* Mariano, el amigo, compañero y asesor * Encabeza la embestida contra Marcelo * Vulnerable por su pasado en la tesorería * “Ya estoy listo”, dice Duarte * ¿Listo para ser impuesto? ¿Listo para provocar la fractura en el PRI? * Rinde informe de labores con sólo cuatro meses como diputado
Ramón Hernández Toledo no es un líder cualquiera. Tiene “raiting”, prestigio, respeto; en el seno del PRI no suele comprar pleitos ni tampoco come vidrio, y antepone todo a la institucionalidad y a los intereses de su partido. Por eso va a ser el candidato priísta a la alcaldía de Coatzacoalcos.
Para ello ha tenido que revisar su agenda personal, sus retos inmediatos y metas a futuro. Ha tenido que evaluar, también, el impacto de su momento político y, sobre todo, el punto crítico que atraviesa el PRI y el riesgo de perder la alcaldía en la elección del 4 de julio, derivado de la fragilidad de candidato natural, el diputado local Gonzalo Guízar Valladares.
Quienes están cerca de él, solían escuchar su deseo de llevar una vida tranquila, sin sobresaltos, encarrilada la maquinaria de la Sección 11 del sindicato petrolero, la organización más poderosa de ese gremio en el sur de Veracruz. Le preocupaba la marcha del PRI, al que dirigió y al que llevó al triunfo sobre la oposición.
Tío Ramón, como le llaman algunos, es un hombre institucional, pero también un tipo de palabra. Goza del afecto de muchos y a ningún grupo priísta le ha regateado apoyo. Marcelistas, ivanistas y gonzalistas han obtenido votos y lealtad en sus incursiones de poder.
Es amigo del alcalde Marcelo Montiel; le dio una amplia votación al ex candidato a la diputación federal, Iván Hillman Chapoy en la elección de 2009, y fue un baluarte para hacer diputado federal a Gonzalo Guízar en 2003.
Hoy, la circunstancia política lo lleva a tomar un camino que suponía alejado. El PRI corre el riesgo de perder la elección municipal por la debilidad de Gonzalo Guízar, cuyo deterioro de imagen fue provocado por los conflictos legales que protagonizan sus hermanos, acusados de despojo de terrenos y por haber arremetido contra el Ejército Mexicano, al que tildaron de violador de derechos humanos.
Don Ramón es amigo de Gonzalo Guízar. Lo aprecia y había comprometido su voluntad política para hacerlo alcalde de Coatzacoalcos. En diciembre, sin embargo, la evaluación realizada por el PRI estatal avizoró una derrota si el actual diputado local competía por la presidencia municipal. De ahí partió la idea de buscar una nueva opción, un nuevo candidato.
Personaje maduro, lo ha tenido todo. Fue diputado federal suplente y también propietario, regidor, presidente del comité municipal priísta y un operador electoral de lujo.
Bajo su liderazgo se han formado políticos como el ex alcalde Nanchital, Salvador Hernández Castro; la ex diputada federal suplente, Idalia Gómez García, una excelente operadora política, y el actual regidor por Coatzacoalcos, Pedro Calacich Cordero. Otros de sus jóvenes que forman parte de la estructura municipal son Felicia Parra Moguel y José Emilio León Villa.
El periodista Natalio Bernal Amador, en su columna Criterio Universal, lo describe como el personaje ecuánime, factor de unidad, con el sueño de ser alcalde.
Hace dos semanas, en los primeros días de enero, se definió su suerte política: será el candidato del PRI a la alcaldía de Coatzacoalcos con la venia del gobernador de Veracruz, Fidel Herrera Beltrán.
Su soporte electoral en Coatzacoalcos será la estructura marcelista, aunque tendrá de su lado al empresario periodístico Edel Alvarez Peña, dueño de Liberal del Sur, y a los sectores priístas, con los que trabajó arduamente cuando encabezó el comité municipal.
Hay, sin embrago, reacciones gonzalistas e ivanistas, guerra de baja intensidad y fuego amigo. Así se vislumbraba.
Sólo algo mayor evitaría que fuera candidato y luego alcalde de Coatzacoalcos.
Archivo muerto
Así que Mariano Moreno Canepa era un buen asesor, un buen amigo y un buen compañero. Así lo había descrito el alcalde Marcelo Montiel Montiel en su segundo informe de actividades, el 15 de diciembre pasado. Sus palabras fueron: “Gracias a mi amigo y compañero Mariano Moreno (síndico).
Gracias Mariano por tus consejos, por tu asesoría y por tu participación siempre propositiva en el cabildo de Coatzacoalcos”.
Ahora Mariano Moreno le asesta la puñalada, sacude al cabildo, retrasada la aprobación de la cuenta pública 2009, que finalmente fue avalada por mayoría de ediles —sólo dos votos en contra, los de los ivanistas Mariano Moreno Canepa y Leonardo Lozada, y una abstención—, y encabeza la embestida del periódico de los suegros del ex alcalde Iván Hillman Chapoy, su socio, donde se difunde que el mismo Congreso de Veracruz “podría” investigar y llevar al líder del marcelismo a prisión.
Error de cálculo político: no se va a revertir la decisión de cancelarle la candidatura a la presidencia municipal al diputado local Gonzalo Guízar Valladares, que equivale a la muerte política de Iván el Terrible y su pandilla, del gonzalismo y de Roberto Chagra. Ya no hay duda: el ivanismo rompió con el marcelismo y con ello se hizo evidente la fractura, que algunos siempre negaron, en el PRI.
Tan fácil que era neutralizar al síndico Mariano Moreno, sabiéndolo extremadamente vulnerable por su pasado como tesorero y el cúmulo de huellas de la corrupción ivanista. Vaya para buen amigo, buen compañero, buen asesor... “Ya estoy listo”, dijo el diputado federal Javier Duarte de Ochoa en su primer informe de actividades como legislador.
Caso insólito pues sólo tiene cuatro meses y medio en el cargo y prácticamente ha sido un cero a la izquierda, al que sólo se le recuerda por el escandalazo que protagonizó cuando los diputados panistas le exhibieron pruebas del uso de aviones de gobierno veracruzano o rentadas por éste para que sus viajes de proselitismo político.
¿Listo para qué? ¿Para ser impuesto como candidato de la fidelidad? ¿Para aplastar a los grupos priístas que exigen un proceso de selección democrático y que al ser desoídos terminarán desmembrando al PRI y apoyando a la oposición? ¿Para eso está listo el diputado marioneta? Pobre Duarte; expuesto al escarnio público, a ser res de rastros priístas y a asumir el rol de impuesto mayor...