Lleva la CEAPP la marca de la bestia: el duartismo. Simula que defiende periodistas y los protege, que es autónoma y libre, que aminora los riesgos e inhibe la acción de los violentos. Nada de eso real.
Lleva la CEAPP la marca de la bestia: el duartismo. Simula que defiende periodistas y los protege, que es autónoma y libre, que aminora los riesgos e inhibe la acción de los violentos. Nada de eso real.
* Reingeniería a la Comisión para la Protección de Periodistas * Nació bajo las botas de Javier Duarte * 17 tapados * Cuatro años inútiles * Edel y los notarios * Promotoras del PRI se van a Yúnete * CMAS: revuelta contra el ivanismo * Pedro Tiburcio y el caso OPC * Jet-set: junior niega paternidad
Lleva la CEAPP la marca de la bestia: el duartismo. Simula que defiende periodistas y los protege, que es autónoma y libre, que aminora los riesgos e inhibe la acción de los violentos. Nada de eso real.
Tiene el estigma de su creador, Javier Duarte. Le dio vida a la Comisión Estatal para la Atención y Protección de los Periodistas sin otro afán que el de lavarse las manos, ensangrentadas por los crímenes, el levantón, el secuestro, el asedio de los malos y los malosos, los hombres de poder irascibles ante la crítica.
Dos años de gobierno, en 2012, Javier Duarte enfrentaba una oleada de violencia, varios periodistas asesinados, el de Milo Vela, el de Misael López Solana, el de Yolanda Ordaz, el de Noel López Olguín.
Y luego vendría el clímax: Regina Martínez Pérez, corresponsal de la revista Proceso en Veracruz, fue asesinada en su casa de Xalapa.
Detonó el escándalo y escaló. Una semana después tres periodistas más fueron levantados y sus cuerpos aparecieron mutilados en bolsas de plástico en el canal de la Zamorana, en Veracruz.
Así urdió la CEAPP. Así concibió —Javier Duarte y su vocera María Gina Domínguez Colío— la creación de un órgano que le sirviera para enviar el mensaje de protección a los periodistas.
En cuatro años nada logró. Se burocratizó con salarios estratosféricos para los administradores, una presidencia de 40 mil pesos y ocho comisionados de 20 mil más. En suma, 20 millones anuales tirados a la basura. Y lo peor: los periodistas seguían siendo asesinados, asediados, reprimidos.
Hoy se plantea su reingeniería. Concluyó el período de Benita González Morales, la Dama de los Velorios, sin pena ni gloria, sometida al poder, cómplice del ex gobernador Javier Duarte, entre reclamos y repudio.
Hoy se plantea el relevo, revertir vicios, darle un sentido de protección y carácter preventivo, mediante protocolos que aminoren los riesgos para quienes informan en los medios de comunicación y en las redes sociales.
Hay 17 propuestas para suceder a Benita González e integrar la nueva comisión.
En los días previos al cambio de se atizó la polémica: que la CEAPP continuara o desapareciera. Aurelio Contreras Moreno, autor de la columna Rúbrica, expresó:
“El surgimiento de este organismo público se dio en el contexto de la más cruda violencia contra los comunicadores veracruzanos a la mitad del sexenio de Javier Duarte de Ochoa, y su objetivo inicial era precisamente el de lavarle la cara al mandatario -que para entonces ya era señalado como agresor de periodistas- a propuesta de su entonces coordinadora de Comunicación Social y hoy empresaria mediática Gina Domínguez Colío.
“Como resulta obvio, este “pecado original” le impidió a la CEAPP funcionar como debía, al tratarse de un órgano más del gobierno estatal, integrado a propuesta del Ejecutivo y, aunque dotado de autonomía en el papel, dependiente en sus decisiones del poder político.
“Al menos en sus primeros años, la CEAPP fue uno más de los cotos de poder de Gina Domínguez, cuya injerencia en las decisiones del organismo fue siempre evidente.
Al grado de que la primera secretaria ejecutiva, Namiko Matzumoto, cercana a la ex vocera de Javier Duarte, fue promovida desde ahí para la presidencia de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, y su actual presidenta, Benita González, es conductora de uno de los espacios informativos de la agencia Quadratín Veracruz, cuya franquicia en la entidad es propiedad de la misma Domínguez Colío.
“A pesar de sus claras limitaciones y de sus taras de origen, la CEAPP sí ha brindado algún apoyo valioso a los periodistas que se lo han solicitado, desde el acompañamiento jurídico en casos de denuncias por agresiones y la implementación de medidas de seguridad, hasta capacitaciones para trabajadores de los medios que, de otra forma, no habrían tenido oportunidad de acceder a éstas.
