* Auspicia la libertad de expresión y hostiga a las voces críticas * Piden retirar el evento por la manipulación del gobernador * UNESCO condena el crimen del periodista Moisés Sánchez * Amenazan a candidatos del PT y PANAL, ¿y al PRI por qué no? * Cuestiona Becker la renuncia de
Javier Duarte ha sido un manipulador. Usa a las familias de los periodistas muertos. Usa el dolor ajeno. Usa la angustia y oferta una falsa esperanza. Pregona la justicia y se dice respetuoso de la libertad de expresión. Así enmascara su fobia a la prensa crítica, a la prensa que no ha podido comprar.
Veracruz es el peor escenario para el ejercicio periodístico, con sus once comunicadores asesinados, cuatro desaparecidos, 22 exiliados, cientos amenazados, miles sometidos, medios postrados, arrodillados, a cambio de un convenio publicitario, el chayote y la dádiva.
Veracruz es un desastre en lo social, en lo financiero, en lo político, en el ámbito de la seguridad. En cuatro años la pobreza sigue, el empleo es engañoso con nuevas fuentes pero mal pagadas, con salarios miserables y casi de inmediato canceladas.
En cuatro años, la deuda se incrementa a niveles de espanto, la quiebra total. Fidel la dejó en 34 mil millones de pesos y Javier Duarte la multiplicó escandalosamente.
En cuatro años, sólo una pandilla de rufianes se mantiene en el poder. Los recicla el gobernador. Si los acusan de pillos, de ladrones de elecciones, de robarse el erario para financiar campañas políticas, de enriquecerse impúdicamente, de inflar el costo de las obras o asignarlas atropellando los procesos de licitación, los esconde un rato y los trae de nuevo para sigan en su labor de saqueo. A eso se le llama complicidad.
En cuatro años, Veracruz sigue inmerso en la violencia, los granadazos, las ejecuciones, los secuestros, la extorsión, el tráfico de migrantes, la trata de blancas, el robo de menores. Y a quienes piden justicia, Javier Duarte le responde con engaños, sus palabras para generar esperanza, la demagogia para entretener al desvalido. Así lo hizo con el Colectivo por la Paz y el Colectivo por la Paz le respondió exhibiendo las tretas del duartismo.
Atropella el gobernador de Veracruz a quienes exigen justicia, a quienes demandan respuestas, a quienes ejercen su derecho a la manifestación y la libertad de expresión. Su policía no es garante del respeto a la ley sino instrumento para reprimir, para golpear, para aplicar toques con bastones eléctricos en abierta violación a los tratados internacionales.
Nada de eso quiere el desgobernador Javier Duarte que trascienda. De ahí su actitud hostil, soberbia, agresiva a la prensa independiente, a las voces críticas, a los medios que no puede comprar con sus convenios de publicidad.
En el quinto año de gobierno, Javier Duarte acumula ya once periodistas asesinados. Moisés Sánchez Cerezo es el último, levantado el 2 de enero en su domicilio de El Tejar, municipio de Medellín de Bravo, cuando varios hombres armados entraron por él y se lo llevaron. Al día 23 apareció muerto, degollado y cercenado.
La violencia se recrudece. Hay ejecutados, la policía se enfrenta a células del narcotráfico y es repelida mediante ataques con granadas, Veracruz se sitúa en cuarto lugar nacional en secuestro, según la organización México SOS, son halladas más fosas clandestinas.
Y Javier Duarte sigue empeñado en que no se hable de la violencia que agobia a Veracruz.
Su actitud es hostil hacia quienes ejercen la libertad de expresión. Los encara, les reprocha que no hablen bien de Veracruz, que escupan para arriba.
Por eso más de 300 periodistas, escritores, artistas e intelectuales promueven que Hay Festival Xalapa, un espacio para la cultura, el contraste de ideas, la expresión de los pensantes, le sea retirado. Ha manipulado Javier Duarte el evento, se promociona con él, pregona su respeto a la libertad de expresión, alterna con intelectuales, pero en los hechos lo irrita la difusión de la verdad.
