Miguel Angel Yunes Linares sigue siendo un activo del PAN. En Veracruz opera, como nadie, entre los priístas. Cimbra las estructuras de gobierno, crea zozobra en la cúpula del PRI y, pese no doblegar a la maquinaria fidelista, hizo crecer la votación panista. Es, por naturaleza, controvertido y tormentoso. Habla con desparpajo. Acusa, señala, irrita y provoca el odio de sus enemigos políticos. Se sabe rechazado y a la vez admirado. Es tan temperamental que suscita críticas y un sector de la prensa, la prensa fidelista, que antes fue alemanista y gutierrezbarrista, lo acusa de todos los males habidos y por haber. De Miguel Angel Yunes Linares se esperaba más en la elección del 5 de julio. Sus aplaudidores en el PAN alentaban la idea de que los llevaría de la mano al mayor triunfo electoral en la historia reciente. Sus detractores, en cambio, le cedieron espacios y aguardaron que por el voto de la sociedad se frustrara el proyecto yunista. Cuando se conocieron los primeros resultados de la elección, el panismo tuvo una lectura confusa: vio perder 17 distritos, pero no reparó en que la votación total creció respecto a los comicios del año 2007. Pidieron las cabezas de sus dirigentes estatales, de los cuadros yunistas y hasta la renuncia de Miguel Angel Yunes a la dirección general del ISSSTE. Sin embargo, las cifras de la elección dan cuenta que la realidad política es, a veces, diametralmente distinta a la realidad mediática. En 2007, el PAN obtuvo 812 mil 244 votos, y el PRI un millón 318 mil 209 sufragios. En 2009, el PAN alcanzó 832 mil 377 votos, mientras que el PRI descendió a un millón 112 mil 296 sufragios. Las cifras corresponden a las páginas del Instituto Electoral Veracruzano y al del Instituto Federal Electoral.
Más allá de las implicaciones de la victoria priísta, la elección del 5 de julio pudo medir la fuerza política de Yunes Linares y, consecuentemente, su capacidad de resistencia frente a sus enemigos al interior del PAN. Tuvo sus puntos oscuros. Propuso candidatos que sólo le trajeron derrotas al PAN. Vivió su Waterloo en Boca del Río donde su hijo, Miguel Angel Yunes Márquez, es alcalde, y donde su otro vástago, Fernando, fue integrante de la fórmula panista que perdió la elección frente al fidelista Salvador Manzur Díaz.
Falló en el proyecto de frustrar al candidato del PRI en Córdoba, Javier El Gordo Duarte, y así se fue en todo el estado. Sin embargo, el PAN avanzó y el PRI retrocedió. Yunes Linares diseñó una campaña que pese a no traducirse en distritos ganados y diputados federales panistas en el Congreso, generó un avance en la votación total, que en 2010 será decisiva para definir qué partido gobernará a los veracruzanos en los siguientes seis años.

Resultó un fiasco la Fiscalía Especializada Para la Atención de Delitos Electorales. Tras las diversas denuncias que se interpusieron durante el proceso federal que culminó el 5 de julio, la llegada de agentes y personal para reunir declaraciones y configurar expedientes ha resultado una tomadura de pelo. Esos “agentes” actúan con insólita prepotencia; ejercen presión, no contra los denunciados de haber violado la legislación electoral, sino  contra quienes presentaron sus quejas. Le acaba de suceder al personal del Partido Acción Nacional, quienes aseguran que más que agentes de la FEPADE, el personal de esa instancia parece cómplice del PRI y de los priístas que de manera burda y descarada repartían material de construcción, despensas y hasta ofrecían dinero para que los ciudadanos votaran por el candidato tricolor, Iván Hillman Chapoy. La FEPADE, pues, no sirve… Son varias las traiciones de Dante Delgado Rannauro, dueño de Convergencia por la Democracia, al Partido de la Revolución Democrática. En 2006, mientras los legisladores del PRD —diputados federales y senadores— tomaban la tribuna de San Lázaro y frustraban la ceremonia del sexto informe de labores de Vicente Fox Quesada, Dante Delgado y su corte permanecía aplastada en sus aposentos, negociada su sumisión, divertido el ex gobernador veracruzano, parlanchín, sometiendo a su bancada para que nadie de los suyos se agregara a la protesta. Aquel día, 1 de septiembre de 2006, día en que terminaba el ritual monárquico del informe presidencial, Dante Delgado era, como siempre, hombre del sistema. Otra más de sus traiciones fue la toma de protesta de Felipe Calderón Hinojosa, el 1 de diciembre de ese mismo año. Dos días antes panistas y perredistas disputaban la tribuna y el control del recinto legislativo; se liaban a golpes, se insultaban. Llegado el momento histórico, Convergencia se comportó a la altura de los traidores. Olvidó su alianza con el PRD y con el Partido del Trabajo; su integración al Frente Amplio Progresista; la senaduría que le regaló Andrés Manuel López Obrador al  colocarlo al frente de la fórmula que integró con Arturo Herviz Reyes, y la miles de promesas públicas y de compromisos sociales. Dante y Convergencia avalaron la entrada de Felipe Calderón a la Cámara de Diputados y la toma de protesta como Presidente de México… Cada vez son más los panistas que ven con agrado la precandidatura del doctor Alfredo Phinder Villalón a la alcaldía de Coatzacoalcos. Diversos grupos se suman a esa propuesta y al paso de los días irá conformándose como uno de los proyectos para contender por la presidencia municipal. Del diputado electo Rafael García Bringas, hay quienes ya no quieren saber nada. Se transformó en cuanto se sintió tentado por los dioses y eso a los panistas les cayó como bomba…