* 60 días para no arreglar nada * Hondureños, mutilados * Autodefensas en Las Choapas * Hierve el sur * Caballero y Carranza en La Bocatta * Encuentro mañanero * Licencia temporal a Buganza * Vasconcelos y el caos * PRI acumula repudio por ser cómplice de Duarte * La candidata que sí va
No fue en 60 días, ni en 120, ni será en los dos años que Miguel Ángel Yunes gobierne a Veracruz. Inmutable, la violencia sigue y crece, indescriptible el dolor de las víctimas, devorando al gobernador que hizo de la ira social bandera política y causa electoral.
Lo supera la realidad, los cárteles que disputan rutas y plazas, que dirimen con bala y muerte su conflicto por el territorio de Veracruz.
Son bandas que se enfrentan, explica Yunes azul, con las palabras que antes pronunció Javier Duarte intentando entender que la tesis de Agustín Acosta Lagunes —“la violencia es inevitable”— en Veracruz es real.
Ofrecía Miguel Ángel Yunes que en el gobierno panista la alternancia traería paz, que pagarían los cómplices de la delincuencia, los priistas del fidelato, los Duartes y los Bermúdez, los Fisculines y los Flavinos, y todos aquellos que decidieron pactar con malos fuera de la ley y malos amparados en la ley.
60 días, pregonaba Yunes Azul, el gobernador del cambio, para acabar con el crimen organizado y hacer de Veracruz un oasis de tranquilidad, salir de la crisis y el caos, del escenario de muerte al que la corrupción del poder y el uso de las corporaciones policíacas para encubrir a la delincuencia provocó un nivel brutal de violencia.
Pues falló. Yunes no es igual que Javier Duarte. Es peor. Las cifras lo apabullan. Antes eran tres hechos delictivo al día; hoy son cuatro.
Dirá que es la inercia de tantos y tantos años de coludirse con la delincuencia, de permitir que la inseguridad detonara hasta niveles de escándalo y provocara un caos social, diezmando familias, sembrando dolor.
Pero Yunes ofreció que en 60 días habría revertido la inseguridad y la inseguridad lo destrozó.
No bastaron 60 días. Han transcurrido 120 y la violencia se manifiesta en secuestro y levantón, en extorsión y trata de menores, en crímenes de migrantes y mutilación de sus cuerpos.
Pero el Veracruz de hoy es el Veracruz de ayer. Y el Veracruz de Yunes es peor que el Veracruz de Duarte.
Violencia brutal, el jueves 30. Hacia la medianoche, son hallados seis ciudadanos de nacionalidad hondureña, abandonados, malheridos, sus cuerpos sobre la carretera Transístmica, entre los poblados de medias Aguas y Achotal, zona de vías férreas en los municipios de Sayula de Alemán y San Juan Evangelista.
Mutiladas sus manos, desprendidos sus dedos, son el signo de una barbarie que agobia a este sector vulnerable, los migrantes que soñando con una esperanza terminan atrapados en una pesadilla de incertidumbre y dolor.
Recogen los despachos de prensa el nivel de violencia que domina a Veracruz. De los hondureños mutilados, dice el portal e-consulta Veracruz:
“Se dice que los seis extranjeros presentaban fracturas en los dedos; tortura que aplicaron los delincuentes para obligar a la familia que depositaran lo más pronto posible el dinero, de lo contrario los matarían, según narraron los centroamericanos.
Los agraviados fueron interceptados en Coatzacoalcos, por desconocidos quienes los obligaron a contactar sus familias en los Estados Unidos de América; finalmente cada uno pagó entre mil y mil doscientos dólares, según narraron los hondureños a las autoridades.
“Los heridos son L.A.C.N, de 21 años; N.J. E. R., de 19 años; N.N.C., de 34 años; I.P.G., de 25 años; G.O.A., de 18 años y J.N.Z.M., de 34 años, todos ellos originarios de Honduras, quienes en su búsqueda del sueño americano fueron víctimas de la delincuencia que impera en el sur de Veracruz, ante la total indiferencia de los tres niveles de gobierno”.
Otro caso, el secuestro de la esposa del un ganadero de Las Choapas que armó a decenas, que los llevó a desplazar a la policía, que generó cercos y perímetros para impedir que la víctima fuera movida del territorio choapense.
Dice Presencia:
“Habitantes de Las Choapas, municipio ubicado en el sur de Veracruz, tomaron armas largas, palos y machetes, se pusieron capuchas e instalaron retenes en las principales calles de la demarcación, después de que fue secuestrada la esposa de un ganadero de la región.
“Eva Cadena Sandoval, diputada con licencia por el distrito de Coatzacoalcos, indicó que los vecinos armados se presentaron como autodefensas. Aún están por la carretera a Ocozocoautla, la cual conecta Veracruz y Chiapas.
“El lunes 27 de marzo, una mujer identificada como Nancy, de 30 años de edad, fue privada de su libertad en la colonia Francisco Villa de Las Choapas. La víctima es cónyuge de un ganadero”.
Finalmente, la esposa del ganadero apareció con vida, sana y salva.
