Roselia Barajas de Robles Martínez también tiene sangre traidora. Siendo perredista, fue candidata a diputada federal plurinominal por Convergencia por la Democracia, trabajó contra el Partido de la Revolución Democrática y alentó a otras fuerzas emergentes para menguar la fuerza del PRD.
Su traición al PRD fue obvia, evidente, pública y descarada. Al principio, cuando Convergencia registró a sus candidatos a las diputaciones federales de representación proporcional, Roselia Barajas apareció en el primer lugar de la lista correspondiente a la tercera circunscripción, a la cual pertenece el estado de Veracruz. Ese estatus le garantizaba su llegada a la Cámara de Diputados, con la votación nacional que Convergencia tuviera, a menos que por no alcanzar el 2 por ciento de votación general, hubiere perdido su registro.
Poco después, sin embargo, conoció en carne propia que una cosa es la palabra del político y otra la realidad. Al ser registrada la lista definitiva de Convergencia ante el Instituto Federal Electoral, Roselia Barajas pasó de la primera a la cuarta posición, lo que la aniquiló de tajo.
Disipado el sueño de ser diputada federal por segunda ocasión –la primera fue en 1997 por el PRD— asumió la innoble talacha de golpetear a su partido. Movió cuanto tuvo a su alcance para impulsar al candidato del Partido del Trabajo-Convergencia, Antonio Williams Rojas, y desplegó campañas mediáticas no a favor del PRD sino de los antiguos aliados del PRD, hoy en franca y abierta confrontación.
No se advierte semejante escena de traición a su partido cuando el PRD era manejado por Andrés Manuel López Obrador. Vinculada al mesiánico líder, Roselia Barajas se hizo relatora de un engendro sin pies ni cabeza llamada Convención Nacional Democrática, de la que consignaba hechos y discursos más como anecdotario que como proyecto político de resultados.
Ya en campaña, mostró dotes histriónicos y vena actoral al denunciar que el movimiento social creado por López Obrador lo había abandonado. No aludió, en cambio, a las locuras del Peje, la toma de calles en la ciudad de México; su payasada de ser “presidente legítimo”, la asignación de salarios a los miembros del “gobierno legítimo”, y el rencor manifiesto de haber perdido la Presidencia de México y no tener las agallas de reconocer y aterrizar la derrota.
Roselia Barajas es integrante del staff de simuladores que siguió en su aventura a López Obrador. Saboteó al PRD, lo traicionó, transgredió los estatutos, las normas internas, los acuerdos de consejo, la dignidad política y se postuló por otro partido.
Su naturaleza es traidora. En los hechos lo demuestra.
Así es Roselia.

Archivo muerto

Fuera de lugar, Iván Hillman Chapoy, en aquella reunión, en Perote, en casa del hoy diputado federal electo por Coatepec, José Francisco Yunes Zorrilla. Se hallaban ahí Javier Duarte de Ochoa, quien ganó la diputación por Córdoba; Adolfo Mota Hernández, actual diputado federal por Coatepec y próximo integrante del gabinete de Fidel Herrera Beltrán; Américo Zúñiga Martínez, secretario del Trabajo en Veracruz y futuro candidato a la alcaldía de Jalapa, y Salvador Manzur Díaz, diputado federal electo por Boca del Río. El único perdedor —depositario de una vergonzosa derrota— fue Iván Hillman, a quien el Partido Acción Nacional apaleó sin misericordia en las urnas, el 5 de julio... ¿O acaso lo llevaron para que sirviera las copas y lavara los platos?... Hoy, en la residencia oficial de Los Pinos, el gobernador Fidel Herrera Beltrán presentará los beneficios que traerá en generación de empleo, mejoramiento del nivel de vida de los habitantes y desarrollo económico e industrial, el Proyecto del Corredor Transístmico. La exposición al Presidente Felipe Calderón Hinojosa estará a cargo del secretario de Comunicaciones de Veracruz, Marco César Theurel Cotero, quien hará la explicación técnica y económica. Hablará de la necesidad de concluir los tramos carreteros pendientes, el libramiento vial de Coatzacoalcos, instalar una grúa para movimiento de mercancías en el área portuaria y suministrar recursos para continuar con la obra del túnel sumergido… Manuel Barclay Galindo, gerente de INVIVIENDA, será demandado por falsedad de declaraciones ante una autoridad. Lo trae entre ceja el constructor Oscar de la Cruz Cruz, propietario de la empresa Vivienda Industrializada de Coatzacoalcos, a raíz de una serie de demandas civiles y penales para no reconocerlo como dueño del predio Santa Eugenia, ubicado junto a la colonia Santa María, y que en tribunales lo que único que demostraron fue que el contratista es el auténtico titular del terreno. Lo último que le habría de aguantar Oscar de la Cruz fue la invasión por parte de Antorcha Campesina, que pese a vociferar que tenían derechos para adquirir ese espacio, se marcharon. Barclay enfrenta ahora acusaciones graves que podrían llevarlo a prisión… El no pertenece a la generación del caos ni se anda orinando en la Plaza de la Bandera, como lo hiciera Javier Gasteasoro. El hizo algo más trascendente. Un día, subidísimo de copas, en el table dance News, llamó a una bailarina; le invitó unos tragos; pidió que la chica le danzara ahí, en corto, frente a todos; ella accedió y él, chamaco como es, se prendió. Entonces le afloró la vena artística. A la siguiente pieza, el teibolero fue él. La chica permanecía sentada y él danzaba cachondo. Cada vez más cerca, a los tumbos, terminó restregando su cuerpo en el de la joven bailarina. Y de pronto, el bochorno. El prometedor joven, no de la generación del caos sino del caos en acción, se había orinado sobre la chica del table. Y se armó la grande, los reclamos, la indignación. Toda una historia de jet-set…