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Mussio Cárdenas Arellano

Informe Rojo

​Colectivo recluta a fiscal pro-zeta

Una sombra, la de los zetas, envuelve a Ricardo Morales, el ex fiscal del sur que consentía al Comandante H, hoy reclutado por el Colectivo por la Paz para acusar a Javier Duarte de crímenes lesa humanidad, de homicidios y desaparición forzada.

25/07/2017 08:17 a.m.

* Ricardo Carrasco, investigado  * Dispensó autopsia de lugarteniente del H  * Xóchitl y Duarte: como para un corrido  * Xóchitl y Fernando, a caballo  * Bermúdez sí pactó  * Géminis: negocio en el yunismo  * El rollo del defensor de JDO  * Morena va que vuela a la gubernatura  * El empresario y la lavandería

Una sombra, la de los zetas, envuelve a Ricardo Morales, el ex fiscal del sur que consentía al Comandante H, hoy reclutado por el Colectivo por la Paz para acusar a Javier Duarte de crímenes lesa humanidad, de homicidios y desaparición forzada.

Bajo investigación por la dispensa de la autopsia del Berna, alias Bernardo Cruz Mota, lugarteniente de Hernán Martínez Zavaleta, jefe zeta en el sur de Veracruz y Tabasco, Ricardo Morales Carrasco regresa para decir que llevará al ex gobernador de Veracruz al Tribunal Internacional de La Haya, Holanda.

Serio, súper serio, cuenta que va por él. Pregona que hay un modus operandi, presencia policíaca, omisión dolosa, tácitamente que una vez perpetrados los levantones, la tortura, las vidas segadas, no se debía investigar.

A su lado van las otras víctimas, las madres y hermanos, los padres y amigos, los que no cesan de exigir castigo a quienes se llevaron a los suyos para no volverlos a ver.

Con ellos, dice Ricardo Morales Carrasco, habrá de exigir castigo a Javier Duarte, uniendo denuncias que ya existen y que en el duartismo no caminaron —y en el yunismo azul tampoco—, las de los desaparecidos y las fosas clandestinas, implicados policías de a pide y mandos de alto nivel, los Bermúdez, los Nava, los 11 jefes de distrito que pese a su historial de miedo siguen ahí, operando para el gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares.

Hablará Ricardo Morales por el Colectivo por la Paz y todos aquellos, aún quienes no estén integrados a colectivo alguno, que decidan llevar a Javier Duarte a tribunales internacionales por desaparición forzada.

Sería una cruzada ejemplar de no haber la sospecha de que Ricardo Morales, en sus días de fiscal en el sur, en Coatzacoalcos, sirvió a los zetas, omitió acciones contra los zetas, vivió a expensas de los zetas, cumplió las órdenes del H, el jefe zeta.

Y el Colectivo por la Paz lo pasó por alto.

Día funesto en su curriculum vitae, aquel viernes 23 de junio. Un comando penetra un domicilio de la colonia Benito Juárez Norte, en Coatzacoalcos, embosca a Bernardo Cruz Mota, le llueven disparos, dando en su humanidad sólo tres. Uno, que alcanzó el brazo, penetró por el costado, dañando órganos vitales, y lo ultimó.

Altanero, un emisario del H, obvio con sus matones a sus espaldas, exigió no realizar la autopsia al cuerpo del “Berna” y que les fuera entregado.

“Si tocas este cuerpo, te mueres”, recetó el matarife al personal del Servicio Médico Forense. Apenas balbuceaban quienes lo escuchaban, envueltos en el miedo que provocaba oír la arenga amenazante.

“Si lo tocas, te mueres. Habrá consecuencias. Es el segundo de abordo del H”, precisó para dejar constancia que era orden del jefe zeta.

Una llamada telefónica al todavía fiscal Ricardo Morales y lo que se escuchó confirmó su nivel de sumisión, complicidad, enredo.

“Entrega el cuerpo”, expresó Morales Carrasco. Y así se hizo, dispensando la autopsia de ley.

