cruz y llevará por título “Refrescando la Memoria”.

 

Todo a raíz de la polémica que provocó Pérez Cruz con su periodismo sesgado, donde tira la piedra y esconde la mano. ¿Quiere más, señor?...