* “Viene lo mejor; viene Yunes” provoca pánico en el PRI * Destruyen espectaculares * Mensaje de violencia electoral * Joven panista se hacía pasar por “representante de Felipe Calderón” * Ramos Gurrión de nuevo en Coatza * ¿Le toma el pulso Beatriz al sur de Veracruz * González Fuentevilla quiere ser funcionario electoral * La oposición le va a cerrar el paso por ser operador de Guízar
Hay negros nubarrones en el horizonte inmediato de Guadalupe Porras David. No pasa el filtro de la Legislatura de Veracruz, que le ha detectado irregularidades en el manejo del Ayuntamiento de Minatitlán; ha dado muestras de ser violenta, tirana y represora, y ahora enfrenta un conflicto legal que la tiene al borde de ser enjuiciada.
Su nuevo dilema se nutre de su torpeza y arbitrariedad. Es la saga de aquel acto de autoridad irrresponsable con que canceló la concesión a la empresa Comunicaciones Cybernéticas, S.A. de C.V., que tenía los derechos sobre el servicio de limpia pública, no por decisión propia sino por un acuerdo del congreso de Veracruz.
Doña Lupe Porras, movida por su estrecho talento y sus negados alcances, ejecutó una rescisión y requisa de las unidades de limpia pública sin ajustarse a procedimientos y a lo que la misma ley señala. Involucró al cabildo, le dio información sesgada, armó su teatro, usó a su área jurídica como operador de sus aceleres y acabó con los derechos de la empresa Comunicaciones Cybernéticas de un plumazo.
Para entonces la alcaldesa de Minatitlán ya había incumplido con diversas obligaciones en el pago del servicio y sacó de su mente fantasiosa un argumento tan endeble, como fue decir que CCYSA había dejado de recolectar los desechos sólidos del municipio.
Sometido a juicio, la sentencia obliga al Ayuntamiento de Minatitlán a pagar los adeudos por el servicio de limpia pública y 192 millones de pesos por daños, que sería lo que CCYSA obtendría en 15 años de trabajo, en los términos de la concesión. Cuando conoció la resolución judicial, interpuso argumentos legales y aminoró el daño. Pero ahora su suerte se ha complicado aún más.
Notificada oficialmente, doña Lupe Porras se ha negado a pagar lo que el Tribunal de lo Contencioso Administrativo le ha ordenado. Es decir, la alcaldesa de Minatitlán ha incurrido en un abierto desacato a un juez, lo que da la medida de su desprecio por la ley.
Guadalupe Porras es la antítesis de sí misma. Parte de su vida pública la dedicó a ser agente del Ministerio Público. Debiera conocer la ley, ajustarse a derecho y comprender lo que significa el término “desacato”. Por ello, el abogado de CCYSA, Jorge Alberto Ocampo Espinoza, acaba de presentar una denuncia formal ante la Procuraduría de Justicia de Veracruz y ante la Fiscalía Especializada para Delitos Cometidos por Servidores Públicos.
Entre los delitos que se le imputan, están abuso de autoridad, despojo, atribuciones indebidas, ejercicio de atribución distinta a la que le fue encomendada, retención de unidades de transporte, más las que le resulten.
Lo que habría evitado si hubiera acatado la sentencia del Tribunal.
Archivo muerto
Hay pánico en el PRI. “Viene lo mejor; viene Yunes” es un anuncio espectacular que cimbró las estructuras de la fidelidad. Exaltó los miedos del gobierno que se va y que intenta la reelección de facto, disfrazada, a través del ejercicio perverso de imponer al diputado Javier Duarte como heredero del feudo veracruzano.
La leyenda caló hondo. “Viene lo mejor; viene Yunes”. Ni el panista Miguel Angel Yunes Linares ni los priístas Héctor Yunes Landa —primo de aquel— ni José Francisco Yunes Zorrilla —sobrino de éste— la hicieron suya. Lo cierto es que decenas de espectaculares fueron destruidos, rasgados, bajados a tirones por la mano de los enemigos de los Yunes, que pudiera ser el gobernador Fidel Herrera Beltrán y su pandilla, o por los yunistas para endosarle la culpa al priísmo radical.
“Viene lo mejor; viene Yunes” ya cumplió su objetivo: puso al borde de un ataque de nervios al alto mando priísta. ¿Pues no que Yunes no tiene con qué aplastar a un tal Javier Duarte, el engendro fiel? Hay pánico y habrán más episodios de zozobra. Por lo pronto, la reacción es un mensaje de violencia electoral, violencia fiel...
¿Quién es ese joven panista que se hacía pasar por representante de Felipe Calderón y con ese carnet de identidad le sacó varios miles a colonos y ejidatarios de Coatzacoalcos, a los que aseguraba les prodigaría beneficios sociales? Como era obvio, aquella tomadura de pelo lo mantiene alejado de las zonas marginadas.
Su pareja para estafar votantes era la activista de lujo del Clan Guízar en Ciudad Olmeca, al poniente del municipio... Nueva vista del ex senador Manuel Ramos Gurrión a Coatzacoalcos.
Estuvo en su tierra natal en la segunda semana de enero, como antes lo hiciera en diciembre. Ramos Gurrión es operador del PRI en la delegación Iztacalco y es uno de los priístas más cercanos a la lideresa nacional del PRI, Beatriz Paredes Rangel, así como asesor de su partido en la Cámara de Diputados.
Su presencia mueve a preguntar: ¿le está tomando doña Beatriz el pulso al sur de Veracruz, al duartismo e incluso al panismo?...
Daniel González Fuentevilla, ex delegado de la Contraloría estatal, aspira a ser integrante del Consejo Municipal Electoral de Coatzacoalcos. El priísta es uno de los más fervientes seguidores del diputado Gonzalo Guízar Valladares, al que sirve sin reparo y sin mesura.
La oposición —PAN y PRD— que han venido revisando las listas de aspirantes a formar parte de los órganos electorales, lo ven con recelo y de su cuenta corre que González Fuentevilla no cumpla su misión de infiltrar el Consejo Municipal Electoral.
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