Una voz escuchó Solalinde. Contenía detalles del caso Eva Cadena, de los impresentables de Morena, los cuestionados de Veracruz en el proyecto de nación de Andrés Manuel López Obrador. Y cumplió su promesa de hablar.
Una voz escuchó Solalinde. Contenía detalles del caso Eva Cadena, de los impresentables de Morena, los cuestionados de Veracruz en el proyecto de nación de Andrés Manuel López Obrador. Y cumplió su promesa de hablar.
* Suelta los primeros nombres * Señala a Mijangos y renuncia * Carranza se encrespa * El caso Eva Cadena sale de control * Cinco años matando a Regina * Jesús Moreno y Benita González * El policía criminal y Anabel * Saúl Wade pudre al PRI * La hija del Potro, igual
Una voz escuchó Solalinde. Contenía detalles del caso Eva Cadena, de los impresentables de Morena, los cuestionados de Veracruz en el proyecto de nación de Andrés Manuel López Obrador. Y cumplió su promesa de hablar.
Toca a uno, Alberto Mijangos Martínez, y revela el ivanista que ya no será regidor “por congruencia”.
Alude a otro, Víctor Carranza Rosado, y le replica con hosquedad el candidato de Morena a la alcaldía de Coatzacoalcos.
Y promete el sacerdote católico que habrá de seguir.
Su dardo, a eso de las 2:45 de la tarde, el sábado 29, sacude las estructuras del pejepartido, citando a dos personajes clave en la estructura del Clan de la Succión, el grupo Robles-Hillman, operado al interior del Movimiento de Regeneración Nacional por la diputada federal, Norma Rocío Nahle García.
En un tuit, dice Alejandro Solalinde Guerra:
“Lo prometido es deuda: ‘morenos’ cuestionados de Veracruz son Alberto Mijangos Mtz., fidelista y duartista; Víctor Carranza Rosaldo y sigue…”
Mijangos le da dos respuestas: una seca y la otra hostil.
“Alejandro Solalinde —advierte en su primer tuit—, Morena de todos, por eso me sumo al proyecto. No tengo ningún interés personal, y en congruencia decline (sic) a mi participación en una regiduría. Infórmese bien padre…o que le informen bien. Estoy a sus órdenes (sic), para cualquier aclaración aunque no tenga el gusto de conocerlo”.
Minutos después, varía el tono:
“Lo debería de saber, lo dice la biblia ‘No juzguen, y no serán juzgados; no condenen y no serán condenados’ (Lucas 6:37) me extraña de usted”.
Más rijoso, Víctor Carranza lanza un reclamo:
“¡Se equivoca padre! Participo en la izquierda desde hace más de 20 años. Sufrí el embate en @Pemex al luchar en la defensa de Pemex.”
Y adjunta el oficio con el que la Secretaría de la Función Pública hace constar que no se encuentra en calidad de inhabilitado por su actuación como funcionario en Pemex.
Letal, el golpe cimbra las estructuras morenistas e impacta su imagen en el ámbito electoral.
Argüía Alberto Mijangos no tener “ningún interés personal, y en congruencia decline (sic) a mi participación en una regiduría. Infórmese bien padre…o que le informen bien”
¿Por congruencia declinó? O sea, por incongruencia había aceptado ser candidato a regidor.
Mijangos, como muchos otros, procede del PRI. Su nombre político está ligado al tricolor, al fidelismo y al duartismo, al ex alcalde de Coatzacoalcos, Iván Hillman Chapoy, y a su esposa, la ex diputada duartista Mónica Robles Barajas.
Con ellos creció políticamente, marginado por el también ex alcalde Marcelo Montiel. Pero su sello es duartista y fidelista.
El 7 de febrero, INFORME ROJO lo describió así:
“Mentira que no haya sido duartista y hasta fidelista, operando para el alcalde Iván Hillman Chapoy en los días en que Fidel Herrera Beltrán era su dios, cómplices todos al ver el saqueo y callar, al solapar la impunidad del sultán y su banda, avalando negocios y pilladas en agravio de la sociedad.
“A todos cuenta el acaudalado abogado, más civil que penal, que nunca militó en el duartismo, que nadie le puede imputar haber formado parte de las infanterías del último gobierno priista en Veracruz.
“ ‘Duartista no, cualquier cosa pero duartista no’, asegura Alberto Mijangos.
“Pues dirá que no pero sí lo fue.
“Con un perredista de alto repudio, Francisco Valencia García, alias Paco Grasa, se ligó Mijangos y no dejó de ser duartista hasta que el sexenio llegó a su fin.
“Cuentan sus biógrafos que Paco Valencia lo atrajo con un asunto legal clave en su vida y de ahí no lo soltó. Empleó sus oficios en asuntos de agua, en conflictos y pleitos, en negociación y tretas. Un milusos como Mijangos sirve para eso y más.
“Fue asesor de Valencia en la Comisión de Agua del Estado de Veracruz y un apagafuegos útil que le permitió al marrullero perredista no meter las manos y evitar un quemón.
“Por un billete, Francisco Valencia se presta a todo. Y si son millones, más.
“Así fue como operó para frustrar la alianza PAN-PRD, en 2013, con un derroche impresionante, mayúsculo, salido de las arcas del gobierno de Javier Duarte.
“Valencia se convirtió en su mecenas, su protector, y Alberto Mijangos asumió su papel, sirviente del duartismo que destrozó a Veracruz, que saqueó las arcas, que abusó del poder, que inundó de sangre el norte, el centro y el sur al cogobernar con los cárteles. A ese duartismo sirvió el hoy seguidor del Peje, potencial candidato de Morena a la alcaldía de Coatzacoalcos.
“Salió Paco Valencia de CAEV y ahí quedó Mijangos. Operó entonces para el sucesor, Eduardo Vega Yunes, El Tato, de quien fue jefe de asesores. Y así hasta el final del sexenio.
“Hoy dice que no es duartista, ajeno al gobierno del saqueo”.
“Renunció al PRI el 30 de enero. Se fue, dijo, porque su partido le dio la espalda a la realidad de Veracruz y de México, porque no hubo “una sola voz contundente y congruente con los escándalos de corrupción, con las decisiones en materia económica, con el fracaso de las políticas sociales”.
Solalinde sabe de otros nombres, dirigentes de Morena que estaban al tanto del episodio en que aparece la diputada Eva Cadena Sandoval recibiendo 500 mil pesos que debía entregar a López Obrador en Las Choapas, el 8 de abril.
Por ello menciona en su mensaje en Twitter dos nombres por ahora. “Y sigue”.
Fuera de control, el caso Eva Cadena impacta a Morena cuando Solalinde lo aborda. Cae Mijangos aunque esa posición no deja de ser del grupo encabezado por el Clan Robles-Hellman, que desde Morena vuelven al poder en Coatzacoalcos.
Mientras, Solalinde exorciza al partido de López Obrador.
Archivo muerto
Regina muere a diario. Así como le arrancaron la vida hace ya cinco años, aquel infausto 28 de abril de 2012, la injusticia reactiva su muerte. Ignorada su actividad profesional como móvil del ataque a la corresponsal de la revista Proceso, Regina Martínez Pérez, el gobierno duartista se aferró a la hipótesis del crimen pasional.
Persiguió la Procuraduría de Veracruz a dos sospechosos, Jorge Antonio Hernández Silva, alias “El Silva”, y José Adrián Hernández Domínguez, “El Jarocho”, y fuera de esa línea nada más se investigó. Habrían estado tomando en la casa de Regina, según la Procuraduría estatal, hoy Fiscalía General del Estado, trataron de robar sus bienes, la golpearon y terminaron estrangulándola.
Esa fue la hipótesis y de ahí no se salió. “El Silva” fue aprehendido y condenado pero el entonces magistrado, Edel Álvarez Peña, actual presidente del Poder Judicial en Veracruz, revirtió la sentencia. “El Silva” fue torturado para admitir un crimen que no cometió y por ello fue condenado a 38 años de cárcel. Javier Duarte siguió maniobrando. Su gobierno movió un amparo que logró la reaprehensión de Hernández Silva, pero no por el crimen sino por robo.
Había línea para no reconocer que a Regina Martínez la mataron por lo que escribía, por sus reportajes que evidenciaban el saqueo al gobierno de Veracruz, por los nexos de la policía con el crimen organizado, por la sistemática violación a la ley en los días de Fidel Herrera y Javier Duarte en el poder. Hoy son cinco años. Cinco años de impunidad.
Cinco años en que la injusticia la sigue matando al no hallar y castigar a los verdaderos culpables… Burlarse de Yunes gobernador ya es deporte. Lo hacen todos. Sus adversarios y sus críticos, los priistas y ex priistas y, cada vez más, los panistas. Uno de ellos, Jesús Moreno Delgado, hará campaña para ser alcalde de Coatzacoalcos con una duartista de cepa, antes fidelista, la nada célebre Benita González Morales.
De su mano, según los insiders en el PAN, serán los discursos del candidato del PAN a la alcaldía, más o menos como se los redactaría a Fidel Herrera Beltrán cuando andaba en la plenitud del pinche poder y a Javier cuando andaba en la plenitud del saqueo de los dineros de Veracruz. Del marcelismo proceden Jesús Moreno y Benita González, él en la operación política y la trama electoral; ella, periodista que usara el micrófono para entonar los himnos al cliente político en turno, sea Fidel, sea Duarte, sea Marcelo Montiel, Iván Hillman, Marcos Theurel.
Y Miguel Ángel Yunes en la estratósfera política, trabado en una guerra incongruente, pues mientras por un lado caza a Javier Duarte con sus denuncias, que abrieron la ruta que siguió la PGR, y por otro pacta con la fidelidad y el duartismo que ya medraron 12 años en el poder y van por más. Benita no es la única. Hay más… Temible, sanguinario, Alfonso Zenteno Pérez arrastra un historial sangriento: centenares de levantones, desaparición forzada, violación a derechos humanos, represión.
Su vida policíaca es criminal, hoy detenido por violación de un menor de edad. Zenteno fue otro de los superpolicías de Arturo Bermúdez Zurita, el falso general que cobraba como secretario de Seguridad Pública de Veracruz. Tenía a su mando importantes enclaves del Mando Único en el centro de estado. Al aprehenderlo, Zenteno mostró un amparo contra la denuncia por desaparición forzada, pero no la libró por la violación al menor.
Del caso dio detalles reveladores el periodista Ignacio Carvajal en blog expediente.mx del maestro Luis Velázquez Rivera (http://www.blog.expediente.mx/nota/25017/periodico-de-veracruz-portal-de-noticias-veracruz/el-cazador-de-humanos-en-veracruz-).
Otras fuentes sostienen que Alfonso Zenteno tiene mucho que ver con el levantón de la periodista Anabel Flores Salazar, el 8 de febrero de 2016, en Mariano Escobedo y hallado su cuerpo con visibles huellas de tortura, atada de manos y con una bolsa en la cabeza, al parecer estrangulada, en una carretera de Tehuacán, Puebla. Anabel laboraba para El Sol de Orizaba y antes colaboró en El Buen Tono, de Córdoba.
En ese caso fueron mencionado como autores materiales e intelectuales, Omar Escalona, hijo del comandante de la policía de Ciudad Mendoza, Omar Escalona Morales; el jefe zeta, Josele Márquez Balderas, alias El Chichis, a quien la Fiscalía había dado por muerto en el atentado al bar La Taberna, en Orizaba, y en otro episodio la FGE le imputa el asesinato a un sujeto al que la Fiscalía identificó con las siglas GPV. Zenteno es un pájaro de cuentas.
Con un comando policíaco y civiles levantaba gente inocente, de las que nadie volvió a saber más. Ahora está detenido. Sólo falta que se le impute la autoría del crimen de la periodista Anabel Flores Salazar… Saúl Wade León ya pudrió al PRI. Y con él, Damara Isabel Gómez Morales.
Ambos van por sendas regidurías en la planilla priista que contiende por la alcaldía de Minatitlán, con su carga de desprestigio y el repudio social. Saúl Wade —l’enfant terrible— ha gobernado Minatitlán desde la tesorería municipal, siendo el poder tras el trono, teniendo al alcalde formal, Héctor Damián Cheng Barragán, como el títere de sus caprichos y corruptelas.
Aspira el cachorro del cacique petrolero, Jorge Wade González, a ser regidor primero. Amara Gómez va por la segunda regiduría. Sobre ella pesa el ser protagonista de aquel escándalo, pleito de alcoba, en que su padrastro, Javier Gómez Gutiérrez, El Potro, murió de varios disparos. De inmediato, un policía experimentado, Ronaldo “El Güero” Smith, alteró la escena del crimen.
Horas después se soltó la versión más descabellada e inverosímil en los anales del aparato judicial de Veracruz: El Potro discutía con su esposa Isabel Morales Aguirre, le disparó hiriéndola en el hombro, se suicidó, llegó uno de sus ayudantes y le ayudó a bien morir asestándole otros dos balazos y se peló.
Y Damara Gómez presente. Fidel Herrera, entonces gobernador, usó el caso para librar al ayuntamiento de Minatitlán de la presencia de Isabel Morales, quien por años huyó hasta limpiar su expediente. Hoy Damara es aspirante a regidora.
Y Saúl Wade, el del desvío de 117 millones de pesos de origen federal y las constructoras de su cuñado, también. Diríase que al doctor Norberto Luna, candidato priista a la alcaldía, le tocó bailar con lo peor…
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