Una mano, la de Javier Duarte, conduce a Arbolillo, en el municipio de Alvarado, y en ella la fosa clandestina de la que emergen restos y más restos, 47 cráneos y habrá más, y un historial de horror que no tiene fin.
Una mano, la de Javier Duarte, conduce a Arbolillo, en el municipio de Alvarado, y en ella la fosa clandestina de la que emergen restos y más restos, 47 cráneos y habrá más, y un historial de horror que no tiene fin.
* 47 cráneos en la nueva fosa clandestina * Lo que encubrió el duartismo * Atrae la PGR el crimen de Ricardo Monlui * Protestas y desaires * Las tribulaciones de la mamá de Karime * Espiral de violencia en Coatza * Morena quiere apoyos para opera en Tatahuicapan * El chofer y las facturas clonadas
Una mano, la de Javier Duarte, conduce a Arbolillo, en el municipio de Alvarado, y en ella la fosa clandestina de la que emergen restos y más restos, 47 cráneos y habrá más, y un historial de horror que no tiene fin.
Dos mentes, las de Luis Ángel Bravo Contreras y Arturo Bermúdez Zurita, implicados en omisiones legales uno, y en complicidad de sus policías el otro, en levantones y falta de aplicación de la ley.
Es el escenario que emerge desde que los 12 colectivos que buscan a sus desaparecidos, yendo a contrapelo, luchando contra el dique oficial, lograron acreditar que en Colinas de Santa Fe, junto a la zona portuaria de Veracruz, había un cementerio clandestino.
Sólo ahí se han detectado 250 cráneos y más de 17 mil restos óseos, la mayor fosa donde fueron inhumados ilegalmente quizá sus familiares, quizá otros más.
Ahí yacía Pedro Huesca Barradas, el fiscal especializado destacado en Veracruz, del que se acredita que no se dejaba tocar por el crimen organizado, que no se dejó doblegar y que por ello fue levantado y no se le volvió a ver. Con él fue secuestrado también el secretario del Ministerio Público, Genaro Montiel Hernández.
Arbolillo representa otro dolor. Es el predio enclavado en Alvarado, cercano al puerto de Veracruz, en que de entrada hay 47 cráneos, una familia procedente de Querétaro que solía visitar Veracruz, y tres jóvenes por los que hace tiempo sus familiares luchan por saber qué suerte les deparó el destino.
Datos aportados por el fiscal general, Jorge Winckler Ortiz, hablan de ocho fosas clandestinas, en un área de 120 metros cuadrados, colindante con la Laguna de Alvarado. En ellos 47 cráneos y gran cantidad de restos corporales.
Dice Winckler:
“A la fecha existen indicios sólidos que de estos restos exhumados se encuentran —entre otros—presumiblemente, los 3 integrantes de la familia Sánchez Pérez, originarios del estado de Querétaro, que fueron denunciados como desaparecidos a principios del mes de septiembre de año 2016, lo que derivó en el inicio de la Carpeta de Investigación número 96/2016, radicada en la Fiscalía de la ciudad de Alvarado.
“Así también, presumiblemente hay evidencia de que se encontraron los restos del joven Baruch Grajeda García, el cual fue denunciado como desaparecido en el mes de julio del año 2016, en la ciudad de Veracruz, que derivó en la carpeta de investigación 872/2016 radicada en la ciudad de Veracruz.
“De la misma manera, existen indicios que permiten hacer presumible que dentro de los restos exhumados se encuentran los del joven Isaías Jácome Hernández, el cual fue denunciado como desaparecido el día 6 de Septiembre del año 2016, lo que dio inicio a la carpeta de investigación 1582/2016 radicada en la Fiscalía de la ciudad de Veracruz.
“En este momento el área de laboratorios de la Dirección de los Servicios Periciales de la Fiscalía General del Estado de Veracruz, se encuentra realizando los trabajos de rehidratación de huellas dactilares, moldeo de arcadas dentarias, el levantamiento de placas fotográficas de todas aquellas características específicas que presenten los restos ya exhumados, como son lunares, cicatrices, tatuajes, señas particulares. Además, se tomarán muestras de ADN de estos restos óseos para estar en la posibilidad de realizar una identificación cien por ciento fiable.
