* Pagaba Javier Duarte a César del Ángel * 40 millones anuales por exhibir miserias * Más denuncias contra el líder encarcelado * El silencio de Mijangos * Renuncia al PRI * Maryjose quedó Al Aire * Pipo Basañez: que Peña Nieto y Yunes se pongan en el lugar de los muertos * Nada contra Nacho Tovar
Miserable por fuera, peor por dentro, Javier Duarte no tenía para medicamentos, ni para escuelas, ni para saldar deuda, pero sí para promover el desnudo, el escarnio, el vodevil de los 400 Pueblos, el negocio de César del Ángel. Algo así como 40 millones de pesos anuales.
Financiaba el show con recursos que no eran suyos, extraídos del erario, el dinero de los veracruzanos, escaso porque el desenfreno del ex gobernador fue tal que dejó las arcas secas.
Acusa Yunes que el negocio fue de 40 millones al año. Así financiaba César del Ángel Fuentes sus actividades, los desnudos de sus huestes en la ciudad de México, entonces DF, y en Veracruz.
Traían la foto de Yunes azul en los genitales y en el rabo. O exhibían la de Patricio Chirinos Calero, el gobernador con el que Miguel Ángel Yunes fue secretario de gobierno y vivió ahí su “plenitud del pinche poder”.
Unas veces fue el retrato de Dante Delgado Rannauro, al que le imputaron que también los despojó de lo suyo. O la de Miguel Alemán Velasco, a quien le dieron por no dejar.
Recluido en una cárcel, la de Pacho Viejo, en el municipio de Coatepec, cercano a Xalapa, César del Ángel se sabe hundido, acosado por su eterno enemigo, Miguel Ángel Yunes, quien revela saber que todo lo que hacían los 400 Pueblos, sus danzas sin ritmo, sus cuerpos de risa, los calzones de los borregos, se movía con recursos del erario público.
Habla Yunes Linares en la radio. En el espacio del noticiario En Contacto asegura el gobernador de Veracruz que tiene en su poder evidencia del financiamiento duartista a los 400 Pueblos. Y refiere que hay un recibo firmado por 10 millones de pesos.
Se usaban esos recursos, supone Miyuli, para mover a las huestes de César del Ángel a otras ciudades, para traerlos de Álamo, su base de operación en el norte de Veracruz.
Sostiene Yunes el crecimiento de los 400 Pueblos tuvo su origen en los recursos que desviaba Javier Duarte, saqueando sin freno, usado el dinero de los veracruzanos para actividades extralegales.
“Yo lo dije muchas veces —puntualizó Yunes Linares— y hoy tengo forma de demostrarlo, porque tengo los documentos en la mano, que recibían cuando menos 40 millones de pesos al año, es decir 40 millones de pesos que podrían destinarse a medicamentos, a becas de los niños, a obras públicas; tengo en la mano un recibo de 10 millones de pesos”.
Avizora un infierno para César del Ángel y su hijo, Marco Antonio del Ángel Arroyo, flamante ex diputado local del PRI. Un descuido y hasta líder del tricolor habría sido.
Dice que en breve habrá otras denuncias contra el líder de los 400 Puercos, los que convertían Xalapa en un muladar, instalados en plazas y parques, usando los pastos como baños. Quizá este martes se agregarán cargos contra el dirigente de esa organización ante la Fiscalía de Veracruz.
Evidencia el caso 400 Pueblos la podredumbre del duartismo, usando los recursos del estado para las vendettas personales, para denostar al rival, para descalificar al enemigo como parte de las batallas de lodo que le ha tocado presenciar a los veracruzanos.
“Quien la haga... quien violente la ley será sometido a la acción de la justicia... esos millones de pesos no eran maíz, no eran maiceadas, eran fileteadas”, dice Yunes Linares, en el disfrute del poder.
