* Victoria pírrica de Tatahuicapan sobre Fidel * Prometen pagarles 4 millones por afdeudo, 30 millones en obras y daños ambientales * Liberan el acueducto Yurivia * Fidel ofreció diálogo y se esfumó

Miguel Angel Yunes Linares ha agregado un nuevo ingrediente al fraude electoral de Veracruz. Acusa la presencia de Carlos Armando Biebrich, político de mala nota, fanático de la autoflagelación, a quien se le habría encargado de controlarle las neuronas a los magistrados del Tribunal Estatal de Elecciones y ponerles en sus manos el dictamen con el que se pretende perpetuar a la fidelidad en el poder.

 

Yunes Linares volvió a cimbrar la estructura priísta y el centro de mando del proyecto fiel. Exhibe al gobernador Fidel Herrera con el mote de “poder corruptor” que destruyó la autonomía, el respeto y la credibilidad de los órganos electorales veracruzanos, y a los consejeros acreditados ante el Instituto Electoral Veracruzano les recuerda que cargarán toda su vida con la vergüenza de haber pretendido legitimar el mayor y más cínico fraude que se haya cometido en la historia de la entidad.

 

Frente a los medios de comunicación, muchos de los cuales minimizan o han optado por no publicar los mensajes del ex candidato panista a la gubernatura de Veracruz, expresó que, “corrompidos por Herrera, unos y otros se negaron a contar los votos para comprobar que obtuvimos mayoría en la elección”.

 

Ese día —lunes 2 de agosto— anunció formalmente que había elevado su inconformidad por la decisión de la Tremenda Corte de validar la elección de Veracruz e interpuso un juicio de revisión ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TRIFE).

 

“Esperamos —dijo Yunes— que la capacidad corruptora de Fidel Herrera y el grupo de delincuentes organizados que encabeza no llegue a esa institución”.

 

Aludió a Javier Duarte de Ochoa como el títere de Fidel Herrera Beltrán, cómplice durante muchos años de saqueo de los recursos de los veracruzanos. “Un títere —agregó— que en el colmo del descaro en su primer discurso después de que el Tribunal Electoral dictó su resolución, se comprometió a 'continuar la obra de Fidel Herrera', es decir, a seguir por el camino de la corrupción, del impulso a la pobreza y a la inseguridad, del endeudamiento, de la destrucción de las instituciones democráticas”.

 

Extremadamente acre, Yunes Linares alertó que de consumarse el fraude electoral se enviará un mensaje de “alto riesgo para la sociedad y para la democracia; el mensaje de que en las elecciones se vale todo, incluso la intervención de la delincuencia organizada, como lo vimos en Veracruz”.

 

Yunes linares no terminó ahí. Denunció la intervención del ex gobernador de Sonora, Carlos Armando Biebrich, acusado de la autoría intelectual del crimen de un grupo campesinos en aquella entidad, como el operador del dictamen que emitieron los magistrados de la Corte Fiel para validar a Javier Duarte como gobernador electo.

 

“A este individuo le pagó el Gobierno del Estado para que emitiera el resolutivo”, dijo.

 

Identificó a otro mapache de altos vuelos: Roberto Jiménez Reyes, contratado por Fidel Herrera y Biebrich para eleborar el resolutivo que luego suscribieron los magistrados de la Tremenda Corte veracruzana. Se investiga que Roberto Jiménez trabaja en el TRIFE como secretario de Estudio y Cuenta; los días que estuvo en Veracruz, el hotel donde se hospedó, con gastos pagados por el gobierno de Veracruz.

Yunes ha tocado, una vez más fibras sensibles del fraude fiel. Invoca nombres, modus operandi y bajezas de todos calibres.

 

¿Qué más secretos atesora?

 

Victoria pírrica de los habitantes de Tatahuicapan: el gobierno de Veracruz ofrece pagarles 4 millones de pesos por concepto de adeudo; obras carreteras por 30 millones y daños ambientales.

 

Los dirigentes campesinos e indígenas, encabezados por el alcalde de Tatahuicapan, Esteban Bautista Hernández, se comprometieron a liberar las válvulas del acueducto Yurivia, a fin de reanudar el abastecimiento de agua a Coatzacoalcos, Minatitlán y Cosoleacaque, en la madrugada de este miércoles 4 de agosto, y no volver a asumir acciones radicales y de tal magnitud.

 

O sea, regresan con una promesa entre las manos, una promesa a secas... Suena a victoria parcial. Pedían 6 millones de pesos y les prometen 4.

 

Acuerdan bajo la amenaza de enfrentar la justicia fidelista, acusados penalmente por la Comisión de Aguas del Estado de Veracruz ante la Procuraduría de Justicia del Estado, sometidos a una embestida de prensa, una campaña orquestada, alevosamente tramada para exhibirlos públicamente como transgresores de la ley y enemigos de la paz social.

 

Vía prensa, radio y televisión, líderes y pobladores que participaron en toma del Yurivia fueron acremente cuestionados por “otro sector de la población”.

 

Se trataba del ala priísta, la corte fiel de la Sierra de Soteapan, vestidos con playera roja, quienes reclamaban que al priísmo se le hubiera dejado fuera de la decisión de bloquear el acueducto.

 

Xóchitl Molina González, presentada como subsecretaria de acción indígena, sin decir que es del PRI, tomó la estafeta para embestir al grupo de izquierda, grupo mayoritario, que detenta el control político de Tatahuicapan... Fidel Herrera, ausente en el acuerdo final, operaba desde las sombras. Golpeaba con su prensa domesticada y apretaba desde la Procuraduría de Veracruz.

 

Fiel a sí mismo, el gobernador tendía la mano, enviaba helicóptero, suavizaba el discurso, mientras mostraba el guante de hierro. Un primer mensaje lo envió con el mejor representante de la intransigencia oficial, Marlon Mejía Marín, operador de la Secretaría de Gobierno que deslizó la amenaza de emprender acciones legales, sin calcular que pudo haber quedado en el intento.

 

El sultán jarocho invitó al diálogo y se esfumó; tuvo que atender el changarro el secretario de Gobierno, Reynaldo Escobar Pérez, proclive a quebrarle la mano a todos. Esta vez, sin embargo, exhibió un rostro inédito: el de la mansedumbre.

 

Reconoció el adeudo de 6 millones de pesos con el municipio de Tatahuicapan y las obras inconclusas.

 

En el acuerdo final los pobladores de Tatahuicapan obtendrán 4 millones de pesos, a más tardar 13 de agosto, y las acciones y obras en proceso de construcción... A los reclamantes, sin embargo, les sobró voz para reclamar y agallas para tomar el Yurivia, dejando a Coatzacoalcos, Minatitlán y Cosoleacaque sin suministro de agua, al tiempo que suavizaban, quizá más allá de lo imaginado, su posición inicial.De ellos se esparaba más, sobre todo hacer efectivo su dicho de que no hablarían con más achichincles, sólo con el gobernador. No fue así. Tampoco cumplieron aquello de que no saldrían de Tatahuicapan para dialogar, y sí lo hicieron...