“En cumplimiento a los compromisos adquiridos por esta Fiscalía General del Estado con todos y cada uno de los familiares de las personas desaparecidas en el Estado de Veracruz y de toda la República, les hago de su conocimiento que una vez que concluyan los trabajos ya descritos, se pondrán a disposición de estos y de cualquier otra persona, en todas las oficinas de la Fiscalía General del Estado y en las bases de datos y páginas oficiales de nuestra institución las fichas identificativas de los restos que hasta este momento se han localizado en la localidad El Arbolillo, municipio de Alvarado, Veracruz.
“Señalamos que la Fiscalía General del Estado reitera su compromiso de continuar trabajando hasta esclarecer estos hechos y que los mismos no quedarán impunes.
“Nos hemos puesto en contacto con la Fiscalía General del Estado de Estado de Querétaro, para hacer de su conocimiento del presumible hallazgo de los restos de la familia Sánchez Pérez, que son originarios de ese estado de la República, para que sus familiares procedan a comparecer ante nosotros y llevar a cabo, de ser posible, la identificación de sus restos y para que aporten sus muestras de ADN, a efecto de hacer una confrontación”.
Arbolillo es horror. Arbolillo es drama. Arbolillo es polémica.
Una historia consterna, la de la familia Sánchez Pérez, procedente de Querétaro, de quienes no se supo más desde el 3 de septiembre de 2016 cuando se dirigían al Festival de la Cerveza, en el malecón de Veracruz.
Javier Sánchez, su esposa María Dolores Pérez y su hija Karen Sánchez Pérez llegaron un día antes a Veracruz. Tenían una casa en Salinas, a 20 minutos del puerto. Viajaban en su auto Altima. Tras la llamada que realizó Javier, el día 3, no se volvió a saber de ellos.
Hoy están identificados. Por algunos documentos hallados en la fosa de Arbolillo, se sabe que son ellos.
Winckler los menciona en el hallazgo, aún sin realizar los exámenes de ADN. “Presumiblemente, los 3 integrantes de la familia Sánchez Pérez, originarios del estado de Querétaro”, dijo el fiscal.
Le responde el colectivo que en Querétaro sostiene que son ellos y otros más que han desaparecido tras en suelo veracruzano. Le exigen una disculpa pública, dándole otro sesgo al dramático final de la familia Sánchez Pérez.
Nada de lo que ocurre en Veracruz es casual. Hay omisión del anterior fiscal, Luis Ángel Bravo, empeñado en ocultar la verdad, obstaculizar la labor de los colectivos, tender un velo silencio.
Hay complicidad del ex secretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez, hoy en prisión, sujeto a juicio pero no por Desaparición forzada, pese a la participación de su policía en levantones y secuestros, en crímenes e inhumaciones clandestinas.
Colinas de Santa Fe y Arbolillo, dos escenarios de horror que no tienen fin.
Archivo muerto
Será la Procuraduría General de la República la que atraiga la investigación del crimen del periodista Ricardo Monlui Cabrera, asesinado el domingo 19 en Yanga. Se encargará de desahogar las diligencias la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Cometidos Contra la Libertad de Expresión (FEADLE), según reveló el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares. Dos días después del crimen, el caso está en punto cero.
Se siguen varias líneas de investigación y entre ellas dos que pueden ser clave. Una de ellas en torno a los escritos periodísticos del autor de la columna Crisol y director del periódico El Político. Este lunes hubo actos de protesta en varias ciudades de Veracruz por el crimen y el nivel de riesgo en que se mueve la prensa, como si el duartismo persistiera.