Hay Festival promueve “pensar el mundo como es y de imaginar cómo podría ser”, en una “gran conversación sobre el descubrimiento y la aventura intelectual”. Pero quien usa el evento es un enemigo de las expresiones de libertad y la cultura. Dice el documento:
“Creemos, sin embargo, que tan apasionante espíritu difícilmente se pueden alcanzar en un ambiente como el que se presenta en Veracruz, bajo el mandato del gobernador Javier Duarte. Los objetivos del Hay Festival, lamentablemente, sólo han servido a una campaña del gobierno estatal que aparenta la prevalencia de un clima de libertad intelectual y crecimiento cultural. El gobierno de Duarte ha demostrado ser —sin exageraciones— el peor enemigo de la libertad de expresión, del derecho a la información y del pensamiento crítico en México. Duarte llegó en 2010 al gobierno de Veracruz y, desde entonces, once reporteros han sido asesinados y cuatro más están desaparecidos.
“El más reciente asesinato sucedió el 2 de enero del 2015, en el municipio Medellín de Bravo: el periodista Moisés Sánchez fue sacado de su casa por un grupo armado. Luego fue degollado. La procuraduría del estado informó que un ex policía confesó el homicidio y responsabilizó al alcalde Omar Cruz, que anteriormente había amenazado al colega reportero.
“Xalapa, capital del estado y sede del Hay Festival, es otro territorio peligroso para el ejercicio periodístico: el 28 de abril de 2012, ahí asesinaron a Regina Martínez, corresponsal del semanario Proceso; el 14 de junio de 2012, ahí mataron a Víctor Manuel Báez Chino, reportero y editor de la sección policiaca de ‘Milenio El Portal’.
“Un dato más: Veracruz es la entidad con el mayor número de periodistas desplazados. Muchos viven con miedo y constantemente solicitan atención psicológica. Las organizaciones defensoras de la prensa libre han realizado varios reportes al respecto, que documentan esta terrible situación. Todos han salido desde 2010, cuando llegó Duarte al gobierno.
“Entendemos que, por logística, un festival como el que ustedes organizan no puede moverse de un día a otro y sin una sede alterna solo porque lo pedimos, pero una celebración de la libertad y la cultura, como es el Hay Festival, no puede realizarse en un contexto de violencia contra la libertad y la cultura. Lastima incluso a la memoria de los compañeros reporteros.
“En los últimos Hay Festival ha habido posturas claras de escritores y periodistas. Por ejemplo: el periodista Carl Bernstein ha dicho que Veracruz es el mejor ejemplo de ambiente hostil para el desarrollo de los reporteros. La escritora Margo Glantz ha reprobado que en Veracruz se censure la libertad de expresión. El escritor británico Salman Rushdie ha pedido que se investigue la muerte de los reporteros asesinados durante la administración de Duarte. Para el corresponsal de guerra Jon Lee Anderson, el estado de violencia en México y la situación de la prensa, particularmente en Veracruz, ‘es notoria y notable’. El escritor Guillermo Osorno también ha cuestionado la manera en que las autoridades de Veracruz ‘resuelven’ los asesinatos de periodistas: ‘el gobierno dice que los crímenes son pasionales’. El escritor Peter Godwin ha dicho que Veracruz es el estado más peligroso para ejercer el oficio de informar. El periodista Diego Osorno ha dicho que aunque al festival asisten premios Nobel y defensores de la libertad de expresión, en Veracruz no se respeta ese derecho. Y el Club Internacional de Escritores, en el Hay Festival de 2012, leyó la lista de los periodistas asesinados y desaparecidos en Veracruz y pidió que a los reporteros exiliados se les garantizara su seguridad.
“Esperamos que sea tomada en cuenta la solicitud de que al estado de Veracruz le sea retirada la sede, se hagan públicas las razones y se pida al gobierno mexicano su compromiso para garantizar la libertad de expresión”.
Javier Duarte encabeza una farsa. Sus auspicios a eventos donde se enarbola la libertad de expresión y la cultura sólo sirven para lavar su imagen. Le da cabida a un evento donde se escuchan voces críticas y simultáneamente hostiga a los periodistas críticos. Duarte quiere el Hay Festival Xalapa para simular que es respetuoso de la libertad de expresión.
