Le sobra lodo a Los Porkys. Detona el caso Daphne y asoman fechorías peores: otras seis jóvenes violadas, una amenaza de muerte, el padre que es “letal” por ser poderoso, porque es priista, porque fue alcalde de Nautla, porque habría servido a malosos en el trasiego de droga.
Día clave, el lunes 28. Marchan por las calles de Veracruz cientos que condenan el ultraje a la joven Daphne, estudiante del Colegio Rougier, levantada por Los Porkys el 2 de enero de 2015, subida a un automóvil, privada de su libertad, atacada sexualmente y finalmente violada.
Encabeza la movilización la abuela de Daphne, concentrando el rechazo a los cuatro mozalbetes —Jorge Cotaita Cabrales, Enrique Capitaine Marín, Diego Cruz Alonso y Gerardo Rodríguez Acosta— y la exigencia de que la Fiscalía de Veracruz determine si habrá acción penal y en su caso la consignación a un juez.
Se difunde en las redes sociales y se viraliza la protesta, la condena a un fiscal, Luis Ángel Bravo Contreras, alias “Culín”, que maniobra para no aplicar la ley.
Si se es junior, si el jet-set es su hábitat, si sus padres son políticos o empresarios, ligados al poder, cualquier Porky en Veracruz evade la acción de la justicia
Día terrible para Los Porkys de Costa de Oro y sus familias pues a sus maniobras para enlodar a Daphne, imputarle que ella “quería seguir la fiesta”, que llegó a su casa “con los calzones en la mano”, infamia pura, le responde el padre de la joven con la difusión de tres audios y videos en que evidencia la responsabilidad de los cuatro jóvenes en la violación, y la tácita aceptación de sus padres en el delito.
Cita el contenido de un primer audio, el diario Notiver, en la columna “Pa’l Café”. Admiten los padres que hubo agresión, que uno de los jóvenes, Enrique Capitaine, fue el violador directo, que uno de ellos “no la tocó”, pero fue cómplice porque vio, dejó actuar y calló.
Refiere el rotativo las frases que incriminan y su intento por aplacar al padre de Daphne:
“Piensa en el desprestigio de tu hija, y también en el de nuestros hijos, en una escuela como el Rougier ¿te imaginas el desprestigio?”. “Yo en particular estoy en shock, no lo puedo creer que haya actuado así, ya ahorita entiendo que no es así, pero entiéndeme que como madre, o sea ¿Cómo puedo entender el monstruo?... La decepción, yo convivo con él, tu hija tiene 17 años y está en el ojo del huracán, no tengo palabras pero quiero que me entiendan, esto me tiene loca”.
Otro de los padres dice:
“Uno como hombre es más fuerte aguanta más, las mujeres son más susceptibles, ella saliendo de aquí se pone a llorar…. Habría que ver la manera de restaurar esto, de darle ‘una resanadita’. Sabemos bien bien ya como estuvo todo el asunto… Voy a castigar a mi hijo, le quitas el celular, de alguna manera le va a servir, porque le va a costar, te juro que le va a costar… El daño mayor es a tu hija, y menor a los nuestros”.
Uno más refiere:
“Antes llegaba la maestra y le decía al papá, y olvídalo te iba como en feria, ahora te habla la maestra de tu hijo y pobre de la maestra”.
Otra de las madres agrega:
“Y más tonta me quedo ahorita que me dices que no era ni novio de tu hija”. “Asumo que mi hijo actuó mal porque tanto peca el que mata a la vaca como el que le agarra la pata”. “Yo ya no me voy a poner a defender a mi hijo, siento mucho lo que tu hija está pasando… Una tontería, un momento, no sé qué les pasó por la cabeza”.
Y la frase que mata a Los Porkys:
“Pues sí, ocurrió”.
Hay otra reunión. Habla un amigo de ambas partes, Ricardo Fernández. Es el mediador. Habla y cierto momento tercia el padre de Daphne. Dice Notiver:
“La noche del 2y 3 de enero, de viernes para sábado Enrique violó a la hija de Javier en tu casa”, dice Ricardo Fernández. “No… la violaron todos” corrige el papá de la joven Javier Fernández y continúa: “Solo les pedí tres cosas, no los voy a dejar hablar, ya he aguantado mucho, no tienen idea, que te digan yo no quería, no vamos a cuestionar si pasó… hay evidencias suficientes que sí ocurrió… Les pido una disculpa para ella, aunque hubiera sido consensuado que no lo fue y ya está comprobado, ella es menor de edad y tú no (le dice a Enrique Capitaine) ella no quería. Dos ,que donde ella esté no se le acerquen, porque ha tenido la mala suerte de topárselos y va se encierra en el baño a llorar. Y tres, un proceso terapéutico (al que se habrían de someter Los Porkys), no les he pedido nada más porque nada regresa su sonrisa”.
Retrata el padre de la joven el infierno que viven. Revela la depresión de Daphne, su abandono, el esfuerzo por levantarla, sus caídas, la pérdida del deseo de vivir.
Quieren justificarse los padres de Los Porkys. Son atajados.
“Hay seis niñas víctimas de abuso”, les dice.
Deja mudos a los padres de Los Porkys. Son seis jovencitas que pasaron —y pasan— por el infierno de Daphne, ultrajadas, abusada, burladas.
Sobre Enrique Capitaine, el que violó a Daphne, hay otra imputación: agresión a su novia.
“Hay una niña amiga de mi hija que fue su novia (de Enrique Capitaine) y la golpeaba… Ella pensaba incluso que fue venganza porque ella le decía que no dejara que la tratara así…. Estaban drogados y borrachos”.
Dice la columna de Notiver: “los padres de los inculpados lo aceptan”.
Ricardo Raphael, periodista, escritor y columnista de El Universal, describe en entrevista radial el nivel de maldad, los alcances siniestros de Los Porkys.
Habla de Felipe Capitaine, padre de Enrique Capitane, el Porky que violó a la joven Daphne.
Fue alcalde de Nautla, municipio en el norte de Veracruz, cercano a Tamaulipas, por donde se realiza un intenso trasiego de droga.
“Les sirvió”, dice Ricardo Raphael y anuncia en su próxima columna en El Universal dará mayor información en torno a Felipe Capitaine.
Llama la atención en un detalle: el ex alcalde de Tuxpan ofreció que castigaría a su hijo. Fue falso. Lo premió. Sostiene Ricardo Raphael que se fueron a Las Vegas y que las fotografías de ese viaje fueron subidas por el mismo Felipe Capitaine a la red social Facebook.
Cita otro detalle: uno de los padres alerta que más valía no meterse con Felipe Capitaine. “No sabes lo ‘letal’ que podría ser”.
Ricardo Raphael enfatiza sobre la palabra “letal” y lo liga con el trasiego de droga en Nautla, con el potencial económico del ex alcalde, con sus relaciones con el crimen organizado. Y vuelve a insistir en que habrá de abundar en Felipe Capitaine.
Día funesto para Los Porkys. Ni el fiscal Luis Ángel Bravo los pudo cubrir. Apabullado por la presión social, por los medios de comunicación, por el momento electoral, acudió a su conferencia de prensa y ofreció que en breve consignará el caso.
Quizá pronto las otras seis jóvenes violadas se decidan a hablar.
Archivo muerto
¿Qué es tan preciado en Zona Dorada? ¿Qué le disputan José Antonio González Anaya-Alfredo Ramón de Diego a Inocente Armas y a la familia Vidal? ¿El predio en zona privilegiada, de la avenida Universidad al malecón de Coatzacoalcos, de uso turístico, propio para una plaza comercial o para un desarrollo habitacional de lujo? ¿O son los cadáveres que yacen en el subsuelo? Cuentan los que saben, los antiguos, que era ese el cementerio clandestino de un siniestro jefe policíaco apodado Mano Negra, en los años 60. Era el destino de malandros que desoían la advertencia del policía, que reincidían y que se convertían en un cáncer social. En diligencias judiciales, fueron halladas dos osamentas pero nadie lo consignó. Hay fosas clandestinas. Hay una leyenda de muerte. Vaya con lo que nos permitió saber el matacoyotes González Anaya, hoy director de Pemex, y su encuerdador Ramón de Diego en su afán de agenciarse un predio cuyo litigio aún no concluye. Ojo: la Suprema Corte de Justicia de la Nación aún no envía el expediente al Tribunal Superior de Justicia. Ostentarse como dueño es ilegal y ordenar que una empresa devaste dunas, peor… Por cierto, un trío, el de los Pantera, fue siempre bien recordado por el ex rector de la Universidad Veracruzana, Aureliano Hernández Palacios, de finas maneras, en su mente El Gato Hillman, el Peludo Ramón y Montes de Oca, como les llamaba…
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