En 60 días, Yunes no cumplió.
Archivo muerto
Mañana del jueves 30 de marzo. Restaurant La Boccata, situado en Nicolás Bravo y Quevedo. Horario para madrugadores, 7 de la mañana. Dialogan dos personajes clave: el alcalde que se va y el que será alcalde a partir del 1 de enero de 2018. Hay un tercer invitado, de identidad desconocida. A eso de las 7:45 abandonan el lugar. Uno, Joaquín Caballero rosiñol, presidente municipal de Coatzacoalcos; el otro, Víctor Manuel Carranza Rosaldo, candidato del partido Movimiento de Regeneración Nacional, el pejepartido, a la alcaldía del antiguo Puerto México. Lejos de las miradas de muchos, la reunión se llevó a cabo en el privado de La Bocatta, el salón ubicado a la izquierda del restaurant.
Dicen los sondeos de opinión que Morena ganará la elección y con ella el club de la diputada Rocío Nahle García, madrina de Víctor Carranza, súbditos de tercera en el Clan de la Succión, que jefaturan la ex diputada federal del PRD, Roselia Barajas Olea y relatora del Gobierno Legítimo de Andrés Manuel López Obrador; su marido José Pablo Robles Martínez, dueño de Diario del Istmo, con jugoso contrato de publicidad de un millón 300 mil pesos al mes con el ayuntamiento joaquinista; la ex diputada local duartista-priista-verde, Mónica Robles Barajas, y su esposo, el ex alcalde de Coatzacoalcos, Iván Hillman Chapoy, también duartista y fidelista.
Tan puro que es Morena, tan honesto su discurso —ellos los santos, enfrente los demonios— y Víctor Carranza, su candidato, se reúne en lo políticamente oscurito con Joaquín Caballero Rosiñol. Y hay testigos del encuentro en La Bocatta. AMLO realizará gira por el sur de Veracruz del 8 al 10 de abril… Se va Buganza. Aquejado por un cáncer que no suelta, deja su curul en el Congreso de Veracruz el dos veces secretario de Gobierno y ex titular de Infraestructura y Obras Públicas de Javier Duarte.
Su licencia va en curso y será relevado entre el 20 de abril y el 31 de mayo por su hombre de confianza José Luis Enríquez Ambell, su suplente, de fuertes raíces en el sur de Veracruz, colaborador suyo en el gobierno duartista. Gerardo Buganza, de origen panista, llegó a la Legislatura estatal como diputado plurinominal del Partido Verde Ecologista de México y luego se declaró independiente. Desde ahí hoy le aprueba lo sustancial a Miguel Ángel Yunes Linares, cuya rivalidad fue célebre desde 2004 cuando Buganza era candidato al gobierno de Veracruz y Miyuli su coordinador de campaña; creció en 2010 cuando GBS se alió con Javier Duarte y se esperaba que fuera mayor en 2016 al triunfo de Yunes Linares en la elección de gobernador.
Sin embargo, tras un saludo en el Congreso, donde MAYL acudió a debatir con diputados su plan de ajuste financiero, Miyuli se acercó a Buganza de manera cordial y se zanjó el conflicto. Polémico, señalado de todo, hoy Buganza enfrenta un tema mayor: el cáncer que lo aqueja. Dos tumores en ganglios lo retiran de la actividad legislativa, presumiblemente de manera temporal. Sor Buganza, como le llaman algunos por su pregonada condición católica, enfrenta el mayor reto de su vida… Organizado, como pocas veces, el caos en el PRI.
Van en un sentido los de Vasconcelos; en otro los de Lu-pilla Félix de Theurel, futura candidata a síndica por Coatzacoalcos; por su lado los de Joaquín Caballero, el alcalde, cuyo secretario de Gobierno, Oliver Damas de los Santos, dejó el cargo para asegurar su regiduría, la número uno, y así cuatro años más en el poder, cuidando a su mentor; por otro Patricia Peña Recio, que aspira a ser regidora dos en la planilla del PRI, si es que el profe Juan Nicolás Callejas Arroyo la sigue protegiendo una vez que se dé santo y seña de sus escapadas a diversos paraísos turísticos.
La encomienda es sumar, pero como decía el filósofo del obrerismo charro, Fidel Velázquez, cero más cero es igual a cero. Y el PRI, marcado, sellado por el duartismo, por su complicidad, por haber aplaudido y solapado al régimen ladrón, al artífice de la quiebra financiera y a a quien detonó la violencia al asociare con el crimen organizado, está condenado a recibir el repudio de la sociedad. Por lo pronto, el caos los domina… No será Julia Francisco Julián candidata a regidora en el próximo Cabildo de Coatzacoalcos.
Lo será una persona estrechamente ligada a la dirigente de la colonia Santa María y pieza clave de Antorcha Campesina, otrora grupo al servicio de Fidel Herrera Beltrán, Javier Duarte y Tony Macías, el suegro incómodo del prófugo ex gobernador de Veracruz. No va ni por el PRI, ni por el PAN-PRD, ni por Morena. Al tiempo…
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