* Yunes linares, precandidato de PAN y PANAL * Suscribe 10 compromisos para mejorar la calidad educativa * Se concreta la alianza “Viva Veracruz” * Gonzalo decepcionó * Sólo 3 mil en la marcha de Guízar

 

Para decepción de los suyos, Gerardo Buganza Salmerón es fidelista. Se le acusó de ser proveedor del gobierno de Veracruz Tiene las puertas abiertas en el PRI; se reúne en lo oscurito con el gobernador Fidel Herrera Beltrán, y hasta provoca la preocupación del jefe de la pandilla roja sobre su “desarrollo político”.

Buganza es una mezcla de humanista sincero y político cínico. Desde que renunció al Partido Acción Nacional, movido por no haber recibido el dedazo presidencial para ser candidato al gobierno veracruzano, ha ido de tumbo en tumbo.

 

El día que no se le acusa de ser proveedor del régimen fiel, él mismo se destapa admitiendo que por lo menos tres veces ha tenido contacto con el señor feudal del territorio jarocho luego que la dirigencia panista lo vetara.

Buganza trae la encomienda de sacudir, dividir, fracturar al PAN. Por eso no tuvo reparo en admitir que en tres ocasiones fue a recibir el beso del diablo.

 

Al formalizar su salida del PAN, admitió que se había reunido con el gobernador Fidel Herrera Beltrán, pero que no aceptaría ningún otro cargo que no fuera la candidatura del PRI al gobierno de Veracruz.

Ya antes el ex alcalde de Ciudad Mendoza, Sergio Rodríguez, del Partido de la Revolución Democrática, lo había acusado de recibir millonarios ingresos por la venta de licores al gobierno estatal, luego que perdiera la elección en 2004.

 

De por sí grave, el señalamiento se diluyó entre el escándalo que armaron los bugancistas y los amagos de provocar un éxodo en el PAN.

Buganza es, políticamente, terco. Se sigue reuniendo con Fidel Herrera, a quien le endilgó siempre una pléyade de calificativos lacerantes por haberlo despojado de la gubernatura con mañas y triquiñuelas fraudulentas y, lo peor, lo hace en lo oscurito.

 

El miércoles 10, en Córdoba, tuvieron un nuevo encuentro en el domicilio del empresario panista Tomás López Landero, en el Club Campestre.

Según la crónica del periódico El Mundo de Córdoba, el jueves 11, Fidel Herrera llegó en la camioneta del alcalde priísta con licencia, Juan Lavín Torres.

 

Lo esperaban en la residencia Gerardo Buganza y Tomás López, con la intención de pactar para éste la candidatura a diputado local por Zongolica bajo las siglas del PRI. En la información se detalla la hora en que descendió el helicóptero del gobierno del estado, 6:30 de la tarde, y su partida del aeropuerto de Córdoba, a las 9:15 de la noche.

Se trató, nuevamente del uso de una aeronave oficial por parte del gobernador de Veracruz para asistir a un evento de carácter partidista-electoral.

Un día después se dieron más detalles. Otros panistas, como Agustín Mollinedo y Sergio Penagos, habrían amarrado sendas candidaturas, ahora por el PRI, hasta hace unos días su encarnizado enemigo político.

Buganza, pues, anda enrolado en la fidelidad. No se fue del PAN porque se hayan traicionado los principios democráticos. Tampoco porque Miguel Angel Yunes Linares sea una imposición del Presidente Felipe Calderón. Esos argumentos fueron y son la coartada de su fingida rebeldía.

Buganza no fue candidato del PAN por la sospecha que existía de haberse contaminado con la fidelidad. Al paso de los días, confirmada en los hechos, la sospecha se trransformó en realidad: Buganza era —y es— el candidato de Fidel para tener un candidato a modo en el PAN.

Si alguna duda quedara, el mismo gobernador confirmó el domingo 14 el último, aunque quizá no sea el último, encuentro con Buganza. Dicen don Fidel que anda preocupado por el desarrollo político de Gerardo Buganza y socios. No se descartó su alianza con la fidelidad.

Mientras, los bugancistas continúan renunciando.
¿Se irán al PRI como su líder moral?

Duro y a la cabeza pegó Miguel Angel Yunes Linares. Este fin de semana presentó a su equipo de precampaña.

 

Lo encabeza el líder de los diputados locales del Partido Acción Nacional, Alejandro Vázquez Cuevas. A su registro como precandidato del PAN asistió el senador César Leal Angulo, quien se dijo decepcionado de su alumno, Gerardo Buganza Salmerón, al que definió con una frase demoledora: “solo busca ordeñar una vaca colorada que le dé más leche que la vaca azul”.

 

Yunes Linares se convirtió, también, en precandidato del Partido Nueva Alianza, al ser suscrita la coalición Viva Veracruz entre el PAN y el PANAL.

 

Ofreció el ex director del ISSSTE que en su gobierno el secretario de Eduación será un maestro y planteó diez compromisos para mejorar la calidad educativa en Veracruz. Hoy tendrá un su inicio de precampaña en Coatzacoalcos, en el hotel Terranova, en punto de las 9 de la mañana... Prueba no superada.

 

Con esos 3 mil seguidores que el diputado Gonzalo Guízar Valladares apenas logró convocar en su marcha del viernes 12, prácticamente se estaría despidiendo de la candidatura a la alcaldía de Coatzacoalcos.

 

El jefe del Clan Guízar presumió siempre de contar con una estructura priísta equiparable a la del alcalde Marcelo Montiel; de tener al PRI en sus manos y de serle casi, casi, indispensable al tricolor. Lo que se vio el viernes fue, simplemente, una decepción.

 

Dicen en la oposición que ojalá el gobernador Fidel Herrera Beltrán se decida a convertirlo en candidato para que asegure la derrota del PRI... Por cierto, quien envió cuatro camiones con pristas para la marcha de Gonzalo Guízar, fue el presidente municipal de Agua Dulce, Vicente Escalante Macario.

 

Ambos pertenecen al equipo de Héctor Yunes landa y Jorge Uscanga Escobar. ¿De dónde salieron los recursos que usó Escalante Macario para ese acto proselitista? Si fue de las arcas de Agua Dulce, es peculado electoral...