* Karime Macías quiere leyes más rígidas contra pederastas * ¿También contra ex funcionarios que le graban las bubíes a las diputadas? * Pierde el candidato oficial elección de empleados municipales * Zafarrancho en la asamblea * Oculta información Consejo Distrital en el Coatzacoalcos II * Otro caso que se va a los tribunales
Javier Duarte de Ochoa y Gerardo Buganza Salmerón han suscrito el pacto de los cínicos. Duarte se siente “arropado” y Buganza promete ser el intendente del voto para llevar al triunfo al PRI. No hace mucho, sin embargo, ex panista veía al delfín del fidelato como el responsable del endeudamiento de Veracruz.
No se sabe qué tan desarropado se sentía Duarte El Gordo de Ochoa hasta antes de que Buganza le diera el sí, pero su afirmación es una soberana exageración. Meloso, políticamente cursi, el candidato priísta ve en su antiguo detractor al personaje ideal para sumarle votos a su causa.
“Yo aceptaré a quienes quieran sumarse a mi campaña —dijo Duarte—. Con Buganza tenemos algunas coincidencias para el desarrollo y bienestar del pueblo. Mi proyecto es incluyente y estoy seguro que las encuestas sólo reflejan el sentir de la sociedad”.
Y a la pregunta de cómo le cayó adhesión de Buganza, el señor Duarte, la máscara de la fidelidad expresó:
“Muy contento, muy entusiasmado. Me siento muy arropado, muy fortalecido”.
Buganza fue más soberbio.
“De que Javier Duarte gane la gubernatura de Veracruz, yo me encargo”, dijo con sorna, evidenciando las fisuras del proyecto fiel, la incapacidad de hacer crecer al candidato del PRI. Fidel Herrera, el gobernador, no puede; Buganza sí.
Uno y otro, hace dos meses tenían posiciones encontradas. Buganza acusaba a Javier Duarte, ex secretario de Finanzas del gobierno de Veracruz, de ser el responsable del desastre financiero, de la bursatilización y del endeudamiento de los veracruzanos.
Horas después de formalizar su amasiato político, Duarte y Buganza hallaron repuesta. Helí Herrera, ex dirigente del Partido de la Revolución Democrática, cuestionó:
“¿Cómo entender la actitud de un ciudadano que se preparaba para ser el adversario político de Javier Duarte y competir en las elecciones para gobernador, cuando hace 60 días lo calificaba de ‘títere de Fidel’, y hoy le levanta la mano, y manifiesta a toda la prensa que ‘de que Javier Duarte gane por nocaut a Miguel Ángel Yunes Linares se encarga Gerardo Buganza’?”.
Una más:
“¿Por qué cuando compitió, también por su otrora partido el PAN, como candidato a Gobernador contra Fidel Herrera en 2004, lo acusó en infinidad de mítines políticos de corrupto, y hoy, cuando su partido no lo agracia con la candidatura, cambia en 360 grados esa apreciación calificándolo como un gobernador ejemplar?”
Y el remate:
“¿Qué dirán los más de 800 mil ciudadanos veracruzanos que hace seis años sufragaron por él, ubicándolo como un hombre de oposición, leal a los principios y dogmas de acción nacional, y que hoy que no le cumplieron su capricho de ser otra vez candidato a gobernador, abandona, como se si tratara de cambiar de ropa, todo su ideología para abrazar la que tantos años calificó de corrupta, soez y perversa?”.
No es una buena apuesta la desmemoria. Menos el cinismo político.
Archivo muerto
Karime Macías es otra figura que le entra al circo de la pederastia. “Cualquier daño —dijo doña Karime, la esposa del candidato a la gubernatura de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa—, cualquier ataque a nuestros infantes hay que castigarlo”.
Señaló que habría de impulsar leyes para castigar duro a los pederastas. Que lo diga es lo de menos, pero la intención no es tan noble como finge.
Su marido, Javier Duarte, y su patrón, el gobernador Fidel Herrera, han sido señalados de orquestar la guerra sucia contra el candidato panista Miguel Angel Yunes Linares, al que le han endilgado la etiqueta de pederasta. Eso lo sabe la señora Macías. Su afirmación es puntillosa, movida por la intencionalidad que distingue al régimen fiel.
Quizá doña Karime debiera promover alguna ley que sancione a uno que otro ex secretario del gabinete de Veracruz, cliente consentido de un bar cercano al PRI estatal, donde se aventaba apasionados fajines con una diputada local a quien solía descubrirle los pechos y registrar las escenas en video. Sería una buena contribución para limpiar de pervertidos la política veracruzana.
¿O no, doña Kari?… Se desploma el cacicazgo de Alberto Estrada Magumes en el sindicato de empleados del Ayuntamiento de Coatzacoalcos.
Su pupilo, José Luis González Alemán, no pudo ser impuesto como secretario general de la organización. Ayer se celebró su asamblea; el grupo del cacique Magumes intentó controlar la mesa directiva, lo que provocó un zafarrancho.
Se decretó la suspensión de los trabajos y la planilla verde, de González Alemán, se retiró. Jorge López Ríos y su planilla azul, más la planilla amarilla y tres integrantes del grupo de la corriente verde, concluyeron la elección. Jorge López obtuvo 395 votos de casi 700 afiliados, lo que le garantiza ser el próximo secretario general.
No sabe el cacique Magumes la que le espera. Confiaba en que ciertas áreas del Ayuntamiento de Coatzacoalcos le garantizaran la permanencia en el poder. Lo que ya ve venir es la rendición de cuentas y las cuentas andan de cabeza… Le llueven quejas y pronto habrá denuncias contra el Consejo Electoral en el Distrito XXX, el Coatzacoalcos Rural.
El representante panista, Víctor Hugo Espinosa, ha solicitado listas de ciudadanos que serán funcionarios de casilla; registro de las planillas de los candidatos a presidente municipal, síndico y regidores en los cinco Ayuntamientos del distrito, e información diversa sobre la elección del 4 de julio. Olímpicamente los funcionarios del Consejo Distrital Electoral han ignorado la petición. De un momento a otro se presentarán las denuncias correspondientes ante los tribunales electorales…