Horas después, cuando la carroza con los restos del “Berna” llegaban cementerio Colinas de la Paz, se presentó personal del Semefo, acompañado de una patrulla de la Marina. Por orden de Xalapa, que estalló cuando supo que la autopsia había sido dispensada, se actuó sobre el cuerpo. Y los restos fueron llevados a la morgue y posteriormente enviados con sus familiares para proceder a la inhumación.

Simultáneamente, el H ordenaba la masacre de cuatro niños, su madre y padre, el taxista y ex marino, Clemente Martínez, en la colonia Nueva Calzadas, en Coatzacoalcos. Ahí selló su suerte el jefe zeta, detenido el 29 de junio en Cárdenas, Tabasco, mientras esperaba a su familia para huir.

Omiso, complaciente, Ricardo Morales fue una nulidad en la Fiscalía Regional de Coatzacoalcos. En cuatro meses, desde que asumiera el cargo, no atrapó a un sólo homicida, y al único que tuvo cerca le dispensó la autopsia.

Vivía al amparo de un círculo social vinculado con el H, viviendo sin queja, comiendo a placer. Literalmente bajo la protección del jefe zeta

Su discurso, como hoy, se nutría de la legalidad, la justicia, llevando al criminal ante la ley.

Su discurso, hoy, es el de un colectivo, que él representa, dispuesto a llevar al ex gobernador de Veracruz, Arturo Bermúdez, el ex secretario de Seguridad Pública, y a quien resulte responsable, ante el Tribunal Internacional de La Haya.

Fue cesado el 3 de julio. Cayó por sus enredos con el Comandante H, dispensando la autopsia del “Berna”, el lugarteniente del jefe zeta que ordenó la masacre de los cuatro niños en la Nueva Calzadas.

Cayo el H y reventó a mandos policíacos y ejecutivos en el aparato judicial, jueces y secretarios, que por ambición o temor evitan inquietar al hombre que en once años construyó un imperio violento y sumió a la sociedad en el terror.

Uno de ellos, Ricardo Morales Carrasco, fiscal regional en el sur de Veracruz, entró en esa dinámica. Su jefe no fue el fiscal genera Jorge Winckler ni el gobernador Yunes. Fue Hernán Martínez Zavaleta, El H.

Hoy es otro. 20 días después el omiso fiscal que servía al grupo delincuencial, la novia participando en eventos públicos, colocada en área de funcionarios, como si fuera autoridad, dice que hará pagar a Javier Duarte por crímenes lesa humanidad.

Con sobrada autoridad moral.

Archivo muerto

Xóchitl se merece un corrido, o varios. Uno a sus curvas y sus amoríos, los pechos al aire frente al espejo, en la selfie con la que se pretendió inmortalizar. Otro a los besos con el amante priista, esposo de Amanda Gasperín, la alcaldesa de Rodríguez Clara a quien le gritaba de todo y acusaba del crimen-ejecución de su marido, el iluso Gregorio Barradas Miravete, que pensó que era mozuela, levantado en Veracruz y tirado sin vida en Tuxtepec, Oaxaca, nomás pa’ que no dijeran que los hechos de sangre son de acá. Un corrido más a Xóchitl Dominga Tress Jiménez por su brinco del PAN al PRI, del yunismo azul al rojo duartista, efímera directora de Espacios Educativos en el gobierno de Javier Duarte sólo para causar lástima pues en el imaginario colectivo siguió —y sigue— permeando su imagen con la pechuga al aire, la lencería, la pose sensual, nada que ver con la educación. 

Y el corrido final, premio a su condición de amante oficial del ex gobernador, un depa en Polanco y una camioneta Range Rover de casi un millón de pesos que afirma la PGR se pagó con recursos públicos. Fuera del episodio del depa y el auto, de la amante y el sucio, lo demás es historia vieja, atizada desde que sus fotos inundaron las redes sociales hace ya cinco años. Ardua tarea para sus amigos, Los Tigres del Norte, juntos todos en fotos y comentarios en feis, si les tocara musicalizar la vida de su amiga. Otra foto ya viraliza las redes: a caballo Xóchitl Tress y Fernando Yunes Márquez, futuro alcalde de Veracruz y orgullo del gobernador Miguel Ángel Yunes Linares. 