Su oficio, la manipulación. Su hobby, la sutil represión.
Archivo muerto
Día 33. Condena UNESCO el levantón y asesinato el periodista veracruzano Moisés Sánchez Cerezo. “Su muerte es un ataque inaceptable contra el periodismo, una profesión que simboliza a la libertad de expresión, un derecho indispensable en la democracia”, expresó el lunes 2, su directora Irina Bokova. Exigió hallar a los culpables y llevarlos ante la justicia. Mientras, el diputado panista Carlos Fuentes Urrutia, denunció que el juicio para desaforar al alcalde de Medellín de Bravo, el también panista Omar Cruz Reyes, es usado políticamente en el Congreso de Veracruz. No agendan el caso, lo retrasan, lo manipulan para que le pegue al PAN en tiempos electorales, dice Fuentes Urrutia. Y mientras, el fiscal Luis Ángel Bravo Contreras, alias “Culín”, gana tiempo para hallar a los sicarios señalados porque sin ellos jurídicamente no tiene nada, solo acusaciones “de oídas”, y, si no, cuando menos fabricar otro escenario, que es su especialidad...
Amenazan a Armando Rotter y se va. Amenazan a Gersaín Hidalgo y se va. Son los síntomas de la violencia electoral, no sólo en el distrito de Coatzacoalcos. Ocurre lo mismo en Orizaba Tuxpan, Acayucan y Poza Rica, donde cuatro precandidatos panistas a diputados federales también se abrieron de la contienda. O sea, la amenaza es para el PT, el PANAL y el PAN. ¿Y para el PRI cuándo? A menos que el origen de los actos intimidatorios esté en el centro de mando tricolor, en el duartismo y el fidelismo, quitando candidatos que le pudieran restar votos, evitando correr riesgos, forzando a que la oposición juegue al “rival más débil” y los deje pasar...
Sui generis, el caso de Gersaín Hidalgo provoca una resbalada del líder estatal del Partido Nueva Alianza, Becker Martínez Santos. Llegó a Coatzacoalcos, reunió a la prensa, negó que el ex regidor haya renunciado por las amenazas que recibió cuando en un graffiti en las oficinas del PANAL le advertían, el domingo 1: “Diputasión o tu familia. Tú decides” (sic). Dice Becker Martínez que la renuncia fue previa, la semana pasada. Y que se arma la grande. ¿Es show?, cuestionaban los reporteros. ¿Es un montaje?, insistían. ¿Por qué no hizo público el PANAL que desde hace una semana Gersaín Hidalgo ya había desistido de ser candidato? Se hizo bolas el líder del PANAL, un negociante de la política, servil al gobernador en turno. Hablaba y se trompicaba. ¿Y por qué tras ser intimidado y renunciar, Gersaín Hidalgo se mantiene como coordinador de la campaña de Adán Escobedo Morales, un ilustre desconocido, él sí “rival más débil”, para no restarle votos al candidato del PRI, el paniaguado Rafael García Bringas, que no emociona ni a sus pacientes, menos a los que dejó dañados de la vista para siempre? ¿Gersaín Hidalgo, obligado a permanecer, ahora como coordinador de campaña de quien lo desplazó de la candidatura? Nada pudo responder Becker Martínez, ahí a su lado, callado, Adán Escobedo, cuyo único mérito es haber sido cómplice de la imposición de Marco César Theurel Cotero —“Te rompo tu puta madre”— cuando encabezó el Consejo Electoral Municipal en 2010 y luego recibir en pago por su oficios una plaza como asesor jurídico en el ayuntamiento theurelista con salario de 12 mil pesos, ficha 24954, según consta en la nómina municipal. Todo un espectáculo del líder estatal del PANAL, ausente Gersaín Hidalgo. ¿Fue amenazado y luego renunció Gersaín? ¿O renunció y luego llegó la amenaza? ¿O lo obligaron a permanecer en el PANAL? Y entre el vendaval, gana Roberto Chagra, el candidato suplente del PRI, pues se retira su amigo Gersaín Hidalgo y le colocan enfrente a un rival que no le restará ni un voto al tricolor ¿Quién miente?...
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