* Conferencia homofóbica en el PRI * Sánchez Abreu olvida que hay una coordinación por la diversidad sexual en el comité que él encabeza * La Asociación de Periodistas de Coatzacoalcos, acéfala de octubre de 2009 a enero de 2010 * La entrega de predios a una organización sin directiva

 

Fidel Herrera Beltrán finalmente lo logró: dividió al PRI; lo disgregó; humilló a los grupos de poder; desdeñó a las corrientes beligerantes; agravió al priísmo por la necedad de impulsar a su delfín, Javier Duarte de Ochoa, sin medir las consecuencias de su actitud soberbia, y provocó con ello una fractura de previsibles consecuencias.

Llega así al final de la contienda interna. Transita el gobernador por una ruta suicida en sus afanes de imponer a su sucesor, el diputado Duarte, futuro intendente, si logra concretarse el plan, del gran peculado a las arcas veracruzanas, a quien el destino y don Fidel le deparan ser el encubridor mudo y sordo del desgobierno sexenal en que se ha sumido el pueblo jarocho.

Quedan unos días para decidir la candidatura del PRI al gobierno de Veracruz. Javier Duarte de Herrera no llega solo; fue imposible someter al diputado local Héctor Yunes Landa y al diputado federal José Francisco Yunes Zorrilla.

 

Aquel echador y respondón, montado en el discurso de la legalidad y el respeto a los derechos del priísta, renuente a ser excluido de la contienda por serle incómodo al sultán veracruzano.

 

Este, mesurado, conciliador, menos audaz, siempre aportando la imagen del respeto a las decisiones de las mayorías, que en lenguaje de priístas, no son más que los acuerdos de cúpulas de poder.

Sea como sea, impuesto o no Javier Duarte de Herrera, el proceso ha sido un fracaso para el gobernador de Veracruz. Político de tiempo completo, político hasta cuando duerme, don Fidel no logró alisar a sus adversarios.

 

Careció de la habilidad para someter con argumentos; perdió la autoridad moral que se requiere cuando se es el jefe de las instituciones del estado; fue víctima de sus ofertas políticas con las que hace seis prometía a todos que les tenía reservada la gubernatura si a cambio lo acuerpaban para llegar al gobierno de Veracruz. Mentir fue su principal error.

Hoy, la sucesión está descompuesta. Se la echó a perder Héctor Yunes Landa con su activismo por la candidatura.

 

Yunes Landa se negó a callar, a conceder. Promete, eso sí, no levantarle la mano a un candidato que sea producto de la imposición. Ve en el horizonte la debacle que provocará el Proyecto Duarte. Pepe Yunes se sabe en el justo medio. Fue traicionado por Fidel Herrera en 2006; le operó votos en contra y le impidió ser senador de la República.

Imponer a Javier Duarte lleva al PRI a un escenario de simulación. Aclamarán las bases al diputado gordobés, pero soltarán la elección del 4 de julio; inclinarán su voto por los candidatos panistas o perredistas, y serán el motor de una tragedia.

Hay ya otros frentes abiertos. Américo Zúñiga dejó la secretaría de Trabajo para contender por la alcaldía de Jalapa. No es la carta del gobernador Fidel Herrera Beltrán y es, en cambio, un factor más de la fractura priísta.

Así está Veracruz. Públicamente se acusa al líder estatal del PRI, Jorge Carvallo Delfín, de pretender imponer candidatos impopulares. Se le increpa y se le trata con aspereza. Ocurre lo mismo en Cosoleacaque, en el norte y en el centro.

Anda políticamente maltrecho don Fidel . No unificó; dividió. Colapsó al PRI, agravió a los grupos de poder. Piensa que Javier Duarte lo vale.
Allá él.

Cada vez más extraviado el presidente del PRI en Coatzacoalcos, Juan de Dios Sánchez Abreu. El 5 de enero convocó a una conferencia titulada “Autoestima” que terminó siendo una cátedra de homofobia.

 

El expositor, Esteban Morán, de la Fundación Tlahuilli Pilli A.C., inició con un exhorto a quienes tienen tendencias homosexuales a mostrarse sin complejos, a salir del clóset y aceptarse a sí mismos.

 

Y acto seguido, tácitamente los descalificó y hasta ofreció “ayudarlos”, como si se tratara de una enfermedad contagiosa. Causó tal reacción entre los priístas, que los 50 asistentes terminaron preguntando qué tenían que ver su evidente homofobia con la autoestima que supuestamente era el tema de la conferencia.

 

 ¿Se habrá olvidado Sánchez Abreu que el 30 de octubre de 2009 presentó a los dirigentes de la Coordinación de Integración Social y Diversidad Sexual del PRI local, y que declaró que en el tricolor caben todos y “todas”? Bien por el PRI.

 

 Tiene al líder que se merece... Vacío legal en la Asociación de Periodistas de Coatzacoalcos. Benita González Morales, su presidenta, asegura que será hasta febrero cuando entre en funciones, una vez que rinda su protesta ante el gremio.

 

Pero si la memoria no falla, el 17 de octubre de 2009 se realizó una asamblea —sin qúorum, como ya es costumbre en la APC, y sin pase de lista de asistencia, aunque sí con cierta formalidad, entre amigos y oradores, y gran despliegue publicitario— en la que la directiva saliente, encabezada por Alfonso Villalobos Alafita, entregó la documentación respectiva al comité directivo encabezado por Benita González.

 

Si aquello no fue un relevo formal, ¿entonces qué fue? Una secuencia gráfica determina que Villalobos Alafita leyó un informe a las 10:36 de la mañana; hizo la entrega de la documentación a las 11:36, y la nueva directiva se tomó la foto oficial a las 11:53 de esa mañana.

 

La convocatoria a esa asamblea había establecido en su punto medular que se realizaría el “proceso de entrega-recepción de directiva” .

 

Así fue profusamente difundido. Villalobos Alafita concluyó su gestión ese día, pero Benita González no rindió protesta y por lo mismo no asumió la presidencia de la APC. Diario del Istmo la denomina “presidenta electa”.

 

 Es decir que de octubre a enero la Asociación de periodistas de Coatzacoalcos ha estado acéfala. En ese lapso se realizaron diversos trámites legales que de origen son irregulares. Por ejemplo, el 17 de diciembre de 2009 se entregó el terreno que el gobierno de Veracruz asignó a la APC. ¿Ante qué directiva si Villalobos Alafita dejó la presidencia el 17 de octubre y Benita González aún es “presidenta electa”? Dicho en cuatro palabras: ¿Dónde quedó el piloto? Mañana otro capítulo del enredo de papel...