* Pérez Cruz vuelve a hacer el oso * Defiende la “honra” de Gonzalo Guízar tras la agresión de un porro contra el fotógrafo Gabriel Gutiérrez * Sigue hueco y despotrica hasta contra la Asociación de Periodistas
A lo largo del sexenio, Reynaldo Escobar Pérez ha sido un villano de lujo. Despotrica cuando quiere; contradice a su jefe, el gobernador Fidel Herrera Beltrán; insulta a periodistas nacionales; hace proselitismo priísta con descaro, y le tuerce la mano a la oposición con extremada rudeza.
Su última gesta tuvo lugar en plena campaña por el gobierno de Veracruz. Usó su poder y su condición de secretario de Gobierno para alinear al 80 por ciento de los notarios del estado y ponerlos de rodillas y/o al servicio del PRI, o para inhibirlos de otorgar su fe pública a los requerimientos de los partidos de oposición. Simultáneamente, a quienes no logró controlar, los sometió a una sutil persecución.
Así lo establece el recurso de impugnación interpuesto por el candidato panista a la gubernatura veracruzana, Miguel Angel Yunes, en cinco hojas de 451 que comprenden su alegato electoral para demostrar la intromisión del régimen fidelista y la presión que se ejerció sobre los fedatarios antes de los comicios del domingo 4 de julio.
Reynaldo El Terrible usó para esos fines, según el recurso de informidad panista, a la Dirección del Registro Público de la Propiedad y Notarías, a cargo del “periodista” Edel Alvarez Peña. Ordenó la”práctica de visitas generales a 237 notarías de las 297 que actualmente cuentan con patente”.
De acuerdo con la Gaceta del Estado, de fecha 1 de junio de 2010, Reynaldo Escobar inició ese día el operativo para visitar las notarías del estado, que en realidad entrañaba la intención de someter y amarrarle las manos a los fedatarios.
Según el documento panista, que la intención de Escobar Pérez no era verificar protocolos con fines legales, sino la intención de evitar que los partidos de oposición tuvieran acceso a esos medios legales para usarlos como evidencia con peso legal al momento de judicializar el proceso electoral.
Tres días antes de las elecciones, la Secretaría de Gobierno notificó a los notarios que se verficaría el “correcto ejercicio de la función notarial mediante la realización, de forma discrecional, de visitas de inspección”. Esa acción la llevaría a cabo la Dirección de Notarías a cargo del “periodista” Edel Alvarez, quien fuera líder del PRI estatal en el período madracista. El acuerdo se publicó en la Gaceta del Estado, con el folio 1080.
Entre las órdenes de visita se halla la que ejecutó a la Notaría 1 de Acayucan, a cargo de Armando Adriano Fabre, quien a su vez es director ejecutivo de Organización Electoral del Instituto Electoral Veracruzano.
Otra de las órdenes de visita correspondió a la notaría 11, de Jalapa, a cargo del ex secretario de gobierno, Miguel Angel Díaz Pedroza, actual presidente del Colegio de Notarios de Veracruz.
El documento refiere que en el aspecto de incidencias de la jornada electoral, la participación de los notarios para dar fe sobre agravios reclamados por el PAN, fueron nulas, no así con las que interponía el PRI. Hicieron caso omiso cuando se les requería para certificar que algunos paquetes electorales habían sido vulnerados.
En los días anteriores a la jornada electoral, se denunció públicamente el encuentro entre el “periodista” Alvarez Peña, en calidad de director de Notarías y medio centenar de notarios públicos, con la finalidad de no atender los llamados de la oposición.
Reynaldo Escobar fue el orquestador institucional del alineamiento de notarios a favor del PRI y para asestar un golpe a la legalidad, usó a su empleado, Edel Alvarez, personaje al que los fedatarios le habían impedido obtener la patente de una notaría.
Archivo muerto
Ser el defensor de las causas perdidas es la vocación de José Luis Pérez Cruz. Hace el subdirector editorial de Diario del Istmo, un auténtico galimatías para defender la “honra” del ex candidato panista a la alcaldía de Coatzacoalcos, Gonzalo Guízar Valladares, luego que uno de sus porros agredió al reportero gráfico Gabriel Gutiérrez Baeza, el sábado 17, durante el mitin panista encabezado por el ex candidato a la gubernatura de Veracruz, Miguel Angel Yunes Linares. Los “argumentos” Pérez Cruz son una oda a la delincuencia.
Condena la difusión del caso; que algunos compañeros de profesión hubiéramos acompañado a Gabriel Gutiérrez en la presentación de su denuncia y las diligencias posteriores; los llamados a la Fiscalía Especializada en Delitos contra Periodistas; la intervención de la Asociación de Periodistas de Coatzacoalcos a favor del reportero gráfico, quien es miembro de la organización; critica que no se haya apoyado de igual forma a la periodista Azucena Rosado Sosa, cuando fue agredida por allegados al priísta Marcos Theurel —en eso le asiste la razón—, y afirma que el seguimiento periodístico del hecho obedece a una línea dictada por los grupos que rivalizan con Gonzalo Guízar. Como siempre, Pérez Cruz muestra que periodísticamente está vacío.
Los hechos, los testimonios, lo apabullan. Gabriel Gutiérrez realizaba un trabajo profesional captando imágenes del mitin panista; el agresor fue un gonzalista; identificó a José Gertrudis Guízar Valladares, hermano de Gonzalo, como el personaje que observaba la agresión y nada hizo por evitarlo; también señaló al operador del Grupo Guízar, Daniel Izquierdo Pineda, de haberle dicho que la gente “está caliente, brava”, para luego recibir burlas por la golpiza recibida.
Actuar con lujo de violencia no es una conducta casual entre los miembros de Fuerza G; se saben impunes porque su gran cómplice y encubridor ha sido siempre Gonzalo Guízar, el profeta de la dignidad. Quizá otro se hubiera arrugado, pero Gabriel Gutiérrez no y los señaló por su nombre, a riesgo de su propia vida. Inútil esfuerzo del periodista Pérez Cruz: la honra de Gonzalo y el Clan Guízar simplemente no existe.
En el fondo, sin embargo, lo que el señor Pérez defiende es el frustrado proyecto de sus amos, la familia Robles Barajas, el Clan de la Succión, de llevar a Gonzalo Guízar a la alcaldía y acabar con el marcelismo, que les cerró las válvulas del presupuesto municipal...
Ayer, el licenciado Manuel Vázquez Canela, de la Fiscalía Especializada en Delitos Contra Periodistas, se entrevistó con Gabriel Gutiérrez y con otros dos compañeros periodistas, Eugenio Quiroz García y Edgar Irán López Hernández, víctimas de hostigamiento, tortura e intento de asesinato por parte de la policía municipal de Oluta, caso en el que se señala al alcalde panista Jesús Garduza Salcedo, de ser quien ordenó la agresión.
En cuando a Gabriel Gutiérrez, ayer mismo familiares de Gonzalo Guízar y su jefe de prensa, Raúl Domínguez Pinto, se comprometieron a entregarle un nuevo equipo fotográfico. Sin embargo, la acción penal se ejercerá contra quienes lo agredieron y quienes ordenaron la golpiza...