* Carece el PAN de estructuras en Coatzacoalcos * Desaprovechó el triunfo sobre el PRI en la elección federal * Armando Rotter se perfila como candidato del PRD para la alcaldía * Si Gonzalo Guízar es candidato del PRI, el perredismo crecerá * Proyecto periodístico por internet a punto de iniciar * Difundirá lo que la prensa fiel calla * Jorge Tolentino se desligó de Gráfico del Sur

¿Quién le cree a Fidel Herrera Beltrán?
Dice, promete, no entrometerse en el próximo proceso electoral. Sostiene, como frase dirigida a oídos sordos, que se mantendrá al margen de las elecciones. Y así se encuerda, con aires de demócrata, simulando que dejará al PRI caminar sólo, que Javier Duarte de Ochoa se gane la postulación por su cuenta, sin el aparato de poder veracruzano a sus pies.

¿Quién puede creerle a un gobernador así?
No demócrata, pero sí autócrata, don Fidel Herrera es presa de sus palabras. No ha ocurrido un instante en que no haya movido los hilos de la sucesión. Pone de cabeza al PRI; proyecta a Javier Duarte, lo inventa políticamente y hasta lo convierte en diputado federal por Córdoba; a sus enemigos los enfrenta, los persigue y los somete a un linchamiento mediático.

Aún así, el señor feudal de Veracruz tiene la gracia de decir, con inusitada frescura, que no mete ni un dedo en la sucesión. Deja, supuestamente, que la selección del candidato a la gubernatura surja de la voluntad de los priístas. Promete conducirse como uno más, como un militante de abajo, lejano a quienes deciden.

No es así. Priístas y no priístas han visto el impulso que da al joven Duarte de Ochoa, su ex secretario de Finanzas y Planeación, su hijo político, su fiel delfín, al que visualiza como la marioneta sexenal que le permitirá gobernar Veracruz otros seis años en una pintoresca reelección de facto.

Don Fidel padece una extraña proclividad a decir algo y hacer exactamente lo contrario. Lo hace con el Presidente Felipe Calderón, al que pondera, respalda, apapacha, reconoce, y luego le dice que no genera confianza con sus acciones.

Don Fidel es un político de doble lenguaje. Compromete la limpieza de las elecciones, al tiempo que enrarece, y peor aún, enloda el proceso interno del PRI. Conoce, percibe, la fragilidad de Javier Duarte —no sólo por su inexistente trayectoria sino por los escándalos financieros de Tony Macías, suegro incómodo, y los negocios fraguados con recursos millonarios cuyo origen es el erario público— y aún así lo encarama en la nave de la imposición, sin reparar en la espiral de agravios que tiene al priísmo con la amargura en los labios.

¿Quién le cree, pues, a Fidel Herrera?
2007 y 2009 fueron, electoralmente, dos escenarios que dieron cuenta de la impudicia con que se condujo el gobernador de Veracruz. Usó el aparato de poder; la burocracia del alto y bajo nivel; las nóminas oficiales; los programas de gobierno; la entrega de despensas, materiales de construcción, asignación de terrenos a demandantes de vivienda; miles de millones que fueron a parar a las cuentas de los medios de comunicación; control de los órganos electorales, y hasta sobornos a partidos políticos para que permitieran que el PRI se robara las elecciones.

Dice ahora don Fidel Herrera, en tono de solemnidad republicana, que no se entrometerá en las próximas elecciones.

Falso. Si se entromete en la designación del candidato del PRI; si le impone a Javier Duarte a los priístas, cómo no lo haría en la elección constitucional.
¿Quién le puede creer a, pues, a Fidel Herrera?

Poco tiene el Partido Acción Nacional en Coatzacoalcos para enfrentar el próximo electoral. Sus estructuras son precarias; no han tenido la capacidad de penetrar en colonias y ejidos; carece de cuadros especializados para la contienda electoral el que habrá de definirse la diputación local y la alcaldía.

 

Por todo ello, se percibe una profunda preocupación en las dirigencias estatal y nacional del PAN, donde no se explica que el avance político derivado de la victoria en la elección federal, en 2009, se haya convertido en terreno perdido y capital tirado a la basura... Quien sí ha generado inquietud en los mandos priístas es el ex alcalde Armando Rotter Maldonado.

 

Será, con toda seguridad, el candidato del Partido de la Revolución Democrática a la presidencia municipal de Coatzacoalcos y un serio rival en la elección del próximo mes de julio. Rotter Maldonado, pese a la campaña mediática que enfrentó en su último año de gestión, en 2000, y la persecución judicial que lo obligó a exiliarse temporalmente en Canadá, mantiene sus bonos en colonias y áreas marginadas del municipio, donde realizó obra pública.

 

Si logra aglutinar a las diversas corrientes perredistas, y si el candidato del PRI finalmente es Gonzalo Guízar Valladares, Rotter encabezará las encuestas sobre intención de voto... De un momento a otro detonará un nuevo proyecto informativo en internet.

 

Tendrá su sede en Jalapa, la capital veracruzana. Será un sistema de noticias que reflejará otras aristas de la realidad estatal, poco difundidas o de plano ocultas por la prensa domesticada y al servicio del gobernador Fidel Herrera Beltrán.

 

Bajo el perfil de radio por internet, el proyecto tendrá su punto central en el comentario y el análisis de temas relevantes en las cinco regiones de mayor importancia en Veracruz; reportajes ampliamente documentados; acuciosas entrevistas, e información en línea, como suele denominarse en la jerga electrónica a la actualización permanente de noticias, así como diversas columnas políticas... Quien ya no se integró al Gráfico del Sur fue Jorge Tolentino García, quien ocupó la subdirección de ese periódico mientras este fue semanario.

 

Tolentino García ahora maneja un negocio financiero, pero amenaza con editar una revista que comenzará a circular en las próximas semanas. Mientras, se dedica a inversiones bursátiles en Panamá...