Seguro que Fer otra vez dirá que no tenía idea de que Xóchitl iba a andar por esos rumbos. Así fue con El H, el jefe zeta regional llamado Hernán Martínez Zavaleta, y casi comen en el mismo plato, con Erasmo Vázquez González de testigo, como si en vez de cacique fuera capo o padrino … Bermúdez, el falso general, sí pactó. Frente a uno de los yunistas más pesados, diálogo entre dos, en corto, contó los entresijos del saqueo, el efectivo que salía en cajas y costales, volando en aeronaves oficiales, el pacto con el crimen organizado, usando policía malosa y hasta la Fuerza Civil para que el clima de violencia sin control fuera el escenario ideal para la operación de zetas y golfos. Frente a su interlocutor, Arturo Bermúdez soltó cuanto el emisario del yunismo azul quería saber, y confirmar lo que ya se había consignado en archivos y fichas criminales. 

Enviado de lujo, aquel personaje ha caminado con el gobernador Miguel Ángel Yunes en las buenas y en las malas, en el DF y en Veracruz. Ese día, mucho antes que concluyera el sexenio duartista, Capitán Tormenta mostró por dónde pescar a Javier Duarte. Todo a cambio de un pacto… Sigue el robo. Sigue el negocio. Cambia de nombre pero no cesa la corrupción. Antes sólo era Lilia Vázquez, zarina de las grúas en el sur, del arrastre y el corralón. 

Ahora es Géminis, un filón de oro con tufo a yunismo azul. Inicia con cuatro grúas y la venia de Xalapa para acaparar un mercado, el del arrastre de vehículos que violentan el reglamento de Tránsito, que colisionan y se destartalan, que deja millones como si el que gobernara fuera Javier Duarte y no Miguel Ángel Yunes. 

Géminis, la empresa gruyera, tiene un vínculo y de ahí emana la concesión y la patente para reventar conductores: Ramón Ortiz Cisneros, el empresario que sirvió al PRI y a Duarte, se pasó al PRD y de ahí brincó al PAN, sin resultados electorales como ofrecía, pero célebre porque él, como muchos más, priistas y panistas, del jet-set y de los que no caben ahí, es de los que pasaron a la historia por las fotografías con el H, alias Hernán Martínez Zavaleta, el jefe zeta del sur, hoy arraigado en la SEIDO porque sólo a él se le podía ocurrir ordenar el crimen de cuatro niños con balazo en la cabeza, una ejecución infantil. 

Bien por el gobierno de Miguel Ángel Yunes. Se premia a los amigos de Duarte y a los cuates del H… Qué fresco es Marco Antonio del Toro. Dice ahora que el denuncia contra Javier Duarte está “flaquita” y que la resta de datos de prueba “son humo”. Aja. 

Quizá por ello, porque está así de “flaquita” la denuncia por mil 600 millones, con el testimonio de cómplices y prestanombres, la ruta de los dineros robados a las arcas públicas de Veracruz es que a su cliente, Javier Duarte, el juzgado federal le determinó vinculación a proceso y mínimo seis meses de prisión preventiva. Qué bien que la denuncia es así de “flaquita”. 

Si fuera obesa, al ex gobernador de Veracruz seguro le clavan cadena perpetua. Abogadazo, el de la firma Del Toro Carazo que vino a empinar a Javier Duarte… Tantas pifias, tantos acuerdos en las sombras, PRI y PAN fundidos en uno, duartistas cobijados por el yunismo azul, que Morena va que vuela para gobernar Veracruz a partir del 1 de diciembre de 2018… ¿Quién es ese empresario con vocación de lavandera; que lo oscuro lo pone blanco, lo turbio, claro; que desguasa cualquier metal, por más fuerte que sea? ¿Quién?…


mussioc2@gmail.com

mussiocardenas_arellano@hotmail.com

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