Cobra Yunes afrentas pasadas y agravios recientes, los insultos de la Campaña de 2010, el asedio de las ancianas sin ropa que César del Ángel envió para provocar la reacción, la respuesta violenta, el ataques a las señoras sin moral que mostraron el cuerpo con el paso del tiempo encima, las arrugas por millares, sin recato, exhibidas en portales de información, redes sociales, en la versión impresa de los medios, en las imágenes de la televisión.
Habla Yunes de otros dos millones de pesos, recibo en mano. Insiste en que eran en promedio 40 millones de pesos al año.
Cita que César del Ángel no actuaba solo. Su hijo es su alfil. Marco Antonio lo sigue, lo respalda, lo secunda, es su cómplice.
“Ellos se dedicaban a invadir terrenos, violentar con exhibiciones a los veracruzanos, se manifestaban y pasaban por la noche a cobrar.
Describe a César del Ángel, no como un luchador, no como ícono del disenso. “No es un líder social, es un delincuente que hoy está en prisión”.
Feroz, la embestida de exhibe el uso discrecional de los recursos públicos, la mano suelta de Javier Duarte, que dejó sin medicamentos las clínicas y hospitales, que dejó de construir escuelas, que canceló carreteras y otras vías de comunicación.
Tuvo, sin embrago, 40 millones anuales para financiar la protesta de los encuerados de Cesar del Ángel.
Mejor que si fuera un table dance.
Archivo muerto
Por años, en el confort que da el sistema, Alberto Mijangos gozó del poder, el presupuesto, la ubre oficial. Calló la desigualdad. Calló la corrupción. Fue delegado de Profeco, dirigente priista, presidente de la Fundación Colosio en Coatzacoalcos. Fue marcelista y cuando Marcelo Montiel se lo sacudió, encontró su nicho en el ivanismo. Ahí se proyectó: secretario de Gobierno, líder de Integra, director de la Comisión Municipal de Agua y Saneamiento.
Llegó a ser asesor del director de la Comisión de Aguas del Estado de Veracruz, el inefable, corruptazo, traficante de lealtades, el perredista duartista Francisco Valencia, alias Paco Grasa. Y hoy Mijangos es coordinador regional de CAEV, bajo las faldas de Víctor Esparza.
¿Sabrá Miguel Ángel Yunes Linares cuántos epítetos, descalificaciones, improperios, pronunció en su contra Alberto Mijangos? Nunca, que se sepa, alzó la voz contra la injusticia, contra la corrupción del PRI, contra el saqueo de Javier Duarte, contra el desenfreno y voracidad de Fidel Herrera Beltrán. Hoy se va del PRI, cuenta Mijangos, porque no hubo “una sola voz contundente y congruente con los escándalos de corrupción, con las decisiones en materia económica, con el fracaso de las políticas sociales. Algunos las defienden.
Otros callan, olvidando que en política el silencio también es mensaje”. Advierte que el PRI le ha dado la espalda a la realidad de Veracruz y de México. “Puede parecer inoportuno a estas alturas, criticar a un partido al que he dejado de pertenecer, pero valga la reflexión de que ser ciegos a la difícil situación de millones de mexicanos es una clara muestra del rumbo equivocado por el que ha decidido avanzar este instituto político”. Y se fue.
Renunció al PRI este lunes 30. Pronto se le verá en Morena, con el ivanismo, al servicio de Mónica Robles, la embajadora del Clan de la Succión, o en el PAN, del que siempre despotricó… Estilo, el de Maryjose Gamboa para demostrar afecto. Se lo prodiga al gober Miguel Ángel Yunes Linares con tres obuses: “protector de mafias”, “hay una clara complicidad” con los concesionarios del transporte público, y “me parece que no leyó la iniciativa, que no sabe de lo que se trata”.
