* Inminente, el cierre de la planta Yurivia en Tatahuicapan * Dejarán sin agua a Coatzacoalcos, Minatitlán y Cosoleacaque por un adeudo de 6 millones * Otra ONG apoya al fotógrafo agredido * Desaparecen expedientes del sindicato de empleados municipales * Se pierde el historial, trámites para basificación y préstamos

 

Edel Alvarez Peña, el neomagistrado, ha violado en diversas ocasiones la ley. Una de ellas cuando fue alcalde de Coatzacoalcos y despojó al municipio de tierras que eran intocables, las convirtió en objeto de especulación y cobró por ellas una millonada.

 

Aquel episodio de su vida pública ocurrió en 1994, cuando se consumó la venta de 7.6 hectáreas del predio en que se hallan las instalaciones de la Expo Feria, un terreno de 20 hectáreas que de acuerdo a los términos en que había sido donado por la empresa estatal Desarrollo Urbano del Puerto Industrial del Ostión (DUPORT) a Pensiones del Estado y éste al municipio, no podía ser objeto de venta o donación alguna.

 

Alvarez Peña había fungido como alcalde de Coatzacoalcos desde el 1 de enero de 1992. En los primeros meses de 1994 solicitó licencia al cargo y se postuló como candidato del PRI a la diputación federal. Su sueño de ser legislador se vio frustrado cuando el Partido de la Revolución Democrática le propinó una soberana golpiza en las urnas y lo envió a la congeladora política.

 

Relevado por su síndico segundo, Rafael García Bringas, a éste le tocó consumar el atraco urdido por el hoy magistrado Edel Alvarez Peña. El 3 de mayo de 1994 se formalizó la venta de 7.6 hectáreas de terrenos propiedad del Ayuntamiento, ubicados en la parte posterior de la Expo Feria Coatzacoalcos. Según las escrituras 2061, 2062 y 2063, las empresas Jakarta, Concretos del Papaloapan y Constructora e Inmobiliaria Puerto México pagaron 2 millones 100 mil pesos por el predio.

 

Sin embargo, la cláusula segunda del contrato de donación entre DUPORT y Pensiones del Estado establecía que el terreno se asignaba “con la condición de que el predio sea destinado para incorporarse a las instalaciones de la Expo Feria”.

 

Pese a esta restricción, las 7.6 hectáreas le fueron vendidas a las tres compañías, con el aval de la Legislatura del Estado, que expidió los acuerdos económicos 00102, 00105 y 00106, pese a que en los documentos de donación se prohibía expresamente que el predio fuera objeto de venta.

 

Las tres operaciones quedaron cerradas el 29 de septiembre de 1994. Posteriormente, la empresa Constructora e Inmobiliaria Puerto México le vendió su parte del predio, por el que originalmente había pagado 900 mil pesos, a Inmobiliaria La Feria, a razón de 700 mil pesos. O sea, le perdió al negocio 200 mil pesos.

 

Siete años después, en diciembre de 2001, el cabildo de Coatzacoalcos adquirió nuevamente las 7.6 hectáreas. Pagó por ellas 10 millones 500 mil pesos. El operador de la operación de compra-venta fue el titular de Concretos del Papaloapan, un contratista estrechamente ligado en ese entonces al hoy magistrado Edel Alvarez Peña.

 

Sin embargo, la participación del magistrado Edel Alvarez Peña va más allá de ser el cerebro que concibió como especular con los terrenos de la Expo Feria e inflarles el precio cinco veces más de lo que le costaron. La compañía Jakarta es representada por su abogado de cabecera, Oscar Polanco Carrillo, a quien convirtiera en presidente de la Fundación Colosio del PRI en Coatzacoalcos.

 

Jakarta es, además, uno de los negocios inmobiliarios en los que tiene especial participación el magistrado Edel Alvarez Peña, su familia y sus amigos.

 

Veinticuatro escrituras públicas —cuya copia obran en poder de este columnista— demuestran que aquello fue una transgresión a la ley. En ella participaron dos notarios públicos, un alcalde, un ex alcalde, un ex procurador de Justicia de Veracruz y un empresario de la construcción y un ex líder de la Fundación Colosio.

 

No andan descaminados quienes recelan con la designación fidelista de Edel Alvarez. Carece de formación judicial y no es del agrado de quienes se mueven en ese medio,.

Tiene otras historias, una de ellas relacionada con el periódico Liberal del Sur, donde lo menos que se ha podido constatar es una simulación jurídica de alta escuela.

Archivo muerto

Si no hay contraorden, la presa Yurivia dejará de suminsitrar agua a Coatzacoalcos, Minatitlán y Cosoleacaque por un adeudo de seis millones de pesos que no se le ha liquidado al Ayuntamiento de Tatahuicapan de Juárez. Ayer por la tarde se celeró una asamblea en la que se determinó el cierre de las válvulas de las instalaciones hidráulicas como medida de presión para dar cumplimiento a los convenios que desde el año 2005 suscribieron los alcaldes de Coatzacoalcos, Minatitlán y Cosoleacaque, así como con el gobierno de Veracruz, y que se cumplieron parcialmente.

 

Ejidatarios, autoridades, encabezadas por el presidente municipal Esteban Bautista, y la población en general radicalizaron su posición y se negaron a otorgar más plazos para saldar el adeudo de 6 millones de pesos. Obviamente, hubo incapacidad para negociar e impericia política.

 

Estragular el Yurivia, enclavado en las faldas del cerro de Santa Martha, en la sierra de Soteapan, provocará una ciris en medio millón de habitantes que se quedarán sin agua.

 

Hasta anoche, no hubo respuesta por parte del gobierno estatal... Que ni lo sueñe Gonzalo Guízar Valladares. Gabriel Gutiérrez Baeza, el reportero gráfico agredido por un porro del gonzalismo, no va a retirar la denuncia que interpuso por la agresión sufrida a manos de sus porros.

 

Que le haya reparado el daño material, entregándole un nuevo equipo fotográfico no aminora la responsabilidad en un ataque artero contra quien sólo cumplía con su labor proesional en un mitin panista y, peor aún, con la sospecha que la golpiza la ordenó José Gertrudis Valladares, hermano incómodo de don Gonzalo.

 

Por cierto, otra organización que tiene los ojos puestos en la agresión a Gabriel Gutiérrez es el Centro de Periodismo y Etica Pública, a cargo de Juan Carlos Romero. Hay, pues, vigilancia nacional sobre el caso... Area de desastre es el término que mejor describe al Sindicato Unico de Empleados al Servicio del Ayuntamiento de Coatzacoalcos.

 

La directiva encabezada por Alberto Estrada Magumes barrió con lo que había —computadoras lap-top, aire acondicionado y dinero que presumiblemente se desvió hacia la campaña del candidato oficial, José Luis Gómez Alemán, quien dos veces perdió la elección— sino que ahora se sabe que desaparecieron los expedientes de todo el personal, trámites de préstamos, promoción para ocupar plazas defintiivas y el historial de cada trabajador. Se ve venir un escandalazo una vez que el nuevo líder, Jorge López Ríos, lo dé a conocer...