* “Que le baje de huevos” * La insidia del gobernador y el poder usado para la venganza * Iván Hillman también rehúye el caso Yuribia * El Cisne Silva va por la diputación federal * El caso Pancho Colorado en la campaña por Tuxpan * Fidel viaja a EU por la salud de su hijo * Otro notario camino a los tribunales.
Maryjose Gamboa Torales es una periodista indomable, de una pieza, de juicios certeros, puntillosa, contundente en toda la extensión y con mucho, mucho valor. No la amedrenta nadie. No la doblega la cárcel. No la tuerce nada, ni la campaña sucia, ni las amenazas. Es una guerrera y logrará su libertad.
Lleva cinco meses en prisión. Es la presa política del gobernador Javier Duarte de Ochoa, como la define el periodista Aurelio Contreras. Ahí la tiene por el atropellamiento de José Luis Burela López, muerto en el accidente el 12 de julio cuando intentaba cruzar el bulevar Miguel Alemán, en Boca del Río, teniendo a unos metros el paso peatonal.
Maryjose Gamboa no huyó. Frenó el auto y regresó al sitio en que se hallaba el joven Burela López. Dio aviso a la autoridad. Permaneció hasta la llegada de los agentes de Tránsito.
No presentaba estado etílico ni manejaba con exceso de velocidad.
Se sabía inocente, involucrada en el percance que le costó la vida a José Luis Burela, pero sin responsabilidad. Ella, como lo ha repetido siempre, no provocó el accidente. Él —Burela López— debió usar el paso peatonal y no lo hizo.
Javier Duarte la hizo su rehén. Perverso y ruin, el aparato duartista le complicó el caso. La retuvo en prisión. Inventó que presentaba estado etílico y que corría más allá del límite de velocidad.
Su alegato estuvo basado en argumentos frágiles, insostenibles, falsos, fuera de la realidad, pues el mismo procurador Luis Ángel Bravo Contreras, alias “Culín”, admitió que la periodista se negó a practicarse el examen médico ante el Ministerio Público.
Y cómo no hacerlo así sabiendo los alcances criminales del régimen duartista, pues la habrían incriminado con una evidencia artificial.
Critica terrible del gobernador de Veracruz, Maryjose Gamboa vive desde entonces la inquina de Javier Duarte. Sortea las trampas del procurador “Culín” Bravo, su mano sucia en las pruebas del MP, vencido en tribunales federales que otorgan amparos y más amparos a la columnista de Notiver, su inocencia cada vez más cerca.
Vive —si a eso se le puede llamar vivir— Maryjose Gamboa en el penal de Tuxpan. Allá fue enviada, a territorio zeta, donde le dijeron sus custodios, una punta de desgraciados que la maltraron e intimidaron mientras iniciaban el traslado, que era aquel reclusorio parte de los dominios del todavía vocero de Duarte, Alberto Silva Ramos. ¿A poco es zeta El Cisne?
Maryjose Gamboa reanudó su columna Al Aire.
En ella narra sus días de encierro y el desastre de poder de Javier Duarte, Veracruz a pique, destrozado financieramente por una pandilla que no llegó a gobernar sino a robar y enriquecerse.
Reiniciadas las entregas de Al Aire, sobrevino la amenaza. Lo narra la periodista Sandra Segura en Notiver. Recoge las palabras de Maryjose Gamboa. Lo publica el martes 23.
Sonó el teléfono de Aracely Gamboa, hermana de la periodista. “Dile a tu hermana que le baje de huevos y tú, cuídate”.
No le asalta la duda a Maryjose Gamboa: “Es porque he vuelto a escribir; así nada más”.
Aracely permanece junto a la periodista. Asiente con la cabeza. Confirma la versión. La llamada fue recibida y su origen fue un “número privado”, pero la víctima de esta nueva infamia lo pone a disposición de las autoridades para que indaguen quién envió la amenaza.
“La vida aquí es difícil —dice Maryjose Gamboa— y aquí nadie te asegura nada. Han estado amenazando de nueva cuenta a mi familia desde que escribo… Responsabilizo desde luego a Luis Ángel Bravo Contreras y a Javier Duarte de cualquier cosa que (ocurra) aquí adentro o allá afuera”.
No le tiembla la voz para señalar:
“Él (Javier Duarte) no entiende que voy a dejar de escribir lo que escribo hasta que modifique la realidad. El encierro no me va a cambiar la forma de escribir. Él sabe que lo que está haciendo es una canallada y tal vez en el último segundo de su vida se detenga a pensar y tendrá conciencia de la injusticia que cometió conmigo”.
Es víctima de la fobia del fidelismo, enmascarada en el régimen duartista, hacia el ex candidato panista a la gubernatura de Veracruz, Miguel Ángel Yunes Linares, su amigo y con cuyo hijo, el alcalde de Boca del Río, Miguel Ángel Yunes Márquez, colaboró en el Instituto Municipal de la Mujer hasta su aprehensión.
Sufre un acoso brutal, la cárcel de por medio, un delito inventado, agraviada por las truculencias de Proculín Bravo, la manipulación de la ley para arremeter contra los adversarios, la campaña de lodo con que la difaman, la insidia al grado de arrebatarle a su hija, la perversión en toda su magnitud.
Enfrenta ahora una nueva amenaza. “Dile a tu hermana que le baje de huevos y tú, cuídate”, le soltó la voz del duartismo en una llamada.
