Descocado, fuera de sí, Javier Duarte no distingue ya la frontera entre la realidad y la ficción, el Veracruz caótico y el Veracruz ideal, su futuro en prisión y su recuerdo en el altar de la historia. Simplemente se le fundió el chip.
Lo usa el priismo que lo circunda, el núcleo duartista, la pandilla que por su mano desgobierna Veracruz y que en la agonía de su sexenio, saquea las arcas, sacude las estructuras institucionales, consuma la quiebra que tanto negó y deja una estela de violencia, sangre y dolor.
Su voz es digna de un estudio, no fonético sino psiquiátrico. Su visión es demencial.
Dice que nunca Veracruz había logrado un desarrollo igual, que está lejos de las entidades con mayor nivel de inseguridad, la inversión a todo vapor, la economía creciendo.
A Miguel Ángel Yunes Linares, el gobernador electo, lo denuncia y lo exhibe, imputándole propiedades en Veracruz y en el extranjero, exhibiendo que lo suyo es producto del robo, de su paso por las instituciones de gobierno, de actos de corrupción.
No sabe, quizá, que su denuncia ante la Fiscalía General de Veracruz carece de información actualizada. Es el argumento de 2004, de 2010, de 2012, de 2013 y de 2015, lo que las redes sociales y la red de bots han difundido a menudo sobre el panista que en diciembre habrá de gobernar la entidad.
Al gobernador electo, Miguel Ángel Yunes Linares, lo tilda de “delincuente, un gángster, un hampón, no tiene legitimidad ni calidad moral”.
Le da con todo. Lo descalifica. Lo exhibe en el día de
Acusa, por ejemplo, con datos viejos, con evidencia insustentable, pues que se sepa, Yunes Linares tuvo esas propiedades y las vendió hace 10 y hasta 20 años.
Y cita los bienes:
“16 propiedades que están a nombre del exdirector nacional del ISSSTE, con un valor catastral inicial de 50 millones de pesos.
“En la lista destacan casas, predios y departamentos en los municipios de Coatepec, Emiliano Zapata, Xalapa, Alvarado, Minatitlán y Boca del Río, todos escriturados a nombre de Yunes Linares y familia en las notarías 11, 6, 8, 29, 10, 19 y 14.
“De acuerdo con la denuncia, Yunes Linares tiene en Coatepec cuatro predios con el nombre “La Encrucijada” y uno más, Tepetates, en La Estanzuela, además de un lote en el club de golf Villa Rica, zona residencial; un predio rústico en la zona campestre de Zoncuantla; una casa-habitación en la colonia Petrolera de Minatitlán; dos lotes en el fraccionamiento Costa Verde de Boca del Río; un departamento en el fraccionamiento en Costa de Oro, y uno más en el fraccionamiento Rincón de El Conchal.
“En la denuncia de hechos, Duarte de Ochoa también solicitó a la Fiscalía Especializada en Delitos Cometidos por Servidores Públicos que investigue diversas inmobiliarias y una gasolinera propiedad de Yunes Linares, pues –atajó– es inadmisible que el gobernador electo tenga tantas propiedades y negocios, dado que su salario de servidor público no le permitiría tener tantos activos”.
Su conflicto se reseñó así, en INFORME ROJO:
“La verdad os hará presos”, responde en bíblico Yunes azul a Javier Duarte. Denuncia el gobernador saliente a su futuro sucesor por enriquecimiento ilícito, en algo así como la puesta en escena de “El ladrón soy yo pero embarro a los demás”.
“Qué vodevil del gordobés. Alí Babá y sus 40 ladrones visitaron la Fiscalía General de Veracruz. Javier Duarte, acompañado de la runfla legislativa, diputados federales y locales, Carvallo y Erick Lagos, Mota y Tarek, Spinoso y Kuri, los súbditos del gabinete, Flavino, Pelegrín, Yolanda Gutiérrez, Xóchitl y Harry El Sucio, Deantes y Bermúdez el de las 20 empresas, Garrido y Marcela Aguilera, la rémora Callejas, Chiunti y Tonatiuh. Juntos acumulan más de mil años en sentencias si se les aplica la ley y todavía lo secundan en su treta de pedir justicia.
