* Dante Delgado y su discurso yunista * Bursatilización, gobierno fiel incompetente, Duarte rehuyendo el debate, mandato revocatorio, ataques a los adversarios en El Centinela * Se queman las manos CANACO, CMIC y Consejo Coordinador Empresarial por Jaime Quintanilla * Se benefició con documentos falsos para engañar a la SCT y cobrar millonaria afectación * ¿Pagarán sus agremiados por la reparación de daño moral?
No sale de una Javier Duarte de Ochoa cuando ya anda en otra. Rehuye el debate, lo sanciona el órgano electoral por realizar campaña anticipada y las encuestas pasaron de ser un sueño a una pesadilla. Ahora le revienta de nuevo su responsabilidad en la quiebra de Veracruz gracias a su engendro, la bursatilización fiananciera.
Miguel Angel Yunes Linares, su dolor de cabeza, lo trae a los tumbos. Le ha actualizado documentos que demuestran que el candidato gordobés urdió la bursatilización de los impuestos por la tenencia de uso de vehículos y previó que al ser suprimido éste, el 1 de enero de 2012, se crearía un nuevo instrumento para recaudar los recursos para enfrentar el endeudamiento.
Yunes Linares exhibió un documento, fechado el 5 de diciembre de 2008, suscrito por el entonces secretario de Finanzas de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, dirigido a la tesorera de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público del gobierno federal, María Eugenia Casar Pérez, y al titular de la Unidad de Coordinación con Entidades Federativas, José Antonio González Anaya, oriundo de Coatzacoalcos, en el describía cómo operaría la bursatilización.
Duarte de Ochoa, delfín del fidelato y candidato priísta al gobierno veracruzano, refirió que en convenio de bursatilización participaban 199 municipios, mediante el fideicomiso F-998. Los recursos aportados al gobierno veracruzano y trasladados a los ayuntamientos participantes serían pagados con el patrimonio del citado fideicomiso.
El meollo del tema se concreta en la supresión del Impuesto Sobre Tenencia o Uso de Vehículos, a partir del 1 de enero de 2012, ya que “los estados y municipios dejarán de percibir ingresos por este impuesto de carácter federal”, señalaba Duarte de Ochoa.
Para subsanar el ingreso y así poder cubrir los recursos obtenidos por la venta de certificados bursátiles, el genio Duarte determinó que el Congreso de Veracruz “deberá sustituir dicho impuesto con otro similar de carácter local (…) y participar del mismo a los municipios en la misma proporción en las que actualmente se les participa del impuesto federal mencionado, y que en este supuesto, los ingresos que de tal contribución local queden correspondan a los municipios citados en el decreto, quedarán afectos automáticamente al fideicomiso bursátil, en los mismos términos previstos para el caso del ISTUV”.
Duarte de Ochoa diseñó su engendro financiero con premeditación, alevosía y ventaja. Más allá del altísimo costo que tendrá la obtención de esos recursos, y que incrementará la deuda veracruzana hasta alcanzar 40 mil millones de pesos, se trata de la cancelación de oportunidades de desarrollo para los municipios.
Hoy obtienen cantidades exiguas para realizar obra pública, pero sufrirán una prolongada sequía de dinero en los próximos 30 años.
Peor aún, el régimen priísta creará un nuevo impuesto tan sólo para pagar un dinero que usaron los municipios, lo mal emplearon y simplemente, ya no existe.
Bien por don Javier Duarte. Ya se ve de qué es capaz.
Archivo muerto
Le salió yunista el discurso a Dante Delgado Rannauro. Vino al sur de Veracruz y reclamó que el gobierno de Fidel Herrera Beltrán sea incompetente; que la bursalitilización genere una deuda de 40 mil millones de pesos; que Javier Duarte de Ochoa sea un candidato sin propuestas y que por ello se rehúse a participar en el debate de aspirantes al gobierno estatal; que El Centinela sea un periódico fidelista para denostar a los enemigos del señor feudal de Veracruz; que de ser gobernador promoverá el mandato revocatorio para que el pueblo retire a las autoridades que faltaron a sus compromisos.
El candidato de la coalición “Para Cambiar a Veracruz”, integrada por los partidos de la Revolución Democrática, del Trabajo y convergencia por la Democracia, retomó cuanto ya había expresado el abanderado del Paertido Acción Nacional, Miguel Angel Yunes Linares.
Lo único original fue su ya trillado proyecto 6-30, o sea hacer en seis años lo que se podría realizar en 30, en el que sólo los ignorantes creen... Que las cámaras de Comercio y de la Construcción y el Consejo Coordinador Empresarial sean proclives al ridículo, es su bronca.
Se queman las manos por el empresario Jaime Fidel Quintanilla Garza, sujeto a juicio penal por uso de documento falso con el que defraudó a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes.
Pontifican por el honor del indiciado sin más arma que la retórica frágil, sin sustento, tramposa. Intentan mostrarlo como víctima de los particulares que lo acusan, a sabiendas que fueron las instituciones judiciales las que lo investigaron, lo consignaron y lo sometieron a juicio.
Sin embargo, otro fragmento del auto de formal prisión emitido por el Juzgado Primero Menor, dentro de la causa penal 126/2010, señala: “Se arriba a concluir que los sujetos activos del presente asunto (el Clan Quintanilla-Hayek), además de usar las copias relativas a los juicios civiles inexistentes cuya falsedad quedara demostrada, aprovechándose del error del director de la Secretaria de Comunicaciones y Transporte y a sabiendas que el inmueble afectado no era el que amparaba sus escrituras, lo usaron para obtener un beneficio”.
El auto de formal prisión emitido contra Quintanilla Garza está plagado de muchos elementos más que demuestran una conducta delictiva. Solidarias con el ilustre secretario del Consejo Consultivo Ciudadano de Coatzacoalcos, hoy reo de la justicia, las cámaras empresariales ya caminan por la ruta de la difamación.
Dicen que los Quintanilla son los legítimos propietarios de los predios por los que cobraron casi 5 millones de pesos a la SCT. Falso.
Los desmiente el auto de formal prisión. Usaron documentos oficiales falsos, actuaron fraudulentamente y engañaron a la autoridad.
Las tres cámaras se extraviaron en el laberinto de su ignorancia. Quizá sus representados estarán de plácemes cuando les pasen la factura por la reparación del daño moral...