* San Andrés Tuxtla, a revisión * Gastó el doble del techo financiero * Se persigue de oficio: Sigala * Todo para anular la elección * El Financiero exhibe a Duarte * Se encrespa el gobernador * La ponzoña de Marcelo * Acusado de delito fiscal por el cobro a petroquímicas
Peor imposible. Va la justicia por Vicente Benítez, sus manos en el saqueo a descomunal, tesorero de la mafia duartista, y va el Tribunal Electoral de Veracruz tras sus pasos, por el derroche en campaña, por violar el tope financiero, por aportar datos falsos a la autoridad.
Mal y de malas, Vicente Benítez González no sólo es el eslabón clave en la cadena de corrupción del duartismo, manoseando los recursos, transgrediendo la normatividad contable, sino por su papel en el Congreso de Veracruz, al que llegaría por la vía de la diputación.
Llegaría porque su desaseo lo trabó. Llegaría porque el exceso de gastos, la violación al techo financiero establecido por el Instituto Nacional Electoral, el reporte falseando información, está ya en manos del Tribunal Electoral de Veracruz (TEV).
Su caso es el boom de la elección. Por violaciones a la ley, el rebase del tope de campaña, su elección se halla en el umbral de la anulación.
Lo advierte el presidente del TEV, Roberto Sigala Aguilar, quien revela que tácitamente el caso San Andrés Tuxtla se frenó al conocerse la resolución del INE sobre violación al techo financiero en campaña.
Sería de trámite la sesión del domingo 17. Sería analizado un recurso de inconformidad y se calificaría la elección en el distrito donde Vicente Benítez ganó aplastando a Morena, ni qué decir a la coalición PAN-PRD.
Pero llegó la notificación del INE que revelaba que Vicente Benítez rebasó el tope de campaña y falseó información de lo erogado en la búsqueda del voto que lo lleve al Congreso estatal. De ahí que su resolución quedara pendiente.
Se trata de un tema que se persigue de oficio. “No se requiere que haya un promovente para poder discutirlo y debatirlo”, dice Sigala Aguilar.
En la sesión se determinó posponer la resolución a fin de contar con un criterio más amplio, “para no emitir sentencias contradictorias”.
Vicente Benítez sólo podía invertir en su campaña un millón 107 mil 403.88 pesos, y debía emitir un reporte ajustado a las normas que rigen los procesos electorales. Pero se excedió y para subsanarlo falseó datos.
Veamos:
Según el informe del Sistema Integral de Fiscalización (SIF), Vicente Benítez reportó gastos por 688 mil 457.69 pesos con los que buscó el voto de los sanandrescanos, postulado por el Partido Nueva Alianza, coligado al PRI.
Sin embargo, el SIF logró acreditar que el ex tesorero del gobierno duartista gastó 2 millones 390 mil 436.31 pesos. O sea, triplicó la cifra que reportó ante la autoridad electoral y duplicó el tope de campaña, al que según sus cifras ni se acercó.
Benítez rebasó el tope de campaña en más de un millón 200 mil pesos y eso es causa de nulidad de la elección.
De acuerdo con la legislación electoral, basta con que un candidato rebase el tope de gastos de campaña en un 5 por ciento para que la elección sea anulada.
Hay dos casos semejantes: Córdoba y Veracruz. Sólo que en ambos casos los candidatos priistas no ganaron la elección.
“Sí sé que tres de los asuntos estaban pendientes porque solicitaron este rebase de topes de campaña y apenas el INE nos notificó ayer al mediodía”, apuntó.
Por lo que hace al INE, ya determinó sanciones para los partidos políticos por exceder los techos financieros, pero al TEV le corresponde analizar el impacto que pudiera tener esta infracción a la declaratoria de validez.
“Pero eso se va a analizar con calma. A nosotros nos compete en ese sentido, de que una vez que resuelva el INE ya nosotros podemos determinar si se si se actualiza alguna hipótesis de nulidad de elección”, dice Sigala Aguilar.
No hay mesura en Vicente Benítez. Siendo tesorero en la Secretaría de Finanzas y planeación, los dineros comenzaron a desaparecer, o aparecían en efecto en maletas, como el caso de la aeronave incautada en el aeropuerto de Toluca. Su contenido: 25 millones de pesos. Su destino: pago a periodistas nacionales, “chayotes”, pues.
Así describe INFORME ROJO:
“De prestigio no sabe Vicente Benítez. De fama y aprecio, menos. Es un eslabón en la cadena de corrupción y escándalo duartista, en sus cuentas lo turbio y lo que debe desaparecer.
“Enfrenta, por ejemplo, un escándalo en Costa Rica, pillado con una decena de propiedades a nombre suyo y de su esposa, Mariela de Los Ángeles Núñez Rodríguez, investigado no sólo por lavado de dinero sino por vínculos con el narcotráfico (La Jornada Veracruz, 12 julio 2016).
“Uno de los reportes periodísticos, difundidos por Teletica, refiere que Javier Duarte viajó a Costa Rica semanas antes de asumir el gobierno de Veracruz, en 2010. Llegó a las 9:20 del 7 de octubre y al día siguiente, a las 11 de la noche, se marchó.
“Hoy es objeto de una investigación para determinar si el gobernador de Veracruz forma parte de un “grupo de mexicanos” que estarían invirtiendo millonarias cantidades de dinero en negocios inmobiliarios, si se trata de lavado de dinero y si existen vínculos con el narcotráfico.
“De acuerdo con la información del periodista Jair García, la investigación incluye los detalles de los vuelos realizados por Vicente Benítez, los de carácter privado, los que pudieran haberse realizado con aeronaves del gobierno de Veracruz y “o si las matrículas de esas aeronaves reportan ingresos con personas distintas y sus nacionalidades”.
Vicente Benítez está señalado en la investigación y “advierten que hay más políticos mexicanos, entre los cuales no se descartó el nombre del gobernador veracruzano”, refiere la información de La Jornada Veracruz.
“Su vínculo con Javier Duarte es quizá el más estrecho de todo el círculo duartista. Fue su tesorero, el que movía el dinero en efectivo, como en aquel episodio en que una aeronave del gobierno de Veracruz, con una maleta con 25 millones de pesos en efectivo, fue retenida en el aeropuerto de Toluca, al inicio del sexenio. Benítez se trasladó al DF y fue sometido a investigación.
Pasó por la Secretaría de Desarrollo Social, por la Oficialía Mayor de la Secretaría de Educación de Veracruz, donde se halla uno de los mayores boquetes financieros con recursos de origen federal, que en conjunto, de 2011 a 2014, suma 50 mil millones de pesos que reclama la Auditoría Superior de la Federación por no haberse demostrado su aplicación, porque no se solventaron observaciones o porque simulaba la pandilla duartista que devolvía los recursos, los depositaba en una cuenta y antes que el gobierno federal dispusiera de ellos, los retiraba de nuevo.
“Benítez González es pieza de la red de prestanombres de Javier Duarte, denunciado por Miguel Ángel Yunes, el gobernador electo, en calidad de socio, junto con su esposa, de la empresa Capital Investment Porperty Services, con domicilio en Miami, Florida, Estados Unidos, valuada en una cantidad superior a 100 millones de dólares que presuntamente se han invertido en bienes muebles e inmuebles.
Transitó del INE al Tribunal y en cuestión de días su diputación se esfumará.
Peor imposible.
Archivo muerto
Exhibe El Financiero a Javier Duarte y respinga el gobernador.
Lo balconea el rotativo con la bienvenida que le dan en el Woodlands Country Club, en Texas, a él y a su esposa Karime, nuevos socios del lugar.
Aduce que se trata de sólo una acción del club, que ni él ni su esposa tienen propiedades en el extranjero, menos prestanombres.
“Es increíble que me golpeen por la compra de una acción en un club deportivo cuando el supuesto electo (Miguel Ángel Yunes Linares) es dueño de edificios en Nueva York”.
Luego pidió a la Comisión Nacional Bancaria que legitime esa operación, realizada desde la cuenta en que le depositan el salario, con cargo a Banorte. Da el dardo donde duele: los bienes de Javier Duarte en el extranjero. Duele más cuando se lee en prensa nacional.
Dice el desgobernador que no posee bienes en el extranjero. Falso. Hay documentación de sobra, pruebas, certificados notariales, inscripciones de registros públicos en México, Estados Unidos y España con un seguimiento preciso de la ruta del dinero, desde la Secretaría de Finanzas y Planeación hasta las operaciones compra-venta.
Otro mensaje para Javier Duarte y sigue sin entender… Serpentea, como siempre, Marcelo Montiel. Rehuye sus conflictos y cuando los toca, lo hace con el veneno de sus entrañas.
Denunciado, acreditada su responsabilidad en el pago a empresas fantasma, el robo del dinero en cajeros bancarios, el uso de cemento para coaccionar el voto, violando una tregua electoral, la de 2013, responde con bajeza el ex delegado de Sedesol federal en Veracruz.
Revive acciones legales que datan de 2004, órdenes de aprehensión añejas, que se caen de viejas, que fueron desestimadas en juicios de amparo, sin efecto legal, a grado tal que la agente del MP que lleva el caso terminó por desistir.
¿Se trata de desempolvar denuncias y delitos? Ahí está la que le interpuso el abogado Rogelio Martínez por delito fiscal, cuando el entonces presidente municipal de Coatzacoalcos condonó recargos y accesorios del impuesto de traslación de dominio que pagaron las petroquímicas Pajaritos, Morelos y Cangrejera.
Embargó bienes de las subsidiarias de Pemex, reclamando el pago de 600 millones de pesos, bajo el argumento de que ese dinero urgía para realizar obra pública.
Luego se dio por satisfecho con 220 millones, por el que pagó su porcentaje al despacho Abogados y Asociados Internacionales, de Tony Macías, el suegro incómodo del gobernador Javier Duarte.
O sea, detrás de todo, Fidel Herrera Beltrán. ¿Se trata de revivir delitos y órdenes de aprehensión, historias de abuso y sangre? Sobran las que llevan la marca de Marcelo Montiel…
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