* En trámite la expulsión de Gloria Rasgado del PRD * Se van Samdy, Celso y Capdeville * El 10 de agosto, el veredicto * Coordinador electoral en el Coatza II aseguró planta en Pemex para su hijo * A cambio de las mapacherías, Hernández Toledo le dará plaza * Guízar paga equipo fotográfico a Gabriel Gutiérrez *La agresión existió; no fue montaje
Tenía tres días Gonzalo Guízar Valladares de ser panista, cuando ya le llovían reclamos por la conducta violenta de sus hermanos. Unos, sus nuevos compañeros de partido, los panistas, le recordaban el trabajo que realizaba en el PRI, su alma mater, y otro la golpiza que le propinaron y hasta el intento de tasajearlo con un arma blanca.
Aquel primer encuentro con la crema y nata del panismo local, el 31 de marzo, fue una terapia de shock. Tres días antes, César Nava, líder nacional del PAN, y Miguel Angel Yunes Linares, aspirante a la gubernatura de Veracruz, le levantaban la mano y lo proyectaban hacia una candidatura a la alcaldía de Coatzacoalcos sin consenso, aplastando la democracia interna, ignorando las reglas del juego interno, la convocatoria a precandidatos y los principios del panismo.
Cuando Gonzalo Guízar estuvo frente a la dirigencia del PAN municipal, de cara a los activistas del panismo local, aguantó críticas, disparó excusas, observó deserciones y disfrutó el sometimiento de quienes deseaban subirse al barco de la imposición.
Uno de ellos, José Carlos Lara Hinojosa, primo del Presidente Felipe Calderón, le recordó que el advenedizo —el extraño, el recién llegado, el que llega a una posición que no le corresponde— era él, Gonzalo Guízar.
Otros más le pedían no olvidarlos cuando estuviera en el reino de los cielos.
Pero hubo otro, Antelmo Reyes Dávila, más cáustico, que refirió una anécdota violenta, recién ocurrida. Le dijo que un par de días antes había colocado una manta a las puertas del restaurant VIP'S con una leyenda alusiva al jefe del Clan Guízar. Pasó por el lugar, trepado en una motocicleta, Gertrudis Guízar, el hermano incómodo de Gonzalo, y lanzó una primera amenaza.
Minutos después —según el relato que grabó uno de los panistas—, a bordo de una camioneta arribó la pandilla gonzalista. Descendieron del vehículo; lo agarraron a golpes y don José Gertrudis empuñó una navaja con la que pretendió cortarlo.
Auxiliado por dos amigos que usaron los postes de la manta como arma para defenderse, Antelmo Reyes pudo evitar la agresión y ser tasajeado.
Muy serio, Gonzalo Guízar escuchaba el relato, petrificados los panistas, contenido el aliento. Sólo atinó a decir, como siempre, que desconocía el episodio. Y como es común en él, nada podía hacer por evitarlo. Gonzalo no controla ni a sus hermanos.
Así iniciaba su lucha por la alcaldía de Coatzacoalcos. Tres meses y medio más tarde, otra agresión, esta vez al fotógrafo Gabriel Gutiérrez Baeza, parece cerrar el ciclo. Y una vez más, Gertrudis Guízar, el hermano incómodo, es el protagonista central.
No se puede llegar a ser alcalde a punta de cuchillo. Algún día lo entenderá Gonzalo.
Archivo muerto
En marcha, el trámite de expulsión la ex diputada Gloria Rasgado Corsi, de las filas del Partido de la Revolución Democrática.
La solicitud para que se le desafilie fue realizada por Jesús Gómez Constantino, El Chamula, ante el PRD nacional, tras el acto de adhesión al priísta Marco César Theurel Cotero, entonces candidato a la alcaldía de Coatzacoalcos.
Será el próximo 2 de agosto cuando Rasgado Corsi, así como el presidente del PRD en Coatzacoalcos, Celso Pérez Ruiz, y dos operadores de la ex legisladora, Samdy Mariño Lara y Alfredo Capdeville, aporten pruebas en descargo. Las evidencias de la traición al PRD son las fotografías y videos, así como la columna INFORME ROJO en que se resumían las consecuencias de haberse sumado a las candidaturas de Theurel y del aspirante a la gubernatura de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa.
Poco tendrá que alegar en su defensa Gloria Rasgado. Entre el 10 y 12 de agosto se determinará su desincorporación del padrón perredista, ya sea por dos años o de por vida.
A como le pinta el panorama, Gloria Rasgado y su grupo terminarán en otro partido político o como una fuerza interna en el PRI... Justificado malestar entre el personal del Consejo Electoral en el Distrito XXX, Coatzacoalcos II.
Se acaban de enterar que el coordinador electoral, Jorge Hernández Díaz, anda vociferando que hizo tan buen trabajo para que ganaran los candidatos priístas en la elección del domingo 4 de julio, que ya tiene una plaza asegurada en Petróleos Mexicanos para su hijo.
Ni Jorge Hernández ni su vástago son residentes de Coatzacoalcos, ni tienen ficha en PEMEX, ni ha hecho mérito alguno para pasar a formar parte de la industria petrolera. Dicen que el padrino de esta transa laboral será el líder de la Sección 11 del sindicato petrolero, Ramón Hernández Toledo, que así consumaría un atropello más a los trabajadores que por años cubierto turnos, guardias y hasta se han rentado a los líderes a cambio de obtener una plaza en PEMEX.
Don Jorge Hernández Díaz no necesitó sacrificar nada; simplemente armó su ejército de mapaches; los habilitó como capacitadores y supervisores electorales, y de lo demás se encarga Hernández Toledo... Tan no fue un montaje la agresión al reportero gráfico Gabriel Gutiérrez Baeza, que ayer el ex candidato panista a la alcaldía de Coatzacoalcos, Gonzalo Guízar Valladares, le repuso su equipo de trabajo, que fuera destruido durante la golpiza que le propinó un porro gonzalista.
El equipo —cámara marca Nikon, modelo D300S de 12.3 megapixeles, lente Sigma AF de 18 a 200 milímetros, memoria y tripié— con valor de 33 mil 996 pesos, fue adquirido en la ciudad de México, en la empresa Foto Imagen, amparado con la factura 35246.
El jueves 23, Gonzalo Guízar se comunició telefónicamente con Gabriel Gutiérrez; aseguró no haber tenido conocimiento de la agresión y no ser quien la ordenó, pero aún así repondría el equipo fotográfico. Su hermano José Gertrudis Guízar es señalado de haber presenciado la agresión y, no sólo ello, sino también de haberla disfrutado.
El ataque a Gabriel Gutiérrez ocurrió durante el mitin panista realizado el sábado 14, mientras captaba imágenes de Guízar Valladares y el candidato a la gubernatura de Veracruz, Miguel Angel Yunes Linares.
Luego de aquella agresión, los panistas decían que había sido un montaje al que se había prestado Gabriel Gutiérrez. Sin embargo, la respuesta de Gonzalo Guízar, al ser señalado uno de sus porros ejecutar la golpiza, de reponer el equipo fotográfico, confirma que el ataque existió. Ahora falta que aparezca el agresor y pague por su delito...