* Mano negra en el MP de Minatitlán * Maltrato a la familia del joven agredido por esbirros de la alcaldesa Porras * Jaime Quintanilla se arrancó la careta * Quiere ser candidato del PAN a la alcaldía de Coatzacoalcos, pero es fan de Javier Duarte * Desde el 22 de diciembre Pepe Chagra dejó API de Nanchital

Mal arrancó el año Fidel Herrera Beltrán, el señor feudal que despacha como gobernador de Veracruz: entró en crisis la sucesión; crece el repudio a su delfín, el diputado federal Javier Duarte de Ochoa; los Yunes panistas y los Yunes priístas lanzan una ofensiva no prevista, y ha perdido lastimosamente el ritmo de las encuestas y los sondeos de opinión.

Don Fidel va de mal en peor. Aquí y allá, en el norte o en el sur, dentro o fuera del PRI, se generaliza el concepto de que ese engendro político al que se conoce con el alias de Javier Duarte no tiene con qué ganar la contienda, ni atarle siquiera las agujetas a los panistas Miguel Angel Yunes Linares, Juan Bueno Torio o Gerardo Buganza Salmerón; ni enfrascarse en un duelo de ideas, y muchos menos, menos, tocar el tema de la bursatilización, a la que el gobernador y su delfín financiero vendieron como no generadora de deuda y la Suprema Corte ha resuelto que es justamente lo contrario; o sea que el parcito de marras mintió y llevó a Veracruz a un endeudamiento de casi 40 mil millones de pesos.

Con su voz de chabelo desafinado, su figura regordeta, los ojos que le desbordan las cuencas, risa impostada, simpatía cosmética y una manifiesta desconexión con las bases y corrientes del PRI, don Javier El Gordito de Ochoa es una muestra de que lo que no es, simplemente no es.

 

Si cosecha aplausos, vítores, frases lisonjeras, mal hace en tragarse el cultivo. En el fondo los priístas lo repudian nada más porque no lo sienten suyo; porque carece de trayectoria, de trabajo político.

Lo peor es que intramuros, los fieles de la fidelidad admiten que el diputado gordobés es un cero a la izquierda, reñido con la gracia. A Javier Duarte se le observa como el rostro de la imposición, el signo de la ruptura, la cancelación de los pactos con las corrientes que construyeron el triunfo de Fidel Herrera en la elección de 2004, agraviadas hoy por un proyecto de sucesión que se cimienta en un desplante de soberbia y de traición.

Mal pinta el 2010 para don Fidel Herrera. No sometió a sus ex aliados ni tuvo el tino para revertir el desastre. Héctor Yunes Landa lo trae de encargo. Lo reta con desparpajo.

 

No sólo le dice a diario que llegará hasta el final de la batalla por la candidatura, sino que deja su condición de diputado local y rompe cualquier forma de sujeción al poder del gobernador.

Otro Yunes, José Francisco, camina, calla, concilia, avanza; se muestra menos irreverente; asume el rol de la mesura y el equilibrio, paciente en espera de que Veracruz se resuelva en el feudo de su madrina política, Beatriz Paredes, lideresa nacional del PRI.

Otros Yunes, los panistas, auspician a trasmano la difusión de mensajes que ponen loca a la dirigencia del PRI y a la pandilla de don Fidel. “Viene lo mejor, viene Yunes” dice un espectacular que provocado un ataque de nervios en la corte fiel.

Nada, sin embargo, le quita tanto el sueño al gobernador de Veracruz como las encuestas reales y, sobre todo, imparciales. El delfín desafinado apenas araña los terceros o cuartos sitios en el nivel de conocimiento, aceptación e intención de voto de los ciudadanos.

 

Con ese récord, a dos semanas de la decisión final, Javier Duarte lo único que garantiza es la derrota del PRI en la elección local.

Mal arranque del proyecto Duarte. Se apestó antes de tiempo.

ya da color el Ministerio Público de Minatitlán. Cuando se presentó el menor de edad agredido por los empleados de la alcaldesa Guadalupe Porras David, el personal de esa dependencia se hacía la desentendida, maltrataron a la madre del agraviado, se comportaron con actitud déspota y sin que se les hubiera dicho nada al respecto, comenzaron a cuestionar sobre detalles de la agresión que únicamente el involucrado conocía.

 

Si el gobernador de Veracruz, fidel Herrera Beltrán, se quiere ahorrar un dolor de cabeza, que instruya al procurador Salvador Mikel a que su personal se ajuste al procedimiento de ley. Habrá en unos días más rueda de prensa, se emitirá un comunicado con detalles del caso hasta ahora inéditos y se cursará copia a los medios de comunicación nacionales. Cuestión de tiempo...

 

Se arrancó la careta el pseudoempresario Jaime Quintanilla Hayek. Resultó fan de Javier Duarte de Ochoa, delfín fiel, a quien el gobernador Fidel Herrera Beltrán pretende convertir en el orgullo de su imposición para el gobierno de Veracruz.

 

La reseña gráfica del festín del diputado gordobés con su familia y amigos de Coatzacoalcos, muestra a un Jaime Quintanilla en el éxtasis, codo con codo con priístas, el pecho henchido sobre el que pende un botón rojo con las iniciales JD (de Javier Duarte), parte de la precampaña del priísta para arrebatar, a como dé lugar y al precio que sea, la candidatura del PRI al gobierno jarocho.

 

Nada tendría de particular si no fuera porque Jaime Quintanilla dice aspirar a ser candidato a la alcaldía de Coatzacoalcos por el Partido Acción Nacional.

 

Ya se comenta el “destape” y el cinismo de don Jaime en los mandos estatal y nacional del PAN, así como su irrefrenado duartismo, que no es otra vaina más que el proyecto del señor feudal, Fidel Herrera, para impedirle al panismo conquistar Veracruz.

 

Por cierto, cuántos timadores de terrenos, como el señor Quintanilla, circundaban esa noche al diputado Duarte de Ochoa. ¿Por qué sería?... Confirmado: José Antonio Chagra Nacif dejó de ser director de la Administración Portuaria Integral de Nanchital, el 22 de diciembre, por acuerdo del consejo de administración.

 

El nuevo titular es Raúl Cortés Martínez, director de Desarrollo Urbano del Ayuntamiento de Coatzacoalcos, quien en breve entrará en funciones. La salida de Pepe Chagra se anunció aquí, el 17 de julio pasado. Un espacio más que pierde el Clan Chagra en las estructuras de poder...