* Marcelistas votarán por Duarte, el panista Uribe y Theurel * Ivanistas lo harán por Duarte, Murad y el panista Guízar * La intromisión de Dante y el Clan de la Succión * Rechazan a Amado el PT, Rasgado, el MOPI y Rotter * Gonzalo, de mapache a profeta de la dignidad *Denuncia por malversación de 200 millones por dragado del río Aguadulcita

 

Sea cual fuere el resultado de la elección del 4 de julio en Veracruz, gane el PRI o gane el Partido Acción Nacional, será un proceso cuestionado, marcado por la intromisión del gobernador Fidel Herrera Beltrán, y camino a la judicialización y a la anulación.

 

Fiel a su origen, el Viejo PRI, Fidel Herrera diseñó una elección de estado. Derrochó millones de pesos en una campaña farónica, operó abiertamente la maquinaria priísta, empleó como estrategia la descalificación de su pesadilla de cabecera, Miguel Angel Yunes Linares, candidato del PAN-PANAL a la gubernatura de Veracruz, y convirtió al Instituto Electoral Veracruzano en el alcahuete de su proyecto de poder.

 

Fue, políticamente, arbitrario. Atiborró de propaganda cada rincón de Veracruz, suponiendo que así encajaría la imagen de un maltrecho burócrata, Javier Duarte de Ochoa, su cargamaletas de ocasión, al que hizo secretario de Finanzas y Planeación del gobierno estatal y al que quiso vender como la octava maravilla del universo.

 

Como en los tiempos del echeverrismo, se acostumbró a robarse las elecciones fortaleciendo su programa de pobreza y dando a cambio migajas para obtener votos de hambre.

 

Violó topes financieros en las campañas con una avalancha de lonas, anuncios espectaculares, espacios en medios de comunicación y el alineamiento de diversos sectores, a la buena o a la mala, al candidato pelele, Javier Duarte.

 

Actuó el señor feudal con el desenfado de los monarcas. A un sector de la oposición lo comprometió con dádivas y luego lo obligó a secundarlo en su intento de perpetuarse a través de un empleado que sería una figura decorativa en el gobierno de Veracruz.

 

Supuso, también, Yunes y el PAN se engancharían en dos batallas clave: la de la propaganda descomunal y la de la guerra sucia. Contra su lógica, lo dejaron caminar solo en esa ruta. Ni Yunes ni el PAN compitieron en el derroche por posicionar imagen, a sabiendas que los ataques diarios al candidato azul lo mantendrían en el ánimo de la opinión pública y lo terminarían victimizando.

 

Fidel Herrera fue impune en los procesos electorales de 2007 y 2009 cuando tuvo manos libres para avasallar a la oposición. No contó con que la difusión de diversas conversaciones grabadas, detonadas por el periódico Excélsior, lo llevaría a un escenario impensado: fue denunciado penalmente y para evitar verse sujeto a la acción penal y a un juicio de desafuero, optó por tramitar un amparo federal, negado inicialmente por él, pero que confirmada su existencia en un juzgado del puerto de Veracruz. Nunca ante un gobernador en la entidad se había hallado en tal dilema.

 

Llega el 4 de julio. En un escenario democrático, no tendría con qué ganar la elección. Pero no. El PRI es sucio de origen; se impone, arrebata, violenta la voluntad popular.

Llega el 4 de julio y se sabrá si el fenómeno Yunes fue capaz de derrotar en las urnas al aparato de poder fidelista, lleno de mañas y triquiñuelas.

 

Sea como sea, gane el PRI o el PAN, la elección no culminará ese día. Su futuro está en los tribunales, bajo el amago de la anulación.

Está definido el voto de las corrientes priístas en el distrito Coatzacoalcos I.

 

El grupo de Marcelo Montiel votará en este sentido: gobernador, Javier Duarte; diputado, el panista José Uribe Pozos, y para alcalde, Marcos Theurel. Iván Hillman ha tirado línea en otra dirección: gobernador Javier Duarte; diputado, Pepe Murad Loutfe, y alcalde, el “panista” Gonzalo Guízar.

 

Dada la fuerza del marcelismo, es seguro que el diputado local será José Uribe Pozos, del PAN, y el alcalde de Coatzacoalcos, Marcos Theurel... El PRD terminó siendo un desastre.

 

El caos inició con la imposición de Amado Cruz Malpica como candidato a la alcaldía de Coatzacoalcos, fraguada por el senador Dante Delgado Rannauro y el Clan de la Succión, el matrimonio Robles-Barajas; Amado perdió el apoyos y se quedó con una ínfima parte del perredismo; lo deseñaron sus amigos y lo acribillaron sus enemigos, el Partido del Trbajo, el Movimiento Popular Independiente; la ex diputada Gloria Rasgado Corsi se adhirió a los priístas Marcos Theurel y Javier Duarte de Ochoa; Armando Rotter, quien le disputó la candidatura a la presidencia municipal por el PRD, dijo que no hay que votar ni por Guízar, ni por Theurel, ni por el propio Cruz Malpica.

 

Pulverizado, sumido en una cruenta batalla donde nadie pone orden, con un candidato que no emociona ni a sus amigos, el PRD dejó de ser opción política y se convirtió en una comparsa de la elección del 4 de julio en Coatzacoalcos... Tres meses en campaña no borran una vida política de desprestigio.

 

Así le ocurrió a Gonzalo Guízar Valladares. En el PRI era el mapache mayor, el robaurnas, el rey del porrismo; en el PAN, el profeta de la dignidad.

 

Nada pudo borrar su imagen de escándalo, provocada por las innumerables denuncias contra sus hermanos por despojo de terrenos, robo y un crimen aún no aclarado. Otros miembros del clan han parado en la cárcel por agresión a vigilantes de constructoras y los familiares de Gonzalo Guízar se convierten en gestores para lograr su liberación.

 

Podrá hablar en el nombre de Dios, pero su imagen violenta es, sin duda, el mayor escollo para captar votos y llegar a la alcaldía de Coatzacoalcos... Escandalazo en Agua Dulce. Vecinos denunciaron ayer ante la Procuraduría General de la República el desvío de recursos que debieron aplicarse en las obras de dragado del río Aguadulcita.

 

Son más de 200 millones de pesos y alcanzaría la acción penal a funcionarios de la Comisión Nacional del Agua, el gobernador Fidel Herrera Beltrán y el alcalde Vicente Escalante Macario. La denuncia la encabeza Verónica Domínguez Granados y la lleva el presidente de la Barra de Abogados de Coatzacoalcos, Homero Gutiérrez Melchor.

 

Esos recursos fueron destinados, en parte, a vecinos que no sufrieron los estragos de las inundaciones en años pasados.

 

Quien organizó a los habitantes de Agua Dulce fue el candidato perredista a la diputación en el distrito XXX, Alejandro Gutiérrez Cabrera... Por cierto, el candidato a la alcaldía de Agua Dulce, Raúl Delgado Montalvo, se ha dedicado a sabotear a al PRD.

 

Bajó la propaganda de Gutiérrez Cabrera y promueve voto diferenciado para que su gente vote por candidatos del PRI...