* Boicot a la revista * Compras masivas de ejemplares * Circula el reportaje por internet * Rotter le pagó a Diario del Istmo 20 millones en un año
Rara vez se había enredado tanto Fidel Herrera Beltrán como ahora que protagoniza un escándalo nacional por la acusación de haber entregado Veracruz al crimen organizado y sostener encuentros furtivos, en lo oscurito, con los jefes de La Compañía, uno de los rostros de los Zetas, la banda del narcotráfico, como lo consigna la revista Proceso.
Su primera reacción fue un exabrupto de predecibles consecuencias. Categorizó como una infamia la publicación de Proceso. Dijo que es un ataque a Veracruz. Aseguró que es intento de pararlo, supuestamente en sus aspiraciones políticas.
Ahora, cabeza fría, intenta enmendar el yerro. Dice, por ejemplo, que Veracruz es estado de leyes, donde no se tiene ningún tipo de tolerancia con las cadenas del crimen organizado ni con los delincuentes. Recurre, como es su costumbre, a la retórica confusa, al juego de palabras donde se dice mucho para no decir nada.
Don Fidel trae atorado a Proceso. Sostiene que no demandará a la revista, pero que acudirá a las instancias judiciales para que se tipifique la difamación, aunque “no persigue periodistas”.
Con su habitual cantinfleo, dice el gobernador de Veracruz:
“Dije que alguna persona me estaba difamando; el medio es Proceso. Ya estuve con su director. A los medios de comunicación les expreso mi reconocimiento.
En Veracruz hay libertad de expresión. Al periodista simplemente por su investigación me hubiera gustado que refiriera, como es la característica de un medio tan serio como es Proceso, de la fuente, pero ahí se omite”.
¿Entonces? ¿Demanda o no demanda a Proceso?
Basa su tesis en que es difamado y que “el medio es Proceso”. Ya no invoca el término “infamia” con que describió inicialmente el reportaje de Proceso.
Luego expresa:
“Que me haya reunido con un delincuente, pero ni por la mente; ni antes ni ahora, ni nunca, por convicción, ni por respeto a la ley, y afortunadamente en Veracruz todos nos conocemos, sabemos quien anda con quien y de donde vienen las cosas”.
Con esa claridad de ideas, Fidel Herrera tendría identificada la mano que movió a Proceso y lo relacionó con los jefes de los Zetas o La Compañía. “Sabemos quien anda con quien y de donde vienen las cosas”, dice pero guarda la identidad. Deja de nuevo a Proceso en el estatus de medio que pega por encargo.
Su defensa, sin embargo, no pasa del fraseo fiel. No toca los puntos medulares del reportaje de Proceso. Aquí unos fragmentos del reportaje:
“Pagados por la mafia durante los años que coinciden con el gobierno de Fidel Herrera, los testigos sostienen que La Compañía en Veracruz no se entiende sin las principales autoridades estatales. Y mencionan varios hechos de esa presunta relación.
“El primero, una supuesta reunión de Fidel Herrera y sus principales jefes de seguridad y justicia con Braulio Arellano Domínguez, conocido como el Zeta-20, El Gonzo o El Verdugo, muerto el pasado 3 de noviembre en un enfrentamiento con elementos federales e infantes de Marina en el municipio de Soledad de Doblado, en el centro de Veracruz.
“Los declarantes sostienen que el alegado encuentro con el entonces jefe de Los Zetas en Veracruz ocurrió a finales de 2008 en el hotel Mabiel (Maviel's), frente al hospital Gómez Farías, en Coatzacoalcos”.
Luego se refiere a otro encuentro, en noviembre de 2008, previo a su IV informe de gobierno, en el fraccionamiento Las Animas, en Jalapa.
“Según su versión —publica Proceso—, en la fiesta estuvieron El Gonzo y Miguel Angel Treviño Morales, el presunto jefe e los Zetas en Veracruz. También refieren otros festejos que tuvieron lugar en el mismo lugar en diciembre último”.
Fidel Herrera dice que no es cierto. ¿A quién creerle? ¿A Proceso o a Fidel?
Archivo muerto
Evidencias de que sí hubo decomiso de la revista Proceso en Veracruz. El reportaje sobre las ligas de La Compañía, apéndice de Los Zetas, con el aparato de poder fidelista irritó tanto al círculo cercano al señor feudal, que en Coatzacoalcos se realizaron compras masivas de la revista.
En Liverpool y Sanborns, ambos instalados en Plaza Forum, los empleados del área de librería confirmaron a este columnista que un sujeto requirió le fuera vendida toda la edición, tanto los ejemplares que se hallaban a la vista como los paquetes que tuvieran en bodega. El lunes, Proceso se distribuyó en los estanquillos y expendios. Un par de horas después un sujeto compró todos los ejemplares.
En internet circulan correos con títulos como “LA EDICIÓN DE LA REVISTA PROCESO QUE FIDEL MANDO A RECOGER EN VERACRUZ”, “REVISTA PROCESO: FIDEL HERRERA, ALIADO DEL CARTEL LA COMPAÑIA” Y “EL CARTEL LA COMPAÑIA SOMETE A VERACRUZ”. Se adjuntan siete archivos: uno con la portada de Proceso y seis con las planas en interiores, en formato PDF.
La intención es que el contenido del reportaje se recicle, que circule, que llegue a los lectores, que contrarreste el velo perverso del silencio. Por donde se le vea, el régimen de la fidelidad intenta boicotear a Proceso.
En Reforma, el periodista Miguel Angel Granados Chapa también alude a la compra masiva de ejemplares de Proceso. Pero dice Fidel que a los medios de comunicación les expresa su reconocimiento.
Se ve que sí... ¿Que cuánto le facturó Diario del Istmo a Armando Rotter en su último año como alcalde de Coatzacoalcos, en 2000? No se sabe a ciencia cierta. Lo que sí se sabe es que las entregas de dinero sumaron 20 millones de pesos. Y hay evidencias...
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