* Renato y el atentado a Eva Cadena * Habladas y amenazas a sus enemigos * La lengua de Theurel * Promete que acabará con Marcelo y el marcelismo * A la brava rescató Cirilito la alcaldía de Cosoleacaque * López Ríos, nuevo líder de empleados municipales en Coatza * Una piedra en el zapato
Una frase —“estoy en la plenitud del pinche poder”— colocó a Fidel Herrera Beltrán en la cúspide de los gobernadores soberbios y, evidentemente, vulgares. “Tengo el gobierno en mi mano”, remató el señor feudal de Veracruz.
Esa y otras palabras, perlas verbales de un sinnúmero de conversaciones, obtenidas por la vía del espionaje telefónico, describieron a tiempo cómo venía operando el fraude electoral y finalmente cómo contaminó la sucesión estatal.
Hoy, Fidel Herrera y su empleado Javier Duarte suscriben la tesis de que las cifras de la elección son una expresión de la democracia, cuyo principal beneficiario es el PRI. Piden darle la vuelta a la hoja, olvidar los agravios y hacer de cuenta que nada pasó.
Simultáneamente, la prensa fiel da por ciertas las cifras de la elección del 4 de julio. Halla limpieza donde no la hay; transparencia en lo turbio; honestidad en la inmundicia.
Como coro de infames, repiten el estribillo dictado de que la jornada electoral fue de Javier Duarte El Magnífico y las
cifras, limpísimas, sin mancha alguna, le favorecieron.
Tanta belleza, sin embargo, no es real. El fraude a Veracruz no operó y se ejecutó el 4 de julio. Inició meses atrás con los intentos de frenar la candidatura de Miguel Angel Yunes Linares en el Partido Acción Nacional; con la compra del voto vía despensas, programas sociales, becas pisos y techos fieles; con la afiliación de ciudadanos de otros estados e incluso centroamericanos al padrón electoral de Veracruz; con el apropiamiento del Instituto Electoral Veracruzano, imponiendo a Carolina Viveros, la artífice de la maestría de Fidel Herrera, como presidenta del órgano electoral.
Esa primera fase del fraude implicó también, el control de los medios de comunicación; una campaña de descalificación perversa de la imagen del panista Yunes Linares, al que todos los días y a cada hora lo tildaban de pederasta, y lo más lesivo para el interés social: el uso de los recursos públicos para financiar a los candidatos del PRI, el peculado electoral.
Fidel Herrera Beltrán no reparó en nada. Actuó con la impunidad que distingue a los tiranos. Derrochó propaganda, violó los topes financieros en materia de propaganda, cuya evidencia no es necesario buscarla en documentos y facturas puesto que está a la vista, tapizadas las calles, las bardas, los anuncios espectaculares con la imagen del gordito Duarte.
En dos vías —uso de recursos públicos y guerra sucia— fincó Fidel Herrera la campaña priísta. Lo que ocurrió el 4 de julio fue consecuencia del operativo fraudulento realizado meses antes. Los votos del domingo 4 fueron producto de la venta de conciencias, de la entrega de despensas, del hambre y la necesidad.
Los votos de Duarte de Ochoa fueron votos sucios.
Son votos producto de la plenitud del pinche fraude.
Archivo muerto
Reo de sus arrebatos, Renato Tronco Gómez prometía el miércoles 7, su constancia de mayoría en la mano, un ambiente de venganza contra sus enemigos políticos. A los empleados municipales de Las Choapas les sugiere preparar maletas porque los va a despedir; sus guaruras, sorprendidos de civil, fueron detenidos por portación de armas de fuego y haber lanzado disparos para amedrentar a militantes y simpatizantes del PAN, anuncian que denunciarán a quienes provocaron que los metieran a la cárcel, entre ellos el hijo del alcalde, el panista Antonio Pouchoulen Cárdenas; a unos y a otros les presumía estar en la “plenitud de la pinche complicidad”.
La madrugada del domingo 11, la camioneta de la regidora Eva Cadena fue objeto de un atentado; le lanzaron una bomba molotov y la incendiaron. Hay testigos que recuerdan la discusión que sostuvieron el futuro alcalde de Las Choapas y Eva Cadena por la detención de los guaruas.
Ahora se produce este hecho perverso, producto de una mente criminal. No se sabe qué tenga que ver Renato Tronco, pero se parece tanto a lo que el alcalde electo promete a sus enemigos... Cada vez son más quienes aseguran haber escuchado a Marco César Theurel Cotero decir que cuando llegue a la alcaldía de Coatzacoalcos acabará con su mentor político, Marcelo Montiel Montiel y el marcelismo.
Quizá por eso, enterados de lo que la lengua de Theurel soltaba sin reparo en campaña, el alto mando marcelista se desconectó del candidato priísta.
Y no sólo eso, un día antes de la elección municipal, el sábado 3, en decenas de colonias de Coatzacoalcos se desalentó el voto del marcelismo y se dejó libres a las promotoras priístas para dictar línea abierta por el candidato que quisieran, o simplemente no votar. Ojalá no le anulen la elección, porque de ir a una contienda extraordinaria, Theurel no tendría quien le opere electoralmente una nueva campaña...
A la brava rescató Cirilo Vázquez Lagunes su triunfo en la elección para alcalde de Cosoleacaque. Tras la violación de paquetes electorales en la sede del Consejo Municipal Electoral, el relleno de votos por parte de grupos priístas, el disimulo de la policía intermunicipal y la alteración de los votos que favorecían al PAN para convertirlos en votos nulos, al joven candidato azul no le tembló la mano para responder con medidas de presión extremas. Sus seguidores bloquearon la carretera costera, amagaron con tomar la autopista y convertir a Cosoleacaque, e incluso a Jalapa, en un escenario de ingobernabilidad.
En Jalapa, la madrugada del sábado 10, optaron con respetarle el triunfo que consiguió en la urnas y otorgarle su constancia de mayoría. Sombrío futuro le espera al clan Merlín, cuyos excesos serán tema de tribunales el próximo 2011... Jorge López Ríos ganó la segunda elección en el sindicato de empleados municipales de Coatzacoalcos. Antes se había impuesto por casi 400 votos al candidato oficial, José Luis Gómez Alemán, cuya encomienda sería tapar las huellas del desastre del actual líder, Alberto Estrada Magumes, El Charrito.
Diversas maniobras evitaron que las autoridades del Trabajo le otorgaran la toma de nota a Jorge López y convocaron a una nueva elección. Ayer se celebró y López Ríos no sólo refrendó su triunfo, sino que incrementó su votación, obteniendo 448 votos frente a los 303 de Gómez Alemán.
Jorge López Ríos será, sin duda, una piedra en el zapato para la próximas autoridades municipales a las que les impedirá que asignen salarios estratosféricos al personal de confianza mientras a los sindicalizados se les mantiene en la miseria...