* El destape de Pepe Yunes * Vapuleado, antes de la elección federal * La comilona de Iván * Duarte y los Yunes Rojos en el convivio * La diputada Patty Peña contra los migrantes * “Asaltan, se prostituyen, se matan entre ellos”, dice * Falleció el gran Jesús de Dios Alamilla * Extraordinario epigramista y decimero
Hecho un guiñapo, Javier Duarte ya dejó de tener poder. Ve cómo se le desbarata entre los dedos Veracruz. Miguel Ángel Yunes, el azul, evidencia la quiebra y se la documenta. Y los Yunes rojos, uno en su regazo, negociando, el otro no, beligerante, desfasan los tiempos de la sucesión. Sólo a un político que no es político le podría ocurrir algo así.
No atesora el desgobernador poder alguno en año electoral, la diputación federal en puerta y por lo menos seis distritos clave en riesgo para el PRI, su partido. Y los actores políticos sueltos, sin control, aún los de casa, los de la fidelidad y el duartismo.
Lo vulnera el activismo de Héctor Yunes Landa, que a todas va, que habla y agita, que suelta sus fantasmas. Prende la mecha y ahora no sabe cómo apagarla.
Con Yunes Landa terminó en un feliz entendimiento. Aplicó el choleño la ley del pataleo, la rabieta, el reto al levantarse en pleno aniversario de la Promulgación de la Ley Agraria, junto a él José Francisco Yunes Zorrilla, y abandonar el recinto, dejando a su desgobernador con el Jesús en la boca.
Mal inicio de Javier Duarte. Siete días contaba enero cuando los dos senadores dejaron el hogar, se fueron de hijos desobedientes, deslizaron el mensaje, alertaron al Presidente Peña Nieto en un evento público y exhibieron al desgobernador.
Se suponía que el rompimiento era total. Yunes Zorrilla sabría pronto que no era así.
El pataleo funciona. Yunes Landa se quitó la piel de lobo y volvió a ser oveja. Dice el senador que no negocia nada con Javier Duarte, pero los hechos lo delatan: a sus amigos les dan espacios en el gabinete duartista y en una insólita declaración dice el choleño que no hay ruptura con el huésped de palacio. ¿Alguna duda?
Su aliado coyuntural, Pepe Yunes, dice otra cosa. Asegura que no cede, que no se baja, que no transige. Cuenta que la va a intentar, que medirá las condiciones y la reglas, “y si me da, le entro, si no, no”.
Yunes Zorrilla se reunió el viernes 20 en Briones, en Coatepec, en Los Alcatraces, con prensa duartista, prensa yunista y prensa crítica. No era el festejo de cumpleaños, como se malinterpretó. Pepe Yunes tuvo su onomástico un día antes, día de San José, pero la convocatoria iba por otro lado.
Lo medular lo dijo Armando López Contreras, operador allegadísimo. Que le expresó el senador Yunes Zorrilla que va por el minigobierno de dos años, el que supuestamente sería para Héctor Yunes o para los hijos de Fidel Herrera, Erick Lagos o Alberto Silva, El Cisne.
Aplaudieron los aplaudidores; los periodistas críticos no. La noticia no era el “destape” sino el impacto que tendrá el “destape” de Yunes Zorrilla, los tiempos adelantados de la sucesión, el arranque en pleno proceso electoral, el conflicto político antes de la elección del 7 de junio y, sobre todo, la pérdida de poder de Javier Duarte.
Algo advirtió Fidel Herrera, el ex gobe
rnador, titeretero del desgobernador, cuando Pepe Yunes expresó 48 horas antes que el diferendo político con Javier Duarte se zanjaba con una llamada del señor de palacio.
Lo cuenta Edgar Hernández, autor de Línea Caliente, presente en la reunión de Los Alcatraces. Su reseña del sábado 21 dice:
“Pero fue Fidel, quien lo buscó.
“El encuentro duró escasos 10 minutos. Fue una charla respetuosa de parte de Pepe, vehemente de parte de Fidel quien le insistió que esperara los tiempos políticos.
“ ‘¡Tú serás el gobernador de seis años!’, le garantizó.
