* No asistió Estrada al debate de candidatos a diputados * Sus contrincantes piden que renuncie * Cahuich plantea impulsar la petroquímica para generar empleo * Gutiérrez Cabrera por el mandato revocatorio, consejo ciudadano, municipio libre de Allende y dragado del río Aguadulcita * Castillo propone mejorar educación, becas y programas de desarrollo * El Peje en Coatza
En un abrir y cerrar de ojos, Fidel Herrera Beltrán y el priísmo perdieron la brújula. “No es mi voz”, dice el gobernador. Luego admite que sí, pero que le editaron sus conversaciones. Alega, también, que los audios divulgados por el periódico Excélsior “son apócrifos” y termina por admitir que es objeto de espionaje telefónico. En su muy particular tragedia hay algo peor: nadie le cree.
Fidel Herrera protagoniza un macroescándalo. Excélsior ha venido revelando la existencia de un número aún indeterminado de audios que son evidencia plena de que el gobernador de Veracruz opera activamente las campañas priístas, lo que contraviene la ley y lo sitúa en los terrenos de la delincuencia electoral.
Ha dejado a flote la impunidad con que desvía recursos públicos; usa el aparato de poder para trastocar la democracia; envía a sus empleados de alto y mediano rango a realizar mapacherías, y falta a la ética política hasta el punto de corromper a líderes de la oposición y propiciarles jugosos negocios.
Es tal el desconcierto, que Fidel anda a los tumbos. Su fama de gobernador mediático es de sobra conocida. A las 5 de la mañana suele revisar la síntesis informativa que condensa las primeras planas y las principales noticias del día. Ahí debió leer la bomba que Excélsior le hizo estallar al amanecer del miércoles 16.
Por eso extraña que no haya atinado a responder con aplomo y que al filo de la una de la tarde, ocho horas después, respondiera con un balbuceo: Los demonios del Edén andan sueltos, en alusión a que el autor del periodicazo haya sido el candidato panista a la gubernatura de Veracruz, Miguel Angel Yunes Linares.
Fidel Herrera tiene respuesta para todo, pero esta vez no. Presume —y con sobradísima razón— que la metralla recibida por el contenido de sus conversaciones, sea apenas la punta de la madeja. Tiene razón.
Sus enemigos políticos —priístas y panistas— le tienen reservada una felpa de dimensiones mayores. Se sabe que existen cientos de audios y decenas de videos que exhiben otros abusos de poder, desvío de recursos para las campañas del PRI en este proceso electoral y en comicios anteriores, y hasta la forma en “premió” a un comunicador de alto rango en un estacionamiento luego que le realizara una entrevista.
Nuestro gobernador también embarcó a la lideresa nacional del PRI, Beatriz Paredes Rangel, en el escándalo. Doña Bety, con esa ternura que le caracteriza, expresó que los priístas no reconocerían la autenticidad de los audios fieles porque a su juicio fueron manipuladas para hacer creer —¡sopas!— que Fidel Herrera le da apoyo económico al candidato a la gubernatura, Javier Duarte de Ochoa.
A una hora Fidel dice que los audios son apócrifos, o sea falsos, y minutos después jura que no es su voz. Poco más tarde asegura que sí es él a quien se escucha, pero que le editaron las conversaciones con un software para esa clase de suciedades.
Ya en colmo del extravío interpone una denuncia por espionaje contra el candidato Yunes Linares; el líder estatal del PAN, Enrique Cambranis, y el dirigente nacional César Nava, a quien por error le cambió el apellido materno de Vázquez a González.
Como sea, Fidel Herrera anda volando. No atina a enfrentar el escándalo ni a explicar su conducta impune para desviar recursos públicos a las campañas del PRI.
Parafraseando a Salinas, se hizo bolas.
Archivo muerto
Le llovió al candidato priísta a la diputación local por el distrito XXX, Marco Antonio Estrrada Montiel. Le llovió en ausencia, pues no se presentó al debate organizado por el Instituto Electoral Veracruzano, ayer, en el hotel Playa Varadero.
Sus contrincantes, Claudio Cahuich, del PAN; Alejandro Gutierréz Cabrera, de la coalición de izquierda, y Miguel Angel Castillo Duque, de Nueva Alianza, le exigieron que renunciara a su candidatura tras conocerse que recibe financiamiento directo de la Secretaría de Finanzas del gobierno de Veracruz.
Estrada Montiel protagoniza una conversación con el gobernador Fidel Herrera Belrán, dada a conocer por el periódico Excélsior, en la que le ofrecen el suministro de dinero del erario para pagar a sus operadores electorales, lo cual constituye delito.
De por sí Estrada Montiel ni pinta ni emociona y su campaña es un auténtico desastre... Cada uno en su estilo, Claudio Cahuich Velásquez, Alejandro Gutiérrez Cabrera y Miguel Angel Castillo Duque, plantearon sus propuestas en el debate de candidatos a la diputación por el distrito XXX, realizado ayer.
El panista Cahuich destacó el impulso que debe dársele a la industria petroquímica, a fin de convertirlo en detonante de empleo; enfocó sus propuestas en educación, salud, desarrollo carretero y programas sociales para mejorar el nivel de vida de los veracruzanos.
Alejandro Gutiérrez Cabrera, del Partido de la Revolución Democrática, insistió en otorgarle a Villa Allende su autonomía municipal; continuar con el dragado del río Aguadulcita, en el municipio de Agua Dulce, y deslindar responsabilidades sobre el desvío de recursos federales para esa obra; también planteó la necesidad de legislar para otorgar a las ciudadanía el mandato revocatorio, a fin de que la sociedad pueda deponer a las autoridades que incumplen con sus funciones o traición la voluntad popular; propuso la creación de un Consejo Ciudadano que sea órgano de consulta para el titular del Ejecutivo del Estado y en Congreso local. Por su parte, el candidato del PANAL, Miguel Angel Castillo Duque, centró sus propuestas en el impulso a la educación, otorgamiento de becas escolares y desarrollo de programas que permitan el desarrollo de la población... Llega hoy a Coatzacoalcos Andrés Manuel López Obrador.
Presumiblemente El Peje reforzará las campañas de los candidatos de izquierda, aunque con el deterioro de imagen por negarse a admitir su derrota en la elección presidencial de 2006 y las decisiones descabelladas que adoptó como parte de su resistencia civil, lejos de hacerles un bien a los abanderados de la coalición Para Cambiar a Veracruz, termine restándoles votos.
La cita es en el parque Independencia, donde se verá si aún arrastra multitudes o es un simple pepenador de la política...