* El crédito para Odebrecht * Javier Duarte se enreda * Más de 7 mil millones que no se podrán pagar * Theurel: el malecón se le cae a pedazos * Empresarios repudian a Marcelo * Van por la diputación por el PAN * Diana Mendoza y el Grito
Cualquiera sentiría vergüenza. Javier Duarte no. Lo han pillado con las manos en la masa, fraguando un negocio de miles de millones, no suyos sino del pueblo, hipotecando de nuevo a Veracruz, y su única respuesta es la negación.
Actúa como el marido imbécil, pescado con la movida, fundidos su cuerpo al de la amante, asida la mujer por la cadera, en el éxtasis del amor, y sólo atina a decir: no, no es lo que parece.
Y sí, en Javier Duarte sí es lo que parece, corrupción pura, simulación, abuso de autoridad, el desenfreno del poder, las últimas transas antes de irse.
Divierte a Veracruz el nuevo show del gobernador. Urde un atraco. Requiere del Congreso estatal el voto cómplice, el de su mayoría priísta y sus satélites aliados, para suscribir un crédito, sin monto específico, para un proyecto de suministro de energía eléctrica en Xalapa y alrededores.
Qué más da que la deuda pública arañe el cielo, que un ejército de acreedores lo exhiban a diario, que reclamen su pago, que el gobierno deba 70 u 80 mil millones de pesos, así lo niegue, arrastrando un déficit mensual de 900 millones de pesos, sin aplicar el plan B, el recorte, las medidas de austeridad.
Va Javier Duarte por más dinero, el que le apruebe el Congreso, el aval para sumar más deuda, al fin que no es suya sino de los veracruzanos.
Hipoteca, pues, el desgobernador a Veracruz. Esta vez el crédito será para aportarle a la empresa que realizará el suministro de energía eléctrica, a partir de una presa que habrá de construirse cerca de Xalapa. Y para garantizar el pago del crédito, serán afectadas las participaciones federales, que son el motor del desarrollo para la entidad.
No es asunto menor y sí negocio en puerta. Lo detalla el columnista Aurelio Contreras, autor de Rúbrica, con una pormenorizada descripción:
“El 18 de marzo de 2013, el Gobierno del Estado publicó dos decretos en la Gaceta Oficial. En el primero, se autoriza al titular del Ejecutivo a celebrar un contrato de prestación de servicios a largo plazo para abastecimiento de energía eléctrica, para lo cual dispuso que la Secretaría de Desarrollo Social estatal realizara las afectaciones presupuestales correspondientes, aunque sin establecer montos.
“En el segundo decreto, se autoriza que la Secretaría de Desarrollo Económico y Portuario (Sedecop) represente al gobierno estatal en la Sociedad de Propósitos Múltiples Xalapa, constituida para desarrollar un proyecto de abastecimiento de agua en la capital del estado con un plazo de operación de 25 años. En el decreto tampoco se precisa el monto económico a erogar, pero se instruye a la Comisión de Aguas del Estado de Veracruz (CAEV) a realizar las afectaciones presupuestales requeridas. En ningún caso se menciona con qué empresa se celebrarán los contratos.
“Sólo que en la Gaceta Parlamentaria del Congreso del Estado sí se especifica con quién se va a asociar el gobierno de Duarte. El 30 de julio de 2013, la LXII Legislatura recibió una iniciativa para sustituir a la Sedecop por la Secretaría de Finanzas en la Sociedad de Propósitos Múltiples Xalapa y para que esta dependencia ‘dé cumplimiento a las obligaciones a cargo del Gobierno del Estado de Veracruz de Ignacio de la Llave bajo el Acuerdo de Accionistas, incluyendo sin limitarse, la suscripción y pago de un aumento de capital de la Sociedad de Propósitos Múltiples Xalapa S.A. de C.V.’
“La Sociedad de Propósitos Múltiples Xalapa se constituyó el 19 de abril de 2013, mediante la escritura pública número 9,005 y ‘se suscribió el Acuerdo de Accionistas celebrado por Odebrecht Participações e Investimentos S.A., y el Gobierno del Estado de Veracruz de Ignacio de la Llave, por conducto de la Secretaría de Desarrollo Económico y Portuario, el cual prevé, entre otras obligaciones a cargo del Gobierno del Estado de Veracruz de Ignacio de la Llave, la suscripción y pago de un aumento de capital social hasta por la cantidad de 355 millones 795 mil 600 pesos, los cuales deberán de ser pagados de conformidad con el Acuerdo de Accionistas y las disposiciones legales aplicables’, según el contenido de la iniciativa publicada en la Gaceta Parlamentaria del Congreso del Estado del 30 de julio de 2013.
