Tras las rejas se piensa mejor. Allá, en la SEIDO, el Comandante H, cumpliendo su arraigo, imputado de crímenes de sangre, de trasiego y secuestro, sólo sabe que sus amigos gozan de impunidad. Así le ocurre al narco cuando se enamora del jet-set.
Ávido de reflectores, Hernán Martínez Zavaleta, líder zeta, quiso moverse en el círculo social de Coatzacoalcos, ganando aplausos, aceptación, comiendo y bebiendo en las mesas de las mejores familias y los más nutridas cuentas bancarias.
Sobreexpuesto a las miradas, el comentario mordaz, dejose ver con los Chagra y los Ortiz, con los Rodríguez y los Moreno, los dineros de unos y otros, la fama del que apunta a ser diputado o del que quiere ser alcalde, el nombre de una casta social que lo colocó en el aparador de los visores del aparato judicial.
Cayó el 29 de junio, en Cárdenas, Tabasco, en una faena inusual para un capo de su nivel: huyendo.
Iba con dos matarifes fieles: Juan Adiel N, alias “El Tegogol”, y Víctor Manuel N. Aguