* Pide el PT la cabeza del mapache Vera Olvera * Lo acusan de la afiliación fraudulenta * Hijo de García Bringas para síndico de Gonzalo; Eliseo Guzmán, Rosalinda y Zarco para regidores * Encuentro entre Theurel y Pulgoso * Exige Lagunes ser regidor quinto, no octavo * De algo sirve la difamación

 

Hace muchos ayeres que Fidel Herrera Beltrán inició la guerra de lodo contra su acérrimo rival, Miguel Angel Yunes Linares. Promovió embestidas de prensa, campañas de fingida moralidad y auspició hasta un himno publicitario de combate a la pederastia —“En Veracruz los niños no se tocan”— con el que intentó, infructuosamente, impedirle ser candidato del Partido Acción Nacional al gobierno estatal.

Poco dice de la imputación que le formula ahora el abogado yunista, José Luis Lagunes López, de ser el artífice de una estrategia de descrédito, cuyas evidencias afloran al paso de los días y al calor de la contienda por la gubernatura de Veracruz.

 

Don Fidel Herrera, con su habitual lenguaje coloquial, la broma en la punta de la lengua, asegura que las campañas negras y los cuentos chinos tienen el objetivo de “dañar a Veracruz”.

Algo similar esgrimió cuando la revista Proceso publicó testimonios que reseñaban presuntos encuentros del señor feudal jarocho con jefes de Los Zetas. Resumió que era un ataque a Veracruz. Falso. El reportaje lo implicaba a él, no a Veracruz ni a los veracruzanos.

Envuelto en un nuevo escándalo, Fidel Herrera maniobra para desestimar la gravedad del hecho. Evidenciado por la existencia de elementos en poder de Yunes Linares que establecen que se contrató a un especialista en campañas de lodo, Juan José Rendón, de origen venezolano, afamado por hacer trizas la solvencia moral de los contrincantes políticos, el gobernador ha sido pillado con las manos en la masa.

Se trata de una campaña nada novedosa que tiene meses en marcha bajo la directriz del régimen fidelista.

 

Su prensa incondicional fue destinada a alertar sobre el peligro que representaban los pederastas para la tranquilidad de los veracruzanos y luego se orientaron a descalificar al candidato Yunes Linares a partir de un supuesto involucramiento con menores de edad, que a decir del candidato panista fue un acto de perversidad de un agente del Ministerio Público Federal, que resultó ser el hermano del gobernador de Veracruz.

Dice don Fidel que no hay tal campaña negra. Su argumento, sin embargo, resulta cuestionable.

 

Se hallan en las hemerotecas de Veracruz, en páginas electrónicas en internet, en programas de televisión y radio, cientos de evidencias que demuestran que lo que hoy denuncia el abogado Lagunes López tiene sustento.

 

Tinta Jarocha.com es una muestra de ello; presenta un reportaje en el que abiertamente le atribuye conducta de pederasta a Yunes Linares y lo ilustra con una fotografía con retoque en que se observa al candidato panista sonriendo mientras sostiene en sus brazos a una niña. Como ese hay muchas otras evidencias de la estrategia fidelista.

Fidel Herrera suele trivializar su actitud cuando ve venir un conflicto mayor. No obstante, el señalamiento de ser el cerebro de la campaña de lodo contra el panista que aspira a sucederlo en el gobierno del estado, es un tema extremadamente grave. Supone un acto perverso, inmoral y falto de ética.

¿Qué más traerá entre manos don Fidel?

Tajante, el Partido del Trabajo pide la cabeza del vocal del Registro Federal de Electores en Veracruz, Sergio Vera Olvera. Lo responsabiliza de la afiliación al padrón del IFE de 200 mil turistas electorales provenientes de otras entidades del país. Arturo Pérez, delegado del PT en Veracruz, ha puesto el dedo en la llaga.

 

Esos turistas electorales son una fuerza política que sufraga por el PRI, lo que explica que el tricolor saque votos hasta debajo de las piedras en cada elección cuando su impopularidad es manifiesta y cuando el gobierno de Fidel Herrera Beltrán es el más grande promotor de la pobreza.

 

Sergio Vera Olvera, el “maestro”, tiene una trayectoria sinuosa. Fue presidente de la Comisión Distrital Electoral a fines de los años 80 y principio de los 90 en Coatzacoalcos; luego fue asignado a San Andrés Tuxtla, en 1994, para la elección extraordinaria por la diputación federal que ganó el perredista Elías Miguel Moreno Brizuela.

 

De ahí se trasladó a Jalapa, donde se enquistó en el RFE con resultados como el que ahora se ve: la afiliación fraudulenta de ciudadanos provenientes de otros estados que carecen de domicilio real, pero que aparecen en la lista nominal de electores.

 

Por eso a don Sergio Vera Olvera le llaman el Gran Mapache Veracruzano.

 

¿Quién se imagina que fueron padrinos políticos, sus mecenas, a quienes les sirve en el terreno electoral? Una pista: son dos ex alcaldes de Coatzacoalcos... Se modifica el escenario panista.

 

Ahora los compañeros de planilla que encabezará el priísta Gonzalo Guízar Valladares serán Rafael García Carrillo, hijo del diputado federal Rafael García Bringas, quien es propuesto para síndico; Eliseo Guzmán, líder local del PAN; Rosalinda Tolentino, secretaria general del comité municipal, y el delegado de la Procuraduría Federal del Consumidor, Moisés Zarco Lacunza, los tres para regidores.

 

Lo que digan los estatutos del PAN sale sobrando... Encuentro cercano del tercer tipo entre el virtual cantidato del PRI a la alcaldía de Coatzacoalcos, Marco César Theurel Cotero, y Pulgoso Lagunes. Ocurrió en el restaurant La Flor del Istmo, el viernes 2, por la mañana.

 

Dicen las viperinas lenguas priístas que a Pulgoso no le cuadra ser candidato a regidor octavo sino que “exige” la regiduría quinta; que Marcelo Montiel, el alcalde, y el propio Marcos Theurel pueden decir misa, pero que tendrán que acatar la orden del gobernador Fidel Herrera de convertir a Pulgoso No Doy Una en el primer edil canino en la historia de Coatzacoalcos.

 

¿Habrá olvidado Marcos cuánto lodo, cuántas imputaciones perversas de conductas desviadas, de inmoralidad sexual, le vacío Pulgoso hasta provocar una tragedia familiar?...