“Algo pasó en los dos años transcurridos desde entonces, pero ahora, para cumplir con sus compromisos, el gobierno de Javier Duarte busca disponer de lo único que le queda para meter mano: las participaciones federales.
“El problema, para empezar, es que quién sabe si haya recursos suficientes en las participaciones federales de este año para cubrir lo que se debe, pues de acuerdo con el diputado federal del PAN Miguel Ángel Yunes Linares, el contrato con Odebrecht alcanza los siete mil millones de pesos.
“De lo que sí existe certeza es de que la administración de Javier Duarte recurre a este ardid legal para dotarse de recursos sin que la operación sea registrada como deuda, sin aclarar montos, y sin precisar si las afectaciones a las participaciones serán por lo que resta de 2015 o si pretenden comprometerlas por 25 años”.
Odebrecht es socio del gobierno duartista. Lo es desde 2013 y Javier Duarte lo ocultó. Odebrecht es objeto de mil quejas, denuncias a granel, abuso de la ley y actos de corrupción. Su dueño, Marcelo Odebrecht, está recluido en una prisión en Brasil, procesado por manipulación de contratos y sobornos a funcionarios de la empresa Petrobras. Flamante socio se buscó el gordobés.
Dice Javier Duarte que todo es legal. O casi. O mejor dicho que la empresa no existe. O que no le ha asignado contrato alguno. O que no lo hizo fuera de la ley.
Refuta todo como si fuera el bailarín de la cuerda floja, el circo expectante, aguardando todos la caída.
Dice que no hay nada. Dice que ni asignó contrato alguno y que todo es inquina del diputado federal panista Miguel Ángel Yunes Linares.
Lo tilda de “perro chihuahueño”. Lo describe como un frustrado que por no ser nada ladra con fuerza, haciéndose oír. Vulgariza el debate el gobernador.
Pero los hechos son contundentes. Existen los decretos, la constitución de la Sociedad de Propósitos Múltiples Xalapa S.A. Su socio es Odebrecht. Opera desde 2013, pero no ha realizado obra alguna, ni un ladrillo de la presa, ni un cable para el suministro eléctrico.
Dice Duarte que el crédito será para otro proyecto, de parques eólicos. Falso.
Agrega más gasolina a la hoguera la periodista Maryjose Gamboa, autora de Al Aire, columna que se publica en Notiver, y lo explica:
“En todo momento e la iniciativa admitida por la Junta de Coordinación Política del Congreso estatal el jueves pasado, se menciona “la empresa” con la cual Gobierno del estado firmó un contrato, pero NUNCA se menciona que es la misma a la que le concesionó el servicio de agua en los municipios de Veracruz y Medellín, propiedad del brasileño Marcelo Odebrecht, quien actualmente enfrenta en la cárcel un proceso por presuntos actos de corrupción y desvíos millonarios a través de dicha empresa. Eso se detalla en un documento de la Comisión Reguladora de Energía que aquí anexamos.
“Tampoco se menciona en el nuevo decreto, el monto total ni los años que el gobierno estatal quedaría obligado a pagar a través del dinero que el gobierno federal envíe a los veracruzanos, y el cual está destinado en su mayoría a temas de salud, educación, obras, etcétera…
“Bueno pues hoy sabemos que son más de 7 MIL 500 MILLONES de pesos IMPOSIBLES DE JUSTIFICAR ya que ni la hidroeléctrica se realizó en el 2013 porque SEMARNAT no lo permitió, ni se podría crear un parque eólico, ya que el decreto anterior (en el que el Gobernador se basa para este nuevo) habla de un proyecto completamente distinto llevado a cabo por la empresa ‘Sociedad de propósitos múltiples Xalapa’ y Gobierno del estado. NO SE AUTORIZA ni se menciona en aquellos decretos (823 y 824) que la garantía de pago serían los recursos federales que se recibirán en las próximas décadas…”.
Atrapado y sin salida, escucha Javier Duarte los argumentos de Yunes Linares y no tiene respuesta. Recurre a la falacia. Miente el gobernador. El negocio es real. Son 7 mil o 7 mil 500 millones de pesos que ahora pretende obtener de un crédito, previa autorización del Congreso de Veracruz, para aportarlo al socio incómodo, Odebrecht.
Será avalado por el Congreso. Afectará las participaciones federales, y con ello el desarrollo de la entidad.
Inobjetable, la realidad es que el gobierno de Veracruz no tiene con qué pagar. Arrastra un déficit mensual de 900 millones de pesos, su deuda oficial es de 44 mil millones, la extraoficial de 80 mil.
Cualquiera sentiría vergüenza. Javier Duarte no.
Archivo muerto
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