* Niega tribunal electoral registro a Héctor Yunes * Más adelante podría unirse a MAYL * Rechazo a que Chagra sea síndico * Víctor Rodríguez, opción marcelista * Renuncia Theurel a la SECOM * Será candidato a la alcaldía de Coatza * Ricardo Lemarroy, el tesorero de Guízar
Que se sepa, Gonzalo Guízar Valladares no tiene idea de lo que es un “movimiento social”. Se monta en el concepto, lo hace bandera política y justifica así su rebeldía por no haber sido beneficiario del dedazo priísta para contender por la alcaldía de Coatzacoalcos.
Contrario a eso, a un inexistente compromiso social, el diputado local con licencia tiene un historial vergonzoso. Se le asocia al porrismo político, al trabajo sucio para asaltar el poder y a malos oficios —mañas y más mañas— que dieron al PRI triunfos ilegales, verdaderos atracos, en comicios federales y locales en los últimos 22 años.
De su mano, el PRI hizo del agandalle político una religión. Don Gonzalo y los suyos eran contratados para violentar elecciones; para torcer los procesos democráticos, o para imponerse a la voluntad de la sociedad. Solían hacer el trabajo electoral sucio que nadie estaba dispuesto a ejecutar.
Lo hacían con descaro y eso les valió acceder a cargos públicos, disimulo oficial cada vez que sus familiares fueron denunciados y negocios al amparo del poder.
En 1991, a punta de pistola, Gonzalo Guízar y su pandilla ingresaron en la comisión electoral municipal de Coatzacoalcos media docena de urnas, evidentemente embarazadas, provenientes de la congregación de Mundo Nuevo, cuyas boletas hicieron la diferencia entre el triunfo y la derrota. Así “ganó” el PRI la elección.
Presume Guízar de encabezar un “movimiento ciudadano” y que es el fundamento de su proyecto para aspirar a la alcaldía. Y dice sin reparo que “estamos dispuestos a defender a este gran movimiento ciudadano, pues quienes hayan creído que la institucionalidad es sinónimo de debilidad, tibieza, se han equivocado”.
Suena súper, pero en los hechos el Clan Guízar es antítesis del movimiento social. Le llueven denuncias y electoralmente son sinónimo de porrismo y mapachería.
Negada la candidatura del PRI a la alcaldía de Coatzacoalcos, Gonzalo Guízar concretó su salida de las filas priistas. En Boca del Río, fraccionamiento El Estero, el martes 23 aceptó ser candidato del PAN a la presidencia municipal sin reparar en el estado catatónico en que dejó a los panistas.
No fue una finta. De inmediato el camper en que su equipo realiza proselitismo en Coatzacoalcos, fue pintado de color azul en un evidente acto propagandístico. Reunió a la prensa, citó amigos priístas y no priístas, ondeó banderas del PAN y convirtió a su hermano José Gertrudis en el protagonista del show.
Gonzalo Guízar rompió con el gobernador Fidel Herrera Beltrán, quien el martes 23 le pidió que aguardara unos días, que no se desligara del PRI. Horas más tarde Gonzalo Guízar ya se veía en el PAN.
No es el único priísta que quiere comerse vivo al PRI. El líder en Coatzacoalcos, Juan de Dios Sánchez Abreu, “expresión fidelista”, incurrió en un acto de alta traición. Una versión sostiene que el miércoles 24, vía telefónica llamaba a sus correligionarios y pedía entender y, sobre todo, secundar a Gonzalo. Decía, argüía, imploraba seguir al jefe del Clan Guízar en su aventura; dejar las filas del PRI, o apoyarlo aún dentro del PRI y darle el voto al PAN en la elección del 4 de julio.
Hoy ya es proyecto panista. Lo cachó el PAN junto con su “movimiento social” y la pésima fama pública que distingue al Clan Guízar.
Archivo muerto
Finalmente le fue negada la razón jurídica a Héctor Yunes Landa. Falló la Sala Electoral del Tribunal Superior de Justicia en contra del diputado local, serio aspirante a la candidatura del PRI al gobierno de Veracruz. Yunes Landa regresará a curul en el Congreso estatal; no apoyará “por ahora” al precandidato priísta, Javier Duarte de Ochoa, pero sí a algunos de quienes son postulados para las diputaciones.
Hace días se decía que se sumaría al delfín con voz de delfín; que iría a trabajar con el gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto; con su jefe político, el senador Manlio Fabio Beltrones. Nada más lejano a la realidad. Malo, pésimo sería que le levantara la mano al Gordo Duarte. Yunes Landa sabe que un tercio de los priístas veracruzanos lo sigue; que pueden pegar desde adentro y que en el momento crítico de la campaña duartista, podrían respaldar a su primo, el precandidato del PAN al gobierno de Veracruz, Miguel Angel Yunes Linares.
Sabe lo que tiene en sus manos... Persiste la presión para que Roberto Chagra Nacif sea el candidato del PRI a la sindicatura de Coatzacoalcos. Marcos Theurel se resiste. Recuerda cómo le hizo la vida imposible Beto Camello en la Secretaría de Comunicaciones, cuando desde la Dirección Estatal de Carreteras de Veracruz hacía y deshacía; otorgaba obras sin contrato; simulaba licitaciones; beneficiaba a la empresa EGRUS, una de las máscaras de su consorcio constructor y rasuraba a los contratistas sin un ápice de piedad.
Theurel se niega a que sea su síndico en el Ayuntamiento de Coatzacoalcos. Si no fuera Chagra, el avocado sería el secretario de gobierno marcelista, Víctor Rodríguez Gallegos. Además, Chagra no representa nada; carece de fuerza política; con miles de esfuerzos mueve votantes, y no se engancha con los priístas de abajo.
Ah, eso sí; tiene un perfume de mujer de alta efectividad... Marcos Theurel formalizó su renuncia a la Secretaría de Comunicaciones del gobierno veracruzano, este miércoles 24, al filo de las 3 de la tarde. Su salida de la SECOM es indicativo de que no habrá marcha atrás y será el candidato del PRI a la alcaldía de Coatzacoalcos.
El equipo marcelista lo acuerpará en la campaña y en la elección del 4 de julio... Versión entre priístas: que el apoyo del ex alcalde Rogelio Lemarroy González a Gonzalo Guízar Valladares para ser candidato del PRI a la alcaldía de Coatzacoalcos, no es político.
Existía un acuerdo para que una vez en la presidencia municipal designara a Ricardo Lemarroy González, hermano Rogelio, en la tesorería municipal, donde manejaría algo así como 2 mil 500 millones de pesos en un trienio. El proyecto abortó en el PRI y ahora intenan revivirlo en el Partido Acción Nacional. Sacrificio puro por su pueblo...