“La llegada del nuevo gobierno que encabezará Miguel Ángel Yunes Linares ha abierto el debate sobre el destino de la CEAPP, que tiene dos alternativas: renovarse por completo y ser dotada de verdadera autonomía respecto del gobierno, o simplemente desaparecer.
“Bajo la consideración de sus antecedentes, y ante el complicadísimo escenario económico de la entidad, la opción de terminar con la existencia de la CEAPP tiene fuerza en algunos sectores políticos y del propio gremio, que la consideran un costoso e inútil elefante blanco.
“Sin embargo, como cualquier institución pública, la Comisión Estatal de Atención y Protección a Periodistas es perfectible. Bien encauzada y renovada en sus órganos de dirección, podría dar los resultados que de ésta se esperan y que el gremio periodístico, que permanece en situación de vulnerabilidad en Veracruz, necesita.
“Lo que necesita la Comisión es hacerla funcionar como se supone debería, con transparencia en sus decisiones y sus manejos administrativos. En esos términos, la CEAPP sí podría ser una valiosa herramienta para dignificar el trabajo periodístico y proteger el bien superior, que es el de la libertad de expresión y el derecho a la información.
“La CEAPP tendría que renovarse desde la raíz, sin sesgos político-partidistas y mediante un amplio consenso, para ser funcional y verdaderamente útil en un estado donde la violencia no ha disminuido un ápice, así como para obtener la confianza de los periodistas veracruzanos, gremio profundamente herido y dividido en este infame sexenio.
“Ya veremos si privan la sensatez, los intereses políticos o la víscera. Lo que es un hecho es que si la desaparición de los organismos públicos fuera la solución para el desempeño deficiente de los mismos, en Veracruz tendríamos que extinguir al gobierno entero.
Convocados por el Centro de Estudios de la Cultura y la Comunicación, de la Universidad Veracruzana, un grupo de periodistas analizó la viabilidad de que la CEAPP continuara o se precipitara su extinción. En ambas líneas se concluía que el órgano era una treta y una farsa de Javier Duarte, simulando su interés por el gremio de prensa, su lucha por preservar a los comunicadores de la violencia.
Una voz, la de Sayda Chiñas, corresponsal de La Jornada Veracruz en Coatzacoalcos, advertía que los riesgos siguen. Se trabaja en un “campo minado” y la violencia no merma.
Víctima de la inquina de los dueños del periódico Notisur por su línea crítica ante el poder, intransigente en la defensa de los periodistas, Sayda Chiñas agita y organiza, toma las calles en marchas y mítines cuando un reportero es avasallado por la violencia.
Movió al gremio, habló por él, escribió cuartillas y más cuartillas, redactó cartas de protesta con el caso Goyo Jiménez, al que levantaron y luego asesinaron, con el crimen de Moisés Sánchez Cerezo, en Medellín.
Hoy dice:
“Con o sin CEAPP los comunicadores continuaremos trabajando en un campo minado y los grupos de poder no dejarán de agredir a los reporteros”.
ión.
Agregó:
“Una CEAPP mejor dirigida, con menos despilfarro y más transparencia”.
Armando Ortiz, autor de la columna Viernes Contemporáneo, acusa:
“La CEAPP tampoco consiguió que el gobernador respetara al gremio periodístico. Al gobernador, en un principio sólo le interesó quedar bien con los dueños de los medios. Se gastaron millones de pesos poniendo guardias de seguridad a Óscar Rodríguez, director de AZ y a José Abella, director de El Buen Tono. Pero para los periodistas amenazados, sólo se presupuestaba el dinero para una caja de muerto y una corona de flores.
“Con la excepción de unos cuantos, que sí hicieron algún trabajo de promoción y de fomento a la seguridad del periodista, la Comisión Estatal para la Atención y Protección de los Periodistas sólo fue una oficina a la que algunos periodistas “selectos” podían ir a cobrar una buena lana. Ahí está el ejemplo de Norma Gibb, quien no se presentaba a las reuniones convocadas por la presidencia, pero siempre recibía su pago. Ahí está Rogerio Pano de quien no se sabe qué carambas hizo por los periodistas en esa comisión.”
Continúa la CEAPP y en cosa de días el Congreso, a propuesta del gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, habrá de decidir quiénes integran la nueva dirigencia de la CEAPP. y más que eso, si se desliga del gobernador en turno.
