* Sainete en el Terranova * Othón y Gonzalo, a punto de liarse a golpes * Duarte se convirtió en referi * Bloqueo fiel a Omar Ricárdez * Desdeña Daniel Lugo al grupo priísta más poderoso de Moloacán * Contactos con Héctor Yunes * López Chión iba a ser jefe de información de Gráfico del Sur
Le ha hecho mal a Dante Delgado Rannauro estar en la oposición política. Se ha vuelto desenfadado hasta el descaro, más demagogo y convencido de que el pueblo es maleable y proclive al engaño.
Su discurso es embustero. Su lógica, dominada por la mentira y el supuesto de que las masas mientras más masas son, menos piensan. Tira así su rollo democrático quien hizo del ejercicio de gobierno un tiempo ideal para la construcción y crecimiento de negocios al amparo del erario público y del poder.
Tiene la lengua suelta el propietario de Convergencia por la Democracia, su franquicia electoral de origen cuestionable, nacida sin militancia, usando la membresía del Partido de la Revolución Democrática en tiempos de Cuauhtémoc Cárdenas para engañar a los órganos electorales y acreditar requisitos que le dieran categoría de partido político.
“Estoy obsesionado por darle una sacudida a Veracruz —acaba de declarar Dante Delgado—, por reactivar su economía, por mejorar las condiciones de vida. Veracruz puede caminar más de prisa y además yo tengo la experiencia para intentar eso, pero también estoy proponiendo la renovación del mandato”.
Y sentencia que su aspiración es “para hacer en 6 años lo que otros harían en 30”.
A diferencia de otros aspirantes a gobernar Veracruz, Dante Delgado es el único que ya ocupó la gubernatura. Su gestión como sustituto en el régimen de Fernando Gutiérrez Barrios, terminó entre escándalos y despilfarro. Fue señalado de beneficiar a su familia con negocios con el Programa Nacional de Solidaridad, con la adquisición de cemento en cantidades millonarias y realizando pésimas obras.
Ya como ex gobernador, Dante Delgado enfrentó acusaciones que si bien se le imputaron a destiempo y por lo cual no se le pudo juzgar en tribunales, sirvieron para dar la talla moral del ex jefe de las instituciones de Veracruz. Se difundieron listas amplísimas del crecimiento de las empresas suyas y de su familia en el tiempo en que ocupó la gubernatura, que denotaban que era sólo un empresario.
Luego se desligó del PRI. Entonces halló en sus enemigos de antes, principalmente los perredistas a los que persiguió en forma implacable, nuevos aliados. Así, Andrés Manuel López Obrador, quien lo había tildado de ladrón, se volvió una pieza importante para su crecimiento político y su obsesión de ser senador de la República, cargo al que llegó en 2006 bajo las siglas del PRD, Partido del Trabajo y Convergencia.
Se sabe que es obsesivo. Pero de ahí a que intente darle una sacudida a Veracruz, hay una buena dosis de demagogia. Siendo gobernador no mejoró las condiciones de vida de los veracruzanos; generó negocios familiares, cuya lista es interminable.
Decir que hará en seis años lo que otros en 30, no es promesa; es amenaza.
Confía en su visión de la sociedad veracruzana, ignorante, desmemoriada, útil para alcanzar el poder, ávida de comprar sueños y de creer en la mentira barata.
Dante no tiene remedio. Se quedó en el pasado y no sabe cómo arribar al presente.
Archivo muerto
Sainete fiel en el Terranova. Ya entrado en copas, Othón González, dueño de la agencia Elgolfo.info y publirrelacionista del gobernador Fidel Herrera, instó al diputado local Gonzalo Guízar Valladares a alinearse si quiere ser alcalde de Coatzacoalcos.
“Yo estoy alineado con el gobernador”, le respondió el legislador, líder de Fuerza G y cabeza del Clan Guízar. Irritado, el control perdido, el alcohol hizo estragos en don Othón; lanzó habladas, amagos y hasta amenazas.
Se sabía acuerpado por su banda, capaz de retar a Gonzalo y su pandilla. Y ahí, mientras el diputado local se enganchaba en la provocación, y vociferaba, y alardeaba, don Javier Duarte de Ochoa, anfitrión de lujo, asumía papel de referi de ocasión; situado entre ambos rijosos, pedía, imploraba calma.
Terminó don Othón González con una frase que describe el repudio del fidelismo al Proyecto Guízar para la alcaldía de Coatzacoalcos: “De mi cuenta corre que no seas candidato”.
Anécdota bochornosa, atestiguada por unos cuantos, a todas luces lo mejor de la velada ofrecida por el diputado federal por Córdoba, Javier Duarte de Ochoa, el miércoles 30 de diciembre. Sea como sea, lo que Othón González dibujó fue el rechazo de Fidel Herrera y su equipo a convertir a Gonzalo Guízar en alcalde de Coatzacoalcos.
Simplemente, no lo ven —ni lo verán— alineado... Otro de los que construyen la debacle duartista es Daniel Lugo, invento reciente de la precampaña fiel, que vino al sur a sembrarle minas al delfín del gobernador de Veracruz.
Daniel Lugo, un don nadie disfrazado de lo mismo, saboteó en Moloacán al ex alcalde Omar Ricárdez Chong, el hombre que tiene en sus manos las riendas del priísmo, con mayor poder que el mismo presidente municipal, el panista Simón Ramos Chablé.
Quizá el torpe Daniel Lugo no lo sepa, pero Omar Ricárdez Chong es uno de los personajes con el que ya ha tenido contactos el diputado local Héctor Yunes Landa, el hombre a vencer en la carrera por la candidatura priísta a la gubernatura de Veracruz, al que las encuestas ubican 23 puntos por encima de Javier Duarte El Gordo de Ochoa. No, si con colaboradores como Daniel Lugo para qué quiere enemigos el iluso Javier.
Algún día despertará... Gilberto López Chión, asesor del área de prensa del Ayuntamiento de Coatzacoalcos, estuvo a un paso de convertirse en jefe de información del Gráfico del Sur. Su propuesta se barajó durante unos minutos; luego de ello se decidió el nombramiento del veterano reportero Carlos Domínguez Alegría para ese cargo. El ex coordinador informativo del periódico Liberal del Sur permanecerá en el servicio público...