* “Les ganamos y que se aguanten”, decía el demócrata Fidel, en 2004 * Recula Guízar; dice que la ventaja del PRI es producto del desplifarro en campaña * El PAN de Coatzacoalcos pide recontar todas las casillas * Hillman logra la diputación para su grupo político * Torruco atribuye móvil político al atentado * Fue algún seguidor de los candidatos derrotados en Agua Dulce
Fidel Herrera Beltrán sabe que el Programa de Resultados Electorales Preliminares no es el cómputo oficial, pero pretende que sea ese conteo el que le dé a su delfín, Javier Duarte de Ochoa la gubernatura de Veracruz.
Ayer, con su habitual ligereza, su infinita palabrería, instaba a los candidatos de oposición, Miguel Angel Yunes Linares y Dante Delgado Rannauro, a admitir la derrota y no convertirse en promotores del voto por voto, casilla por casilla, y no terminar proclamándose gobernador legítimo.
Fidel Herrera es un único en trivializar sus desdichas. Usa el lenguaje coloquial, la anécdota y las figuras comunes. Suele enmascarar la dimensión de sus problemas y con una multiplicidad de falacias describe un escenario electoral que, hoy como nunca, le es adverso.
La elección del domingo 4 lo tiene con el alma en un hilo. Asegura que Yunes y Dante deben aceptar el resultado del PREP y validar así el triunfo de Javier Duarte; reconocer que en la democracia se gana hasta por un voto y que sean como el presidente Calderón, que con medio punto porcentual legitimó su gobierno y su poder.
Lo que Fidel Herrera argumenta es otro de sus embustes. El PREP no tiene carácter oficial. Lo tiene el cómputo que se realiza en los consejos distritales electorales, el miércoles siguiente a la celebración de los comicios y ahí, el candidato panista da por hecho que ha derrotado al PRI.
Desde el día de la jornada electoral, el gobernador de Veracruz y su delfín han intentado asestar un golpe mediático que deje fuera de la contienda a la oposición. Presumieron, primero, de tener una ventaja de hasta 15 por ciento en la votación, según las encuestas de salida; después, Duarte de Ochoa presumió una votación total de un millón 400 mil votos, y luego dijo tener el total de las actas de escrutinio.
A medida que transcurren las horas, el montaje priísta se desdibuja. Yunes ha sostenido que la votación le favorece, según las actas de escrutinio y se da el lujo de ofrecer que si el recuento le fuera adverso, no impugnaría la elección en los tribunales.
Yunes y el PAN presumen que el proceso electoral le da una ventaja de 2 puntos porcentuales; que harán valer los conteos en los consejos distritales y que el fin del fidelato está cerca. Su tesis se basa en que el PREP aportó información tendenciosa, agregándole votos a Javier Duarte y escamoteándole sufragios al panista, lo que ha suponer un fraude.
El PREP resultó un fiasco. Se cayó, operó lentamente, asignó cantidad de votos falsos a Javier Duarte y sembró duda razonable sobre el triunfo priísta.
Fidel Herrera desearía que el PREP fuera el instrumento para validar a su delfín. Pero la legislación electoral no lo contempla así. Este miércoles, en el conteo oficial, se sabrá si el proyecto de reelección del gobernador de Veracruz, vía Javier Duarte, continúa, o si Yunes habrá acabado con la pesadilla fidelista.
Archivo muerto
"Les ganamos y que se aguanten" . La expresión, tan fidelista como el mismo Fidel Herrera Beltrán, la pronunció el 11 de septiembre de 2004, una semana después de la elección para gobernador de Veracruz. En ese entonces, Fidel Herrera se mofaba del panista Gerardo Buganza Salmerón, al que calificaba de ser el “rey del terecer lugar”.
La información fue publicada por el periódico El Universal y en ella se leen expresiones cargadas de soberbia y triunfalismo. "Aquí están las cuentas claras y el chocolate espeso. Les ganamos y que se aguanten", dijo el hoy gobernador de Veracruz. Hoy, Fidel Herrera vuelve a usar el lenguaje pendenciero.
Conmina al panista Miguel Angel Yunes Linares a aceptar las cifras del Programa de Resultados Electorales Preliminares, que no es el cómputo oficial y que, a decir del PAN, están alteradas para contribuir a otorgarle al priísta Javier Duarte de Ochoa, el triunfo en la elección por la gubernatura de Veracruz... Ayer, en Boca del Río, la estructura electoral y los asesores jurídicos de Miguel Angel Yunes Linares se reunieron con los representantes panistas en los consejos distritales electorales.
Ahí se definió la defensa que se hará de la votación obtenida por el candidato panista al gobierno de Veracruz. Ahí, también, se conoció el total de votos obtenido por Yunes linares, que superan al delfín fidelista, Javier Duarte de Ochoa.
Ahí compararon las cifras del PREP con las actas de escrutinio y pudo constatarse que hay disparidad de cifras para favorecer al candidato del PRI.
En el cómputo oficial, a realizarse hoy en los consejos distritales electorales, se establecerá cuantos votos tuvieron Yunes Linares y Javier Duarte... Ya se hizo bolas Gonzalo Guízar Valladares. Un día, el candidato panista a la alcaldía de Coatzacoalcos se da por muerto en el conteo de votos; dice que los resultados no le favorecen, y que le agradece a quienes votaron por él.
Al día siguiente, expresa que no aceptará los resultados, que el triunfo del PRI es producto del despilfarro y que existen evidencias de que 3 mil tabasqueños llegaron a votar a favor del PRI. ¿Entonces? ¿Quién le jaló las orejas a Gonzalo Guízar? El Partido Acción Nacional, por su parte, sigue sosteniendo la tesis de que las cifras están invertidas; pide que se cuenten los votos del total de las casillas... Quien se salió con la suya fue Iván Hillman Chapoy. Logró incrustar a José Murad Loutfe Hetty como diputado local por Coatzacoalcos, pese al voto en contra del marcelismo. No logró impulsar a Gonzalo Guízar a la alcaldía, pero cuando menos se revitalizó políticamente.
Antes, el grupo ivanista había perdido la agencia municipal de Villa Allende, en 2005; la diputación federal para Minerva Montoya, en 2006, y la diputación federal para Iván Hillman, en 2009.
Ahora se agencia un valioso triunfo que abolla la corona de sus enemigos políticos... Alejandro Torruco Vera, futuro alcalde de Agua Dulce, atribuye el atentado en su contra, lanzando cinco disparos contra su domicilio y un vehículo de su propiedad, a algún seguidor de los candidatos derrotados en la elección para la alcaldía.
Dijo no tener problemas personales con nadie y que presentaría la denuncia penal correspondiente. El móvil más firme es el político...