¡Ah, bruto, hay que “ler”! Ahora en su columna Al Aire, publicada en el periódico Notiver, el sábado 28, la diputada panista expresa: “¿Desacuerdo, pleito, o ruptura entre una servidora y el Gobernador Yunes? Sin dudar respondo DESACUERDO que puede conducir a un pleito legal por defender cada cual lo que crea correcto, pero no ruptura, al menos no de mi parte, porque como publicó la periodista Sandra Segura ayer en NOTIVER, es un hombre al que respeto por su enorme valor para encauzar una lucha que costó sangre, sudor, dolor y lágrimas, al que sigo creyendo capaz de ser uno de los mejores Gobernadores del estado, y al que además le guardo, al igual que a su familia —en especial a su esposa Lety, a su nuera Paty, y a su hijo Miguel— un profundo cariño, pero al que también creo que no le hago ningún bien sumándome al séquito de aplaudidores que inevitablemente llegan junto con el cargo, porque ambos tenemos la obligación legal y moral de anteponer el bienestar de nuestros representados y la palabra empeñada en campaña, a cualquier afecto personal”.
Y sí, lo respeta y le demuestra afecto llamándole protector de mafias y cómplice. Avizora “pleito legal” con el gobernador Yunes por el tema de los mototaxis, su autorización a circular y el veto a la iniciativa de Marijose Gamboa. Sólo ella, entre los azules, sobaja al temido Miyuli.
Lo increpa. Lo reta. Quizá lo doblegue. Quizá lo enjuicie porque el diferendo “puede conducir a un pleito legal”, dice. Con lenguaje que ya quisieran los de Morena, Maryjose Gamboa exhibe el lado flaco de Yunes Linares, la debilidad ante quien lo refuta en abierto. Maryjose Gamboa muestra que el gobernador es un tigre de papel. De paso, queda claro que la diputada-periodista ya no milita en el círculo de las lealtades de Miyuli. O sea, está Al Aire… Muy cañón, increpa Javier Basáñez Silván a Peña Nieto y a Yunes azul.
Les dice al presidente y al gobernador de Veracruz que vengan a Las Choapas, que se pongan “en los zapatos” de los policías muertos, torturados, decapitados, que vean qué armas tienen para enfrentar al crimen organizado. Como si no fuera parte del problema, de los grupos violentos, del tronquismo que reprimió a los pobres y a los que protestaban por ser víctimas de injusticias, al tronquismo que dejó pasar a migrantes y a los traficantes de migrantes, y a la droga y a los que traficaban droga porque en esos corredores el único que mandaba era Renato Tronco Gómez, hoy prófugo de la justicia por el crimen del regidor Alfredo Pérez Juárez.
“Como síndico del ayuntamiento municipal —agrega Basáñez Silván— reclamo ante los dos órdenes de gobierno, al presidente de la República, al gobernador de nuestro estado, que volteen a ver al municipio de Las Choapas, que vean las armas que tenemos, las armas con las que luchamos, que se pongan en los zapatos de las personas que defienden los intereses de los ciudadanos”.
Bien, y que de paso reclame al que auspició la violencia, Renato Tronco, su jefe político, su patrón… Disipa Nacho Tovar las imputaciones de prestanombre de Javier Duarte. No hay nada en la Procuraduría del gobierno de Baja California, ni se le relaciona con Osvaldo Tovar.
“Es mediático”, agrega el empresario que por muchos años vivió en Coatzacoalcos. “No tengo ningún proceso”, advierte. “Mi trabajo es dar de comer a la gente más necesitada y solamente eso por programas sociales manejados por Estados Unidos”. Precisa que no trabajó la Olmeca TV, solo le realizó un servicio de credenciales.
“Jamás vendo nada al municipio solo a escuelas”. Nacho Tovar fue implicado como supuesto prestanombres del ex gobernador Javier Duarte y en una operación de suministro de insumos a Seguridad Pública en Coatzacoalcos, junto con el ex jefe del Departamento Jurídico, Benito Argüelles Calzada, el abogado del ex alcalde Marco César Theurel Cotero. Nada, asegura Nacho Tovar Valdés, le vende al ayuntamiento…
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