* Diagnóstico en el PRI estatal * Gonzalo Guízar ya toca fondo * Dos periódicos auspicia Sánchez Abreu * Los usa el líder del PRI en autopromoción * ¿Quién paga el derroche?
Por las manos de Mariano Moreno Canepa, tesorero municipal en el Ayuntamiento de Coatzacoalcos que presidiera Iván Hillman Chapoy, pasaron casi 2 mil millones de pesos, cuyo destino fue tan incierto como sospechoso, pues una cuarta parte del presupuesto se aplicó en obras públicas de evidente costo alterado.
Mariano Moreno fue una eminencia gris en el trienio ivanista.
Manejó al alcalde Iván Hillman a su antojo y sobran las anécdotas que dan cuenta del serial de absurdos emanados de su precario talento y las contraórdenes a los deseos del presidente municipal, que solía disparar entre la burocracia de alto rango para que a nadie le quedara duda que quien mandaba era él y nadie más.
Era tesorero municipal, pero simultáneamente detentaba el control político, calificaba proyectos, congelaba a quien quería y ejercía una tiranía absoluta, pero torpe, que hizo de la gestión de Iván El Terrible la versión más nítida del fracaso.
Mariano Moreno rebasó con mucho al alcalde y lo exhibió como un pobre instrumento de sus ambiciones, responsable del peor ayuntamiento en la historia de Coatzacoalcos y sospechoso de auspiciar actos de corrupción.
Diversos documentos internos del Ayuntamiento de Coatzacoalcos evidencian que don Mariano, hoy síndico municipal, tan quisquilloso con el dinero que tuvo en sus manos, fue mano floja para el pago de obras a las que se les alteró el costo final en forma escandalosa.
Uno de ellos es el contrato CO-011/05, asignado a la empresa ARI, Constructora e Ingeniería, S.A. de C.V., a la cual se le confirió la realización del proyecto ejecutivo para la pavimentación de la calle Gonzalo de Sandoval Primera Etapa, en la colonia Rafael Hernández Ochoa.
Según la relación de obras, el monto a pagar sería de 598 mil 575 pesos. No obstante, de acuerdo con lo que el mismo Ayuntamiento de Iván Hillman difundió, se pagaron 3 millones 443 mil 675 pesos.
O sea, en una sola obra se causó un daño al erario del orden de casi 3 millones de pesos.
Esa documentación sustenta también que cuando menos en 2005, cuando Mariano Moreno era tesorero y comenzaba a controlar todos y cada uno de los actos de gobierno de Iván Hillman, se otorgaron 15 contratos por asignación directa o por invitación restringida, violando los topes que marca la ley al respecto.
El daño patrimonial superó los 13 millones de pesos. Si bien la asignación de contratos correspondía al área de Obras Públicas, el pago de las mismas era responsabilidad del tesorero municipal.
Las empresas involucradas son Jesús Salvador Ramos López; Agustín Morales Gordillo, S.A. de C.V.; Grupo Industrial HECA del Sur, S.A. de C.V.; Grupo Industrial Pompa, S.A. de C.V.; ARI, Constructora e Ingeniería, S.A. de C.V.; Comercializadora GONZAL; Imalam, Construcciones del Sureste; COSEGO Ingeniería, S.A. de C.V.; Ignacio Campos Campos, e Intalapa, S.A. De C.V., las cuales realizaron obras por asignación directa, superiores a los 374 mil 500 pesos que según la Gaceta Oficial del Estado de Veracruz era el tope para este tipo de contratos.
En el caso de la asignación de contratos por invitación restringida, se aplicaba a obras cuyo costo fluctuaba entre 374 mil 500 pesos y un millón 70 mil pesos.
Sin embargo, la pareja Hillman-Moreno consintió que se otorgaran contratos superiores a esa cantidad sin el procedimiento de licitación a las empresas Grupo Consur, S.A. de C.V.; Páneles, Techos y Construcciones; Antiacidos y Corrosivos, S.A. de C.V; Comercializadora GONZAL, y Constructora Cortijal, S.A. de C.V.
Los números de contrato, descripción de la obra y el monto pagado, están claramente identificados en los documentos que evidencian que la administración de Iván Hillman Chapoy, hoy flamante encargado de la agenda internacional del gobernador Fidel Herrera Beltrán, fue marcadamente corrupta.
Aún hay más, mucho más.
Archivo muerto
Diagnóstico en el PRI estatal: Gonzalo Guízar Valladares comienza a tocar fondo.
Se enfrasca en disputas verbales con integrante del círculo más allegado al gobernador Fidel Herrera Beltrán; incurrió en un error de altísimo costo al pelearse públicamente con el alcalde de Coatzacoalcos, Marcelo Montiel Montiel, y acusa al Ejército Mexicano de violar derechos humanos de mujeres y niños.
Aquella carta difundida en medios de comunicación, donde la cuñada del diputado local Gonzalo Guízar arremetía contra dos operadores de confianza del presidente municipal, fue la evidencia de un clima de confrontación y conflicto. Gonzalo Guízar perdió el apoyo del marcelismo, al que mostró abiertamente como su enemigo político.
Simultáneamente acusó al Ejército Mexicano de violar derechos humanos. A partir de entonces, inició la debacle de su candidatura a la alcaldía de Coatzacoalcos.
Ahora se engancha con la provocación del publirrelacionista de la fidelidad, Othón González y casi se arma un zafarrancho, que casi le echa a perder la fiesta al diputado federal Javier Duarte de Ochoa, en el hotel Terranova... Mucha lana trae en la bolsa el líder del PRI en Coatzacoalcos, Juan de Dios Sánchez Abreu.
Mes con mes edita dos publicaciones periodísticas, una de ellas denominada PRI en Coatzacoalcos, en la que la figura principal es él. Aparece en portada, contraportada y páginas interiores.
Con su inmensa estampa inunda el espacio de cuanta gráfica se publica en los tabloides.
Lo mismo se le ve entregando ayuda a damnificados de Las Choapas que promoviendo a Jaccive Sulvarán, la ex integrante de la Academia de Televisión Azteca, que se quedó a un paso de ser finalista.
Poco sabe Sánchez Abreu de medios de comunicación, al grado de ser ese uno de sus flancos débiles pues trabó una trágica alianza con el columnista apodado El Estómago, cuya particularidad es salar a quienes convierte en sus mecenas. Vano —y costoso— esfuerzo mediático de Sánchez Abreu. Lo que los priístas se preguntan es de dónde parte tanto derroche...