* Otra de la Asociación de Periodistas: la directiva de Villalobos Alafita fue electa en un domicilio que no existe * Reactiva Natalio Bernal la corresponsalía de El Universal en Coatza

 

Jaime Quintanilla Hayek, primo de la actriz Salma Hayek, es un empresario de medio pelo y un político peor. Fue panista, quiso ser diputado federal y ahora es fan de Javier Duarte de Ochoa, su futuro operador financiero y un sórdido generador de dinero de origen turbio y a veces ilícito.

Su meteórica carrera sería la envidia de muchos, si no mediaran algunos episodios judiciales que lo tienen a un paso de la cárcel. Cliente cautivo de tribunales civiles y federales, anda envuelto en una investigación ejecutada por la Procuraduría General de la República (PGR) y no hay instante que los sabuesos de la dependencia le quiten la mirada de encima.

Hace unas semanas, la PGR solicitó que fuera otorgada una orden de aprehensión por la comisión de delitos tales como asociación delictuosa y uso de documento falso en agravio de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, a la que le birló, valiéndose de dos sentencias judiciales falsas, casi cinco millones de pesos por la afectación del terreno en que se construye el Libramiento Vial de Coatzacoalcos.

Junto con Jaime Quintanilla Hayek están denunciados y consignados su padre, Jaime Fidel Quintanilla Garza; su tío, Sami Hayek Domínguez, y su abogado, Cosme Atonaltzin René Cruz Cruz. Sin embargo, esa denuncia y la pesquisa judicial se convirtió en un caso espinosísimo porque el joven Jaime Quintanilla no es cualquier pelado de vecindad.

 

Se trata del futuro operador financiero del delfín de la sucesión veracruzana y casi impuesto candidato del PRI al gobierno de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, además de ser primo hermano de la actriz Salma Hayek Jiménez.

En términos de la documentación integrada por la PGR, una vez que fue denunciado por la empresa Servicios de Ingeniería, Medición y Controles, S.A. de C.V. se le abrió la averiguación previa AP/PGR/VER/CTZ/1/1872009, la cual establece que Jaime Quintanilla y sus socios en la empresa Inmobiliaria Parque Industrial Coatzacoalcos falsificaron dos sentencias judiciales a fin de invalidar un título de propiedad de los hermanos Raúl, Manuel, dolores y Bernardo Bringas Burelo, cuya validez ha sido avada por gobiernos estatales, por el Registro Público de la Propiedad y por diversos jueces.

Haberse hecho pasar por dueños de los terrenos afectados por la construcción del Libramiento Vial, un predio de 49 hectáreas, les permitió cobrarle a la SCT casi 5 millones de pesos de manera fraudulenta. El pago se realizó entre el 24 de noviembre de 2004 y el 14 de marzo de 2005.

 

Cobraron las siguientes cantidades: un millón 695,555 pesos —cheque 0001724 de Banamex—; un millón 587 mil pesos —cheque 0001732 de Banamex—, y un millón 633,169.40 pesos —sin especificar número de cheque e institución bancaria—.
Los peritajes, el suministro de información del Centro SCT de Veracruz y la denuncia de la empresa dueña del terreno, establecieron que el Clan Quintanilla-Hayek obró con dolo, falsificó documentos oficiales, engañó a la SCT, le causó daño patrimonial y agravió al erario público federal.

 

De ahí que la PGR solicitara que le fuera obsequiada la orden de aprehensión. En primera instancia, el juzgado federal se declaró incompetente y lo trasladó a una instancia del fuero común, o sea a terreno del gobierno de Veracruz donde Jaime Quintanilla ha venido siendo solapado. No obstante, el caso se ha dimensionado y se está en espera de que sea remitido nuevamente a esferas federales.

Curiosamente y pese al cúmulo de evidencias que revelan la falta de escrúpulos, su audacia infinita para falsificar pruebas y que se demostró finalmente no ser propietario de los terrenos afectados por el Libramiento Vial, la SCT se abstuvo de presentar denuncia contra Jaime Quintanilla y sus socios.

 

Insólito; su argumento fue que “la indemnización de que se trata no causó afectación al patrimonio de la Federación, dado que los denunciados comprobaron ante dicho organismo que eran propietarios del predio en cuestión”.

No fue así. La documentación usada por Quintanilla para comprobar “que eran los propietarios del predio” eran dos sentencias falsas, como se demostró en juicio. Los expedientes correspondían a juicios por pensión alimenticia entre particulares. La SCT actuó en contubernio y pagó a quien no es propietario del terreno.

Aún así, Jaime Quintanilla confía en su suerte. Fue panista, quiso ser diputado federal, sin lograrlo. Ahora es seguidor de Javier Duarte de Ochoa, el futuro candidato del PRI al gobierno de Veracruz, quien aprecia su habilidad para los negocios inmobiliarios.

Ya se ve don Jaime en tareas de operador financiero del futuro gobernador.

Una más de la Asociación de Periodistas de Coatzacoalcos: el acta notariada que consigna la “elección” —sin quorum legal— de la directiva que encabeza o encabezó Alfonso Villalobos Alafita, adolece de un grave error.

 

Establece que la “asamblea” se realizó en el domicilio social ubicado en Ignacio de la Llave 401. Falso. Esa dirección corresponde al parque Independencia.

 

La sede de la APC, según un documento firmado por Villalobos Alafita, se halla en Ignacio de la Llave 404 Departamento 15. Es decir, legalmente, la asamblea no existió; cuando menos eso es lo que consta en el acta número 17,756, de fecha 13 de febrero de 2006, elaborada por el entonces notario 12, Guillermo Hernández Peredo... Se reactiva el periodista Natalio Bernal Amador en la corresponsalía de El Universal en Coatzacoalcos.

 

El sábado 23, reseñó la muerte de un joven al electrocutarse mientras colocaba un anuncio espectacular del informe de actividades del diputado Gonzalo Guízar Valladares.

 

El rotativo nacional tituló la nota “Trabajador de empresa publicitaria muere electrocutado”, en la cual hizo referencia a la guerra de mantas y espectaculares. Natalio Bernal es un experimentado periodista con casi 30 años en el medio y con un prestigio ganado a pulso. Enhorabuena...