* Le cierra la puerta el PRI a Renato Tronco * Se postula para la alcaldía de Las Choapas por el PRV * Rotter desiste de ser candidato del PAN.

 

 

Nadie se dice, se ufana, se infla por ser tan marcelista como Marcos Theurel. Categoriza a su mentor político, Marcelo Montiel Montiel, como el mejor alcalde en la historia de Coatzacoalcos; como el mejor alcalde de Veracruz, y si le diera la cuerda diría que es el mejor alcalde de la galaxia.

Atado a Marcelo Montiel, su hacedor y su guía, Marcos Theurel ofrece ser un alcalde sin luz propia, sometido a la continuidad de la obra del gobernador Fidel Herrera Beltrán y a la del presidente municipal de Coatzacoalcos.

 
No lo dijo en corto ni entre amigos. Marcos Theurel lo soltó de su ronco pecho, henchido, la sonrisa a todo lo que da, frente a un público cautivo, aborregado y priísta, apenas el martes 30, minutos después de registrar su precandidatura a la presidencia municipal de Coatzacoalcos.

Sin dotes de orador, negada para él esa virtud, Theurel se veía atrapado en su propia contradicción: es el joven aspirante que para escalar el poder se monta en el Viejo PRI, el de las viejas formas, el de las largas mañas.

Tuvo a sus pies 10 mil priístas. Le llegaron de todas partes, A-CA-RREA-DOS: de las colonias, de ejidos, de las congregaciones; burócratas, petroleros, electricistas, locatarios, ferrocarrileros, maestros, estudiantes y taxistas; profesionistas, empleados, viejitOs, jóvenes y niños, becarios. Y también priístas traidores, perredistas traidores, funcionarios transas, meseros de congales, teiboleras, policías corruptos, pandilleros y ladrones de todo. Así de diverso es el PRI.

Tuvo el mitin de la sacralización de Marcos Theurel dos objetivos: responder a Gonzalo Guízar Valladares, potencial candidato panista a la alcaldía de Coatzacoalcos, quien había congregado a no más de 4 mil seguidores el domingo 28, y evidenciar el control político del alcalde Marcelo Montiel.

Sabe Theurel, como Marcelo Montiel y Fidel Herrera, que con una concentración así no se gana una elección. Se gana con operación política, con control político, con compra de votos y con mapaches, que ahora son panistas.

Rostro de niño ingenuo, lo cierto es que Marcos Theurel no lo es. Paseó a sus contrincantes y rivales en la lucha por la candidatura priísta —Roberto Chagra Nacif, José Ribón Zárate y Joaquín Caballero Rosiñol— como trofeos de guerra, no como reconciliación ni como acto de unidad, sino como malsana humillación.

Tuvo la ironía en los labios y la estampó en la inmensa humanidad de Juan de Dios Sánchez Abreu, líder priísta y motor del proyecto para llevar a la alcaldía a Gonzalo Guízar. “Gracias por tu ejemplo de fidelidad”, le dijo y todos rieron con sorna.

Hizo lo mismo con el líder del sector popular del PRI, la CNOP, Víctor Pulido Aguilar, célebre vendelotes, gonzalista hoy, edelista ayer, denunciado siempre. Le encomendó que leyera la propuesta de convertir a Theurel en precandidato a la presidencia municipal. Al pobre hombre le temblaba la voz, titubeaba, o quizá así, con esa torpeza manifiesta, lee.

 

En son de burla Theurel lo llamó “aliado”, término con el que también categorizó a Roberto Chagra, su eterno enemigo.
Recordó Marcos Theurel que hace seis años él tenía una mejor intención de voto; que estaba posicionado como ningún otro aspirante y, sin embargo, debió disciplinarse y declinar.

 

“Nos dolió —dijo—, nos desilusionó, pero nunca nos fuimos. Tuvimos el valor de quedarnos. Soy fiel, soy leal... Mi corazón es rojo”. Aludió a Iván Hillman, quien le robó la candidatura, y a Gonzalo Guízar, quien dos días atrás emigró al PAN por la negativa del PRI a concederle la candidatura.
Frente al éxodo gonzalista, destacó la traición de Mayra Gutiérrez, agente de Mundo Nuevo, al PRD. Bienvenidos, dijo a 2 mil perredistas que se integran a la fidelidad.

Obsequioso, dedicó palabras melosas a Marcelo Montiel. “El mejor alcalde en la historia de esta tierra; el mejor alcalde del estado de Veracruz”.

A Fidel lo tildó del mejor político del país. “Lo vi hacer más con menos, implementar, junto con Javier Duarte, esquemas financieros novedosos, que permitieron mejorar servicios y la mayor obra pública en la historia de Veracruz”.

Y llevó a su público cautivo a un ejercicio mental tan ocioso como innecesario:
“Les ofrecemos una opción: seguir adelante con un gobierno como el de Marcelo Montiel o como el de Fidel Herrera Beltrán, o dar un paso atrás y poner en riesgo nuestro futuro, nuestra seguridad y nuestro desarrollo.

 

Yo les propongo dar paso a la continuidad, a lo que está haciendo bien Marcelo Montiel, a lo que está haciendo bien Fidel Herrera Beltrán, y cambiar y mejorar lo que hoy se puede mejorar”.

Ya se ve que no tendrá luz propia. Será el candidato de la continuidad.
Marcos ya tiene candidato: es Marcelo Montiel.

Nubes negras en el horizonte del diputado Renato Tronco Gómez. Infructuosamente pretendió registrarse como precandidato del PRI a la alcaldía de Las Choapas y en una evidente señal de desesperación, lo hace por el Partido Revolucionario Veracruzano. No cumplía con el requisito señalado en el estatuto priísta de contar cuando menos con tres años de militancia, y pese a sus acostumbradas balandronadas, el PRI le cerró la puerta.

 

Aún si el PRV fuera en alianza con el PRI, su candidatura está condenada al fracaso. En la cúpula priísta estatal saben del repudio que sienten los militantes del PRI por Tronco Gómez. Saben que habría voto de castigo.

 

Saben también que sin el PRI, Renato está perdido. Pero aún así, el frustrado aspirante a cacique dice barbaridades tales como “el Partido no hace al candidato, por el contrario el hombre es que él hace fuerte al partido”. O sea que el PRI no vale nada... Armando Rotter decidió renunciar a ser candidato del PAN a la diputación local por el distrito Coatzacoalcos I.

 

En carta dirigida al líder estatal panista, Enrique Cambranis, solicitó dejar sin efecto su precandidatura ante la falta de atención al proceso interno. Rotter había traslucido malestar por la imposición de Gonzalo Guízar, quien será candidato del PAN a la alcaldía. Rotter representaba votos para el candidato a la gubernatura de Veracruz, Miguel Angel Yunes Linares, pero la estrategia del PAN es obvia: postular ex priístas...