Javier Duarte se desliza por el tobogán de la inmoralidad. Un día dijo que su héroe ideal era Francisco Franco, el dictador español. Con él se identificaba. Ignorante, no reparó en que Francisco Franco fue un represor, asesino de miles, perseguidor de sus enemigos, a quienes sus esbirros le aplicaban torturas crueles. Y hoy la historia lo condena.
Javier Duarte no es un dictador ni para allá. No se es dictador cuando el talento escasea. No es suficiente la fuerza bruta; la inteligencia también cuenta. Lo que asoma en el gobernador es la crueldad hacia quienes amenazan su poder, efímero poder que una vez perdido, extingue la inmunidad y cancela la impunidad.
Amenazar desde la cobardía de una llamada telefónica es táctica de la fidelidad y el duartismo. Maryjose Gamboa no es la primera en pasar por esa experiencia. Así ha ocurrido con la mayoría de los periodistas críticos de Veracruz, algunos ya muertos.
Jurídicamente el caso Maryjose favorece a la periodista. Jueces federales le han otorgado amparos que determinan que no es objeto de juicio por no existir evidencia que la incrimine.
No acredita el MP que haya manejado en estado etílico ni a velocidad inmoderada. Aún así, la pandilla duartista quiso que el caso fuera atraído por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que resolverá en enero de 2015.
Mientras ello ocurre, Maryjose Gamboa y su familia sufren la amenaza, el agravio, la intimidación.
Indomable, sin embargo, sabe que, guerrera como es, pronto logrará su libertad.
Archivo muerto
Siempre hay un roto para un descosido. Mónica Robles Barajas e Iván Hillman Chapoy lo son. Ella, diputada local por Coatzacoalcos, no se inmiscuye en la crisis provocada por la toma de la presa Yuribia. Él, gerente de la Comisión Nacional del Agua en la zona Golfo-Centro, o sea Veracruz, tampoco mueve un dedo. Sabe Iván Hillman que el tema es federal, que el agua es un recurso del subsuelo, que por ley es el gobierno federal el que debe garantizar que el sistema hidráulico funcione y opere, pues cobra Conagua sus derechos por el uso del agua. A Mónica Robles, su esposa, la diputada local, le vale porque Coatzacoalcos sólo es un accidente en su vida y todavía más en su improvisada e incipiente vida política. Pero Iván Hillman es oriundo de Coatzacoalcos, fue alcalde —de pésima actuación, por cierto— y a través de su plataforma política Integra, dice mantener vínculos con sectores sociales desprotegidos. En los hechos, Iván Hillman deja correr el conflicto por el Yuribia, el desabasto de agua a Coatzacoalcos, el secuestro de la presa en territorio de Tatahuicapan, pese a que se trata de un recurso federal. Pero la omisión trae consecuencias. No cuidó las formas Iván El Terrible; los ivanistas pagan la factura...
Frívolo, fan del selfie, Alberto Silva Ramos va ahora por la diputación federal en Tuxpan, su tierra natal. Pasó por la Coordinación de Comunicación Social del gobierno duartista sin pena ni gloria, dedicado al Twitter, a encresparse y reñir en público con el ex candidato panista al gobierno de Veracruz, Miguel Ángel Yunes Linares, sobre las torpezas del desgober Javier Duarte de Ochoa, la debacle veracruzana, la crisis de inseguridad, los muertos, los secuestrados, los levantados. En eso perdía el tiempo Silva Ramos, alias El Cisne o El Pavorreal, y no en los asuntos de su encargo, la imagen del gordobés y su gobierno que sigue en picada, causando lástima, el peor entre lo peor. Silva Ramos irá a enfrentar el repudio de los tuxpeños, a quienes dejó una deuda descomunal cuando fue alcalde y un pleito perdido contra el Instituto Mexicano del Seguro Social. Quiere ser diputado federal cuando lo sigue, lo persigue y lo exhibe la vinculación de los Silva Ramos al narcoempresario fidelista Francisco Colorado Cessa, preso y sentenciado a 20 años de prisión en Estados Unidos por lavado de dinero a favor de Los Zetas. Encarcelador del periodista Jorge Manrique, el Cisne Silva gustaba de exhibir a su hijo Emiliano Alberto en las redes sociales y luego fraguó un montaje para acusar extorsión. Abusivo, soberbio, provocador de violencia y rencores en las redes sociales, enfrentará el fallido vocero a los grupos políticos que agravió cuando buscaba la alcaldía de Tuxpan. Lo esperan con gusto para cobrarle viejas cuentas. El caso Pancho Colorado será un tema recurrente en la campaña por la diputación...
Viajó el ex gobernador Fidel Herrera Beltrán a Estados Unidos, el miércoles 24. Atiende la salud de su hijo Fidel Herrera Borunda, aquejado por un problema en el páncreas que se reveló en los primeros días de diciembre y que amerita estudios y un diagnóstico de alto nivel. Al margen de su actuación política, su mayor prioridad es la familia, sus hijos ante todo...
¿Quién es ese notario público que en breve enfrentará una contundente denuncia por prestarse a usar documentos y actuaciones jurídicas que sirvieron para que su cliente intentara cobrar al gobierno de Veracruz una indemnización que no le corresponde; o sea, un vil fraude?...