Archivo muerto
¿Qué tanto sabe Edel Álvarez del notariado veracruzano? Todo. Les sabe sus virtudes y sobre todo sus pecados, que son muchos e inmensos. Quiso ser notario y una mafia —no todos porque ahí también hay gente decente, honesta y de buena estirpe— se opuso. Maniobraron, agitaron, usando al Colegios del Notarios de Veracruz, y Edel Álvarez Peña no pasó. Entonces Fidel Herrera Beltrán, en los días en que gozaba de la “plenitud del pinche poder”, lo designó director de Notarías y del Registro Público de la Propiedad, ahí los expedientes, el historial, las transas y las raterías que muchos de sus inquisidores avalaban con su fe pervertida. Edel Álvarez es hoy presidente del Tribunal Superior de Justicia y quizá la fuente más directa y confiable para el yunismo azul del quién es quién en el notariado veracruzano.
Es un bagaje de información clave cuando a 13 notarios se les investiga por la constitución de las empresas fantasma con que Javier Duarte le robó al gobierno de Veracruz más de 2 mil millones de pesos… Del PRI se van no sólo Jesús Moreno Delgado, Juan Manuel Rodríguez Caamaño y sus equipos políticos. Hay éxodo el colonias, en congregaciones de Coatzacoalcos, entre promotoras y militantes que al PRI ya no le ven futuro.
Sábese que pronto estarán operando en las casas Yúnete, un símil del concepto que en Boca del Río le ha dado una fuerza política al Partido Acción Nacional. Sábese que mientras Javier Duarte permanezca impune, prófugo de la justicia, sin pisar una cárcel, sin devolver los miles de millones de pesos robados, el PRI pagará el costo en las urnas, castigado por una sociedad que lo categoriza como el corresponsable del saqueo, el partido que llevó al gobierno de Veracruz al gordobés, el que lo vio robar y calló, los priistas robando y acabando con la economía y sumiendo a Veracruz en una crisis de la que tardará años en salir.
Quién volverá a votar por el PRI si hasta las promotoras y miles de militantes ya buscan refugio en el PAN, PRD, Morena. Si esto no es el infierno del PRI, ¿qué es?… Llega Efraín Martínez Cruz a tierras áridas, las del cabildo de Coatzacoalcos. Asume la regiduría que dejara vacante Víctor Manuel Esparza Pérez al incorporarse al engendro de la alternancia, el gobierno de Veracruz, en que funge ya como director de la Comisión de Aguas del Estado de Veracruz. Panista por convicción, Efraín Martínez viene del área de Sedesol en los días del foxismo, de la línea esparzista, de aquellos a los que no les pueden acusar que van de partido en partido como si fueran de temporal.
Es a partir del jueves 15 el nuevo regidor séptimo en el ayuntamiento de Coatzacoalcos… Ni 24 horas transcurrieron para que al interior de la Comisión Municipal de Agua y Saneamiento de Coatzacoalcos iniciara una revuelta contra nuevos funcionarios identificados con el ex alcalde Iván Hillman Chapoy, entre ellos el subdirector de Proyectos, Gustavo Linares Yépez; el mapache electoral Víctor Antonio Cruz Romero, y viejos empleados como David Márquez y Arturo Rubín, todos ello bajo el padrinazgo del regidor Luis Rendón Martín, quien fuera su líder en Grupo Integra, la plataforma política de Iván Hillman, a cuyo cordón umbilical sigue unido.
A un día de que Rafael Abreu Ponce tomara posesión de la dirección de CMAS, los trabajadores ya protestan externado que con los ivanistas ahí seguirá el saqueo. Recuerdan los días de Alberto Mijangos Martínez, de Eduardo “Guayo” Jiménez Ziga, dueño de los dineros de CMAS.
Los recuerdan y se santiguan, sabedores que si no les amarran las manos esto será peor que lo de Tony Macías, el suegro incómodo de Javier Duarte y las pillerías del jefe del Jurídico, Pedro Tiburcio Zaamario, el que fraguó el pago ilegal a OPC, de la que había sido abogado anteriormente, a la que se le paga indebidamente tras perder el juicio contra CMAS por la planta de tratamiento de aguas residuales; el restaurantero; el que dispensa favores y condona cobros; el cady del ex gobernador en el Club Campestre; el de los aviadores, incluidas las cocineras, los guaruras de Tony, la joven Zamarripa; el de la publicidad en los recibos de cobro.
Hay tambores de guerra entre el personal de CMAS porque ya conocen al ivanismo, al Grupo Integra que a cualquier dependencia de gobierno desintegra… Se sacudirá el jet-set. Se sacudirá por las tretas legales, la corrupción de un juez civil, la maniobra para no admitir que hay un menor al que el padre —un mal padre y un abuelo perverso— le conculcan derechos que la ley le otorga; la manipulación de una prueba de ADN con tal de negar la paternidad…
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