La de Coatzacoalcos fue una parada con escasa respuesta, si acaso una decena de periodistas, sin la dirigente de la Asociación de periodistas de Coatzacoalcos, Victoria Rasgado Pérez, precandidata de Morena a la alcaldía de Moloacán… Abatida, refieren fuentes del duartismo, María Virginia Yazmín Tubilla Letayf vive días de dolor e impotencia, no en Chiapas como se ha hecho creer, sino en la capital del país.
Abatida vive doña Yazmín la debacle de su hija Karime Macías Tubilla, ex primera dama de Veracruz, oficialmente no prófuga pero buscada por cielo, mar y tierra, pues donde ande la dama ahí estará la pista más sólida para llegar a Javier Duarte, el ex gobernador, él sí buscado por la justicia.
Otra fuente yunista cuenta de los llantos de los hijos, que no explican dónde está mamá, dónde está papá. Oficialmente los suegros de Javier Duarte viajaron de Coatzacoalcos a Tuxtla Gutiérrez, llevando con ellos a los nietos, disipando así el asedio de la PGR, la vigilancia, el hostigamiento, tramitando amparos. Pero la de Yazmín Tubilla es otra tragedia, señalada su hija Karime como el cerebro que urdió el gran robo a Veracruz, la de los excesos y el derroche, la de la fijación por la abundancia, la mano que meció la cuna de los prestanombres del ex gobernador… Espiral de violencia en Coatzacoalcos.
Once ejecutados en cuatro días, un negocio de grúas baleado, narcomantas advirtiendo guerra cruenta entre cárteles, dos migrantes asesinados. Sin control, la violencia evidencia que el yunismo está rebasado y que la meta de 60 días ofrecida en campaña para remediar el asunto de la inseguridad pública, no se cumplió. Cinco personas, la mayoría taxistas, fueron ultimados en la colonia López Mateos, el viernes 17; a otros tres los ejecutaron en la colonia Francisco Villa, el sábado 18; uno más apareció en lo que fue la planta de agua purificada Pingüino, y dos más murieron en la zona que concentra mayor número de migrantes, y presuntamente serían indocumentados.
Previamente fueron colgadas mantas con mensajes amenazantes, presuntamente suscritos por el Cártel Jalisco Nueva Generación, que advierte que va por Los Zetas. Este lunes 20 fue baleada la fachada de Grúas Vázquez, empresa que concentra el mayor número de movimientos de arrastre de vehículos en la región sur de Veracruz.
Y la escalada tiende a multiplicar su efecto… Así que en Tatahuicapan aún sueñan con “los apoyos” de Coatzacoalcos, el dinero que mes con mes le llegaba a Morena, a Lino Bautista, a Eloy González, el ex priista, a Inocente Bautista Cruz, a Calixto Cruz Hernández, a Gabriel Hernández Hernández. Exigen los “apoyos” arguyendo que hay violación a los acuerdos con el gobierno de Veracruz en los días del duartismo porque no se está suministrando el 40 por ciento del flujo de agua procedente de la presa Yuribia a Coatzacoalcos, Minatitlán y Cosoleacaque sino el 60 por ciento.
De ahí que la hicieran de tos nuevamente, encadenando la compuerta y de paso exigiendo que el apoyo económico del ayuntamiento de Coatzacoalcos vuelva a fluir. La prohibición del gobernador Miguel Ángel Yunes Linares es tajante: ni un peso a Morena con el chantaje del cierre del Yuribia. Morena entra en crisis en Tatahuicapan, municipio donde está enclavada la presa. No hay dinero y no hay reparto entre los ejidatarios y avecindados.
No hay recursos para que el pejepartido opere y asegure la elección. Y en el ayuntamiento de Coatzacoalcos saben que filtrar dinero a los morenistas de Tatahui desataría la furia de Yunes azul… ¿Quién es ese funcionario de medio pelo, inflado como sapo, de negocios turbios, ostentoso de fortuna y autos, viajes y viejas, cuya misión en el ayuntamiento es conseguir comprobantes que justifiquen gastos, sean recibos legales o facturas clonadas? Dos pistas: sus iniciales son I y H. Antiguo oficio: chofer…
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