“Bien sabía Pepe que era otra Fidelada en donde el infausto ex gobernador olvidó la sentencia dicha por el propio legislador días atrás de ‘¡Soy institucional, pero no pendejo!’.
“Desdeñaba el cuenqueño que hace diez años lo metió en un tobogán de promesas incumplidas. Perdió de vista que desde el arranque del sexenio hubo un acuerdo de varones para construir la circunstancia política de Pepe para llevarlo a la gubernatura, mismo que incumplieron Fidel y Javier.
“De manera seria pero contundente, el senador dijo al ‘Tío Fide’ que ‘con todo respeto yo no puede permitir que me sigan tomando el pelo y de paso se burle a la ciudadanía’.
“Pepe atajó asimismo de manera por demás respetuosa cualquier otra mediación o diálogo que no fuera directamente con el gobernador Javier Duarte, haciéndole notar que de cualquier modo ‘yo sigo trabajando por Veracruz desde la alta responsabilidad que me otorga el Senado de la República... ¡ahí están los hechos!’, dijo.
“Fueron, palabras más, palabras menos, lo que le señaló al ex gobernador con quien ya no quedó de volver a charlar. Solo hubo un testigo.
“Hasta ahí todo bien.
“Pero Fidel, mañoso como es, deslizó una versión diferente tanto a la cúpula del poder de palacio de Gobierno como a Notiver —en torno a este encuentro privado que no tendría por qué trascender.
“Fidel filtró que lo de Pepe estaba resuelto, que el diferendo había quedado zanjado y que el gobernador Javier Duarte, ya estaba en el dicho de que le iba a proveer los recursos económicos para que siguiera adelante. Notiver, sin embargo, tuvo el debido cuidado de consignar la nota en su edición del viernes 20, dándole un reducido espacio.
“Tras enterarse Pepe enfureció ‘¡De nuevo nos la quieren hacer’, dijo a uno de sus operadores políticos”.
Horas después vino el “destape” de Pepe Yunes, con prensa duartista, prensa yunista y prensa crítica. Unos para orejear, otros para aplaudir y otros para analizar.
Dos meses y medio faltan para la elección federal. Héctor Yunes negocia pero no detiene la rebeldía de Pepe Yunes. Agitó las agua, se volvieron turbulentas y no las puede calmar.
Vulnera el “destape” de Pepe Yunes el poder de Javier Duarte. Un gobernador que no controla, que no somete, que no impone su jerarquía, no es gobernador.
Así le ocurre a Javier Duarte. Vilipendiado, se le va Veracruz entre los dedos, desmoronado financieramente, de rodillas ante la inseguridad, tres de sus colaboradores y amigos en vías de ir a prisión, y políticamente sin rumbo.
Dos meses y medio antes de ir a una elección federal, a ningún gobernador de Veracruz se le había ido el control político.
Dos meses y medio antes de elegir diputados federales, ningún aspirante se le “destapa” a un gobernador que presume poder.
La sucesión está fuera de control. Javier Duarte perdió el poder. Fidel acuerda, lo suplanta, filtra información, miente y queda con las manos vacías. Es su estilo pero no funciona.
No fue casual el “destape” de Yunes Zorrilla. Tuvo las tres agravantes: premeditación, alevosía y ventaja. Es un crimen: mató al poder de Javier Duarte.
Sólo a un político que no es político le podría ocurrir algo así
Archivo muerto
Tira la casa por la ventana, se luce, derrocha Iván Hillman Chapoy, agasajado el sábado 21 por su aniversario. Lo acompañaron en Veracruz puerto su familia, sus amigos, los de Xalapa y los de Coatzacoalcos, sus colaboradores y algunas ratitas de Conagua. Llegó el gobernador Javier Duarte, vilipendiado personaje que ya no inspira respeto, y los senadores Héctor Yunes Landa y José Francisco Yunes Zorrilla, que a todas van así sea al infierno para recibir el beso del diablo. Comparsa política le sobró a Iván El Terrible, aunque a algunos decepcionó el gerente regional de la Comisión Nacional del Agua región Golfo-Centro. Mucho dispendio y mal sabor de boca. Cerca de las 8 de la noche se veía por la avenida Ruiz Cortines, en Boca del Río de los Yunes azules, la caravana duartista, el auto del desgobernador y las unidades de sus escoltas. Comida para conmemorar la desigualdad: unos comieron a la carta y otros al buffet. Qué mala onda...
#Ladyantiinmigrante le dicen ahora a Patricia Peña Recio, diputada federal por Coatzacoalcos, que el día que no dice un absurdo se muere. Desdeña a los migrantes, los tilda de delincuentes, los categoriza como “un peligro”, los discrimina y los desprecia.
Xenófoba, la diputada “cortalistones” se ha metido en una nueva bronca pues no quiere a los migrantes en Coatzacoalcos, ni en Veracruz, ni en México. Y una cosa es que lo diga y otra es cómo lo dice.
Vaya un párrafo del léxico de la legisladora federal: “Además salían, asaltaban. El paso de ellos es un peligro porque son personas que llegan sin dinero y asaltan, hacen cosas indebidas en la vía pública y, bueno, es que no es nuestra responsabilidad las personas que vienen de otros lugares, la responsabilidad que tenemos es con los nuestros, los mexicanos que nos dieron su confianza”. Dice que “asaltan, se prostituyen, matan”.
Y otra: “Los gobernantes se deben y tienen la responsabilidad sólo con los mexicanos, más no con los indocumentados”. Quiere que los migrantes circulen, que no se queden en los municipios.
Y que sean cerradas las casas que atienden a migrantes. ¡What! ¿Sabrá la diputada Patricia Peña lo que dice la Ley de Migración en cuanto a que la condición irregular de un migrante no presupone delito “ni se prejuzgará la comisión de ilícitos por parte de un migrante por el hecho de encontrarse en condición no documentada”. Pero Patricia Peña sostiene que ahí donde llegan los migrantes, donde se les da espacio para refugiarse y comer, se prostituyen “y se matan entre ellos mismos”.
Vaya producto tan chatarra el que produce el maestro Juan Nicolás Callejas Arroyo, líder del magisterio, guía moral de la Sección 32 del SNTE en Veracruz. Su pupila, abre la boca y mete la pata...
Ayer se fue un grande. Epigramista y decimero extraordinario, hombre de talento superlativo y, sobre todo, amigo entrañable, Jesús de Dios Alamilla dejó de existir. Su vida fue fecunda. Periodista con una opinión sin par, hablaba de la realidad social, del político y su actuar, de la desigualdad y quienes la sufrían y quienes la provocaban.
Y todo lo hacía con ese don que sólo a contadísimos se le da: el arte de verso, el arte de rimar. Pilar y cimiento, más que colaborador, Chucho Alamilla fue integrante de semanario Importante, semanario Contacto, revista Contacto, Edición Enlace, Diario 21. De 1978 a 2004, sus Epi-cotazos, como firmaba sus epigramas, tenían un toque distintivo, único, significativo en cada edición.
Sus Calaveras en Día de Muertos, un diálogo versado entre La Muerte y De la Madrid, Salinas de Gortari, Zedillo, Fox, el gobernador en turno, el alcalde, los líderes petroleros, los políticos de arriba y abajo; el Testamento del Año Viejo, que resumía las tropelías de muchos actores en la vida pública; todo era un deleite para el lector. Hacía décimas formidables, se complementaba con los maestros de la jarana, el son jarocho, esas voces, esa música que en su sepelio, la noche de este domingo 22 de marzo, se hicieron escuchar en un homenaje al gran Alamilla. Deja don Jesús de Dios Alamilla, entrañable amigo, un vacío difícil de llenar. El rey del epigrama, quizá tan grande como don Francisco Liguori, se nos adelantó en el camino. A su familia, a su esposa, a sus hijos e hijas, nuestra solidaridad y el recuerdo imborrable de quien fue no sólo un periodista fuera de serie, extraordinario con esa habilidad para la rima con contenido político y social, sino un gran ser humano, que se la jugó siempre, que estuvo en las buenas, en las malas, en las peores con sus amigos de corazón. Que a través de su obra lo conozcan las nuevas generaciones de periodistas, que aprendan de la profundidad de su palabra, de su ingenio, de su chispa, de su destreza para ejercer la crítica en verso. Un recuerdo y nuestro agradecimiento por 37 años de verdadera amistad, don Jesús de Dios Alamilla...
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