“Acusa el desgobernador que él sí tiene pruebas de que Miguel Ángel Yunes Linares se ha enriquecido. Y dice que lo va a demostrar. “La verdad nos hará libres”, recetaba días antes don Javier con ese aire sacramental que hasta San Pablo le tendría envidia… “La verdad os hará presos”, le dice con mofa Yunes Linares.
“Resume su respuesta a la denuncia penal en su contra por enriquecimiento ilícito, la nueva patraña del gobernador de Veracruz, en tres líneas: “La denuncia que presentó Duarte tiene tanto sustento como su declaración de bienes”; “No podrá impedir el cambio ni evadir la acción de la justicia”, y “La verdad os hará presos”…
Fragua el nuevo escándalo Flavino Ríos, secretario de gobierno, que así está a un paso de ser gobernador, provisional, gobernador por un día.
Pobre Veracruz.
Archivo muerto
Cede Héctor Yunes. Cede el PRI. Regresa el senador a la Cámara donde vegeta, regresa a ser uno de los tres peores legisladores en el top5, lo peor de lo peor. Matiza el PRI la pela sobre Javier Duarte, luego de las andanadas de Carolina Monroy, en sus días al frente del tricolor, de las embestidas de Jorge Carlos Ramírez Marín, diputado y voz de la cúpula priista, de la descalificación del nuevo dirigente, Enrique Ochoa Reza, contra el gordobés, cuyos errores, cuyas corruptelas, cuya nefasta actuación abonó a la derrota en la elección del 5 de junio y a la pérdida, por primera vez en su historia, de la gubernatura de Veracruz. Con 900 melones en la bolsa, abdica el senador. Se olvida del proyecto de los ocho años. Concluye el recorrido y la entrega de obras, el regateo con Pepe Yunes, el otro senador. Con 900 melones para resarcir daños, Héctor le da la vuelta a la página, enfría la calentura, olvida que hace días todavía pedía la cabeza de Javier Duarte “mi jefe político”. Con 900 melones como indemnización el senador regresa a donde no tiene qué hacer. Y en Veracruz se quedan los ilusos que daban la vida por él… ¿Quién filtra los secretos más secretos del alcalde, su grupo compacto, la nómina inflada, la purga entre marcelistas, los contratos de Ibarra, las “novias” de Joaquín? ¿Quién documenta casos, recolecta fotografías, arma videos, los musicaliza, señala a unos y exhibe a otras y agravia a unas más? ¿Quién, cada día, antes que suene la una de la tarde, vía celular, reseña el caos y los conflictos edilicios, la ausencia de poder, los negocios que se tejen en la presidencia municipal? ¿Quién, desde el piso intermedio del palacio, filtra y filtra información, los pasos del alcalde, sus palabras, sus reuniones, de mañana, tarde, noche y muy noche? Una pista: no es un edil… Así que la CTM del sur dialogará, tratará y se rendirá ante Miguel Ángel Yunes Linares. Así que Ramón Ortiz Cisneros encabeza el grupo cetemista, tácitamente en un alineamiento con el gobernador electo, defendiendo la chuleta, los contratos, los adeudos que deja la banda duartista, lo que han trabajado en la construcción del túnel sumergido y que el gobierno que se va ya no pagará. De ahí que los líderes cetemistas, que fueron golpeados y desoídos, ignorados y hasta desdeñados por Javier Duarte, tiendan un puente hacia Yunes azul. Los lidera Ramón Ortiz Cisneros. ¿Y así lo concibe Carlos Vasconcelos, el jerarca mayor de la CTM regional? Mientras, los dirigentes cetemistas caen por la violencia: Ernesto Ruiz Guillén, alias El Cometierra; Juan Carlos Prot Álvarez, Rolando Rosas Gallegos, Anastasio Velásquez Panamá. Otro, Leonardo Mendoza Cruz, alias El Shakira, fue baleado pero sobrevivió…
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