* Yunes, Dante y Duarte, registrados ante el IEV * Define a Duarte como el candidato con mucho dinero y pocas ideas * Ramón de Diego, Home Depot y el terreno ajeno

 

Jaime Fidel Quintanilla Garza ya es reo de la justicia. Se le acusó de uso de documento falso; se le notificó que existía una orden de aprehensión en su contra y ayer, en un hecho histórico para el jet-set de Coatzacoalcos, le fue dictado un auto de formal prisión, es decir, que se encontraron elementos para procesarlo penalmente.

Quintanilla no es un hombre cualquiera. Icono de las familias de rancio abolengo porteño, se había conducido siempre como un santón de los negocios, consejero de todo, voz de los grandes capitales, detentador de voluntades y falso dueño de grandes extensiones de tierra que a fin de cuentas resultaron ajenas.

Hombre mayor, entrado en años, es quien paga los platos rotos de los golpes de audacia, trastadas legaloides y ambiciones desmedidas de su hijo predilecto, Jaime Rafael Quintanilla Hayek, enredado también en mil problemas con la justicia, siempre motivado por el afán de tener, aún de la libertad de su padre, de la tranquilidad de su familia y del bochorno de la élite social.

Ambos, junto con el cuñado cómodo de don Jaime, Sami Hayek Domínguez, y un abogado de mala nota llamado Cosme Atonantzin René Cruz Cruz, constituyen uno de los extremos del Clan Quintanilla-Hayek; en otro extremo se mueven, callados, cachando beneficios, otros miembros de la familia.

No se sabe a ciencia cierta cuántos negocios han armado de manera lícita. Lo que sí se ha acreditado legalmente es que en por lo menos tres juicios Jaime Quintanilla jr. ha sido incapaz de demostrar que operó con honestidad, obtuvo ganancias legalmente y que se apropió o usufructuó bienes ajenos.

Su afán por ostentarse como dueño de 5 hectáreas afectadas por la construcción del Libramiento Vial o Acceso al Puerto de Coatzacoalcos, llevó al Clan Quintanilla-Hayek a confeccionar dos sentencias judiciales, engañar a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes y cobrarle más de 5 millones de pesos.

En archivos del Juzgado Segundo de Primera Instancia de Coatzacoalcos constan las fechorías cometidas al falsificar dos sentencias, la 904 y la 1936, con el propósito de decretar la nulidad de un título de propiedad de los hermanos Bringas Burelo, y con ello hacer valer “su” derecho sobre tierras que no son suyas.

Cuando se descubrió la trastada, investigado el caso por la Procuraduría General de la República, comenzó su debacle.

 

Fueron denunciados; se consignó el caso ante un juzgado federal de Coatzacoalcos, que se declaró incompetente, y trasladó la causa al Juzgado Primero Menor, en el fuero común. El 6 de mayo, mediante una argucia legal al haberse declarado enfermo Jaime Fidel Quintanilla Garza, le fue notificado en su domicilio que tenía una orden de aprehensión. Pretendía con una suspensión provisional dentro de un juicio de amparo evitar acudir a los tribunales.

 

Le fue peor. Al ser diligencia pública, el tribunal se constituyó en su hogar y ahí, la prensa dio cuenta del humillante episodio.

Dos días después, el 8 de mayo, el Clan Quintanilla-Hayek fue apabullado nuevamente. Dentro del término de 72 horas para aportar pruebas en descargo, comparecieron dos testigos clave: Manuel Ponce Sanromán y su hijo Carlos Ponce Ruz, quienes aportaron evidencia de la conducta delictiva de Jaime Quintanilla Hayek y expusieron el modus operandi para realizar fraudes procesales.

 

Se supo que también serían llamados a declarar ejecutivos de Dragamex, empresa a la que el junior Quintanilla le rentaba una casa ajena, propiedad de Ponce Ruz; y el empresario Arturo Ramírez Farret, quien los tiene demandados por haberlo despojado de un edificio en la avenida Gutiérrez Zamora.

Ante la avalancha que se les venía encima, los Quintanilla optaron por renunciar a la ampliación del término constitucional y esperar un auto de libertad. Sin embargo, el domingo 9, Jaime Quintanilla Garza fue notificado del auto de formal prisión en su contra, o sea, que es presunto responsable del delito de uso de documento falso, y con ello se inicia el proceso penal en su persona.

Día negro para el jet-set. Bochorno para el Clan Quintanilla-Hayek y una señal de alerta para el cerebro que ideara el embrollo, el notario Juan Hillman.
La lumbre, de que llega, llega.

Miguel Angel Yunes Linares, Dante Delgado Rannauro y Javier Duarte de Ochoa son ya candidatos a la gubernatura de Veracruz.

 

Ayer se formalizaron sus registros ante el Instituto Electoral de Veracruz (IEV) y con ello, las coaliciones PAN-PANAL, PRD-Convergencia-PT y PRI-PVEM-PRV cumplen con el requisito legal.

 

El jueves 13 iniciarán oficialmente las campañas por la gubernatura de Veracruz... Apenas registrado como candidato del PAN-PANAL al gobierno veracruzano, Miguel Angel Yunes Linares reprochó la falta de autonomía del Instituto Electoral Veracruzano; aseguró saber las presiones a que está sujeta la presidente de ese órgano electoral, Carolina Viveros; reprochó la negativa a flexibilizar las reglas del debate, del que dijo, pretenden convertir en un concurso de oratoria al no permitir la réplica y la contrarréplica.

 

Habló de consejeros que no son demócratas: “las expresiones de intolerancia de algunos integrantes de este Consejo, no hacen más que confirmar lo que hemos dicho: en este Consejo hay quienes no son partidarios de la democracia y ellos no debería estar en este Consejo”.

 

Tuvo alusiones ásperas hacia el candidato priísta, Javier Duarte de Ochoa. Una de ellas: “los ciudadanos no tienen la culpa que un partido político haya postulado a un candidato con mucho dinero y pocas ideas”. Otra: “Si ese candidato no tiene la posibilidad de debatir, menos tiene la posibilidad de gobernar Veracruz y por eso vamos a ganar las elecciones”.

 

Una más, algo hiriente: “No hay ninguna razón para que el Instituto Electoral Veracruzano le quiera tender una red de protección al candidato de mucho dinero y pocas ideas”. Otra vez Yunes Linares se robó la jornada... Que Alfredo Ramón de Diego le tomó el pelo a Home Depot cuando le vendió los terrenos en que se halla esa tienda de autoservicio. Le pagaron 5 millones de dólares, pero en breve se iniciará un litigio que pondrá las cosas en claro...