* Mezhua rechaza el dedazo de Dante a favor de Amado Cruz * Vaticina que el PRD tendrá “alcaldesa” en Coatza * Víctor Márquez, nuevo dirigente municipal del PANAL * Rotter acudirá al registro de Javier Duarte
A Gerardo Buganza Salmerón se le relaciona con la ultraderecha y, peor aún, con El Yunque. Se le supone vinculado al ala radical del catolicismo, con un proyecto que no mira hacia abajo, que desdeña las demandas sociales y que atiende a una escalada conservadora para detentar el poder del Veracruz.
Era —y es— un enemigo potencial de la izquierda política. Icono de la derecha en su natal Córdoba, Buganza fue senador y diputado federal. Detentó prestigio, solvencia y una aureola de credibilidad que sólo a unos cuantos se les confiere. Así forjó su figura política y una imagen que lo llevó a ganar la gubernatura del estado en 2004 aunque un fraude electoral le impidió ser gobernador.
Es, pues, un político de derecha, formado en escuelas confesionales y destinado a atesorar recursos y disponer de solvencia económica con la creación de empresas.
Tuvo su cenit político en aquella elección, en 2004. Motivó al electorado y lo hizo salir a las calles, acudir a las urnas y obligar al PRI a echar mano de sus tretas para retener el poder.
Después de aquel momento, Buganza se apagó. Disfrutó vacaciones políticas. Cedió espacios. Volvió al Senado y terminó refugiado en una diputación federal, nuevamente por la vía plurinominal, como ha sido su ruta habitual para vivir del presupuesto oficial.
Poco se dijo en seis años de Gerardo Buganza. Dos hechos, si acaso, lo trajeron al escenario del debate: los supuestos beneficios otorgados por el gobierno fidelista, incluida la compra de vinos de un negocio familiar, y su afiliación a la organización de ultraderecha El Yunque, el ala radical de la iglesia católica.
Apareció en el libro del periodista Alvaro Delgado El Yunque, La Ultraderecha en el Poder, y en diversas publicaciones periodísticas se le citó como miembro de esa agrupación. Uno de sus principales operadores, el ex diputado Mauricio Duck, también figura en el clan.
El, como era de suponerse, negó todo. “No tengo nada que ver, no sé nada, la verdad desconozco a que se refieren”, dijo con desparpajo Buganza.
Varios periodistas, en cambio, le atribuyeron esa condición de yunquista. María Elena Fisher señaló: “Si Gerardo Buganza, como afirma Álvaro Delgado, es miembro distinguido de El Yunque, algo anda mal, muy mal en el proceso electoral de Veracruz”.
Hace una semana se asumía como el candidato predestinado del PAN para el gobierno de Veracruz. Recorrió el estado, tocó puertas, motivó a los suyos, suscitó enconos, controversia y finalmente decepción. Por decisión del PAN nacional, el candidato será el ex director del ISSSTE, Miguel Angel Yunes Linares. En consecuencia, Buganza tomó el camino del martirio y de la rabieta.
Resulta, pues, insólito el circo que le han armado los perredistas para atraerlo, invitarlo a sumarse al PRD y ser, si Dios así lo manda, el candidato de la alianza de izquierda en la contienda por el gobierno de Veracruz.
Vive el PRD sus eternas contradicciones. Un sector del perredismo rechaza la alianza con el PAN por sus posiciones antagónicas, sus ideologías divergentes y el permanente clima de confrontación desde la elección presidencial, en 2006.
Otro segmento del PRD, en cambio, quieren a Buganza en su proyecto electoral, sumadas las fuerzas bugancistas, alentado el rencor contra el PAN. Se trata de una estrategia tan obvia como audaz: intentan provocar una ruptura de grandes proporciones en el panismo para gestar la derrota, y de paso, complicarle la candidatura al líder de Convergencia por la Democracia, Dante Delgado.
Insólito: el PRD no quiere una alianza (en Veracruz) con el PAN, pero sí quieren a un panista de candidato.
Peor aún, quieren al candidato del Yunque.
Archivo muerto
Juan Carlos Mezhua, el líder “legítimo” del Partido de la Revolución Democrática en Veracruz, rechazó el dedazo a favor de Amado Cruz Malpica como candidato de la coalición de izquierda a la alcaldía de Coatzacoalcos por parte del senador Dante Delgado Rannauro.
Dijo que el PRD no hay cabida para padrinazgos; que se han desterrado y que ahora no lo van a permitir.
Aseguró que las aspiraciones de Armando Rotter Maldonado, Gloria Rasgado Corsi y Amado Cruz Malpica son analizadas en el mismo nivel, sin dados cargados y que el candidato del PRD en Coatzacoalcos será determinado por una consulta abierta, es decir con la participación de la ciudadanía.
Planteó que deben llegar a un acuerdo; ellos hacia la diputación local o sindicatura y vaticinó que el PRD tendrá “alcaldesa”.
En esa misma rueda de prensa Juan Carlos Mezhua lanzó la precandidatura de la ex diputada Victoria Gutiérrez Pérez al gobierno de Veracruz... Víctor Márquez Hernández asumió la presidencia de la Junta Ejecutiva Municipal del Partido Nueva Alianza, el viernes 19.
Marca así una nueva etapa en su trayectoria política. Fue director de Programas Sociales en el Ayuntamiento de Coatzacoalcos; delegado de Patrimonio del Estado, y dirigente de Democracia 2000.
Dejó su militancia al PRI al considerar que los espacios políticos son monopolizados por unos cuantos personajes, lo que provoca el estancamiento de priístas valiosos. Le tomó la tomó la protesta el líder estatal del PANAL, Ulises Ochoa Valdivia, hijo del dirigente nacional del sindicato magisterial, Rafael Ochoa... Que Armando Rotter Maldonado, aspirante a ser candidato del PRD a la alcaldía de Coatzacoalcos, fue invitado al registro de Javier Duarte de Ochoa como precandidato del PRI al gobierno veracruzano.
Dice que allá, en Jalapa, esperará al Mafafo Musguito del PAN que filtró las fotografías en que se ve Rotter en el mitin de apoyo a Miguel Angel Yunes Linares, en Boca del Río...
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