* “A los candidatos que ganan y se vuelven soberbios, hay que mentarles la madre”: Miguel Alemán * Lo dijo durante la toma de protesta de Javier Duarte * No es error de lengua sino declaración filosa

Gloria Rasgado Corsi es un hueso duro de roer.

 

Mediáticamente maltratada, agraviada en lo político y en lo personal, y peor aún, difamada, les aguantó todo a sus amigos y detractores y, finalmente, en un revire insólito, será la candidata del Partido de la Revolución Democrática a la alcaldía de Coatzacoalcos.

Ayer, el Consejo Político del PRD en Veracruz determinó por unanimidad llevarla como su carta fuerte a la presidencia municipal y dejar sin efecto la arbitraria decisión de la Comisión Nacional Electoral (CNE) perredista de negarle el registro para participar en la contienda, que violentaba sus derechos y el espíritu de los estatutos partidarios.

De paso, sepulta el sueño guajiro del ex diputado federal Amado Cruz Malpica de ser candidato a la alcaldía de Coatzacoalcos y las ambiciones de sus mecenas, el periodista José Pablo Robles Martínez y su esposa Roselia Barajas, ambos propietarios del periódico Diario del Istmo, artífices del proyecto que pretendía imponer un candidato perredista débil, a modo de los intereses del PRI, con la misión de no afectarle la votación a Javier Duarte de Ochoa, el delfín fidelista, en su aventura de ser gobernador de Veracruz.

Gloria Rasgado no es una política de nuevo cuño. Hace 20 años ingresó al PRD y con un trabajo social de fondo alcanzó dos diputaciones —una local, en 1998, y una federal, en 2006—, dos regidurías en el Ayuntamiento de Coatzacoalcos —1995 y 2000—, dos presidencias del comité municipal perredista y un trabajo electoral de tal efectividad que le asestó seis derrotas al PRI, llevando a cinco perredistas a la diputación federal —incluida su principal detractora, Roselia Barajas— y a la alcaldía.

Hace un mes, la Comisión Nacional Electoral del PRD le revocó el registro y supuso que así le impediría participar en la contienda interna por la candidatura. Fue tildada de voraz por haberse inscrito en la lucha por ser diputada local y sus enemigos, ilusos como siempre, la dieron por muerta.

Sagaz, conocedora de los recovecos del PRD, Gloria Rasgado se dio a la tarea de tocar puertas.

 

Exhibió en todos los niveles —dirigencia nacional, líderes de tribus e instancias partidarias— la intención del grupo priísta-perredista de fracturar al PRD en Coatzacoalcos, convirtiendo a Amado Cruz Malpica en precandidato solitario y, en consecuencia, en el personaje a modo para cargar con la derrota.

 

Esgrimidos sus argumentos, sentó las bases para revertir la maniobra.

Un último intento de sus enemigos fue implicarla en los hechos de violencia suscitados en la elección de planillas de regidores, el sábado 17, cuando en una jornada electoral ilegal —no se acató la fecha del 18 de abril contenida en el resolutivo del Consejo Estatal— montaron una farsa de robo y quema de urnas, con saldo de dos mujeres quemadas en mano y pecho.

 

Ajena a los hechos, Gloria Rasgado no sólo rechazó cualquier responsabilidad sino que ahora amaga con presentar denuncia penal por el delito de difamación.

Hacía semanas que el PRD monitoreaba el bajo perfil de Amado Cruz Malpica.

 

Encuestas diversas revelaban la baja intención de voto del candidato del Istmo, el rival más débil. Carente de carisma, despersonalizado, desconocido por la opinión pública, refugiado en el seno del hogar, acuerpado por un grupo de aduladores, Cruz Malpica se despeñaba a medida que avanzaba el proceso de elección del candidato perredista. Sonaban, pues, las sirenas de alerta.

Fueron vanos los esfuerzos del líder estatal del PRD en Veracruz y del ex dirigente, Celso Pulido Santiago y Rogelio Franco Castán, respectivamente, para “bajarlo” y encontrar una mejor carta para la contienda. Fue necesario, como al final se vio, abandonarlo.

Gloria Rasgado será la candidata del PRD a la alcaldía de Coatzacoalcos y esperará la decisión de la alianza de izquierda, que conforma con el Partido del Trabajo y Convergencia por la Democracia, para evaluar quién contenderá finalmente contra el PRI y PAN. Sabe que en Coatzacoalcos, el PRD tiene mejor posicionamiento político.

Cáustico, claridoso, procaz y políticamente provocador, el ex gobernador Miguel Alemán Velasco. “A los candidatos que ganan y se vuelven soberbios, hay que mentarles su madre”, dijo justo cuando Javier Duarte de Ochoa rendía protesta como candidato del PRI a la gubernatura de Veracruz.

 

No es que Miguel alemán Velasco perdiera la compostura; es que nunca estuvo —ni está— de acuerdo con la candidatura del delfín fidelista. Le aplaude, lo elogia, lo tilda del “mejor candidato” porque así es la política: de a mentiritas.

 

Recordemos que tuvo su entre con el gobernador Fidel Herrera Beltrán cuando éste dijo que el Agrocentro Siglo XXI, casi entregado a la empresa china Foton, era un elefante blanco.

 

Alemán le dijo que no, que él lo dejó funcionando y promoviendo inversiones en el campo veracruzano, y que “alguien” que vino después no hizo la tarea y lo desplomó; “alguien” ha de tener por iniciales F de Fidel, H de Herrera y B de Beltrán.

 

Luego chocaron porque a Alejandro Montano Guzmán, secretario de Seguridad Pública en el sexenio alemanista, lo hicieron menos en el proyecto duartista. Recientemente el ex contralor del alemanismo, actual alcalde de Túxpan, Ricardo García Guzmán, dijo que sin dejar de ser priísta y sin dejar de ser presidente municipal, apoya el proyecto del candidato del Partido Acción Nacional a la gubernatura de Veracruz, Miguel Angel Yunes Linares.

 

Ahora don Miguel suelta semejante bomba –la invitación a la mentada— justo cuando Javier Duarte se convierte en candidato. Fidel Herrera fue el candidato de Alemán Velasco en 2004; ganó y se volvió soberbio. No es casual ni fue error de lengua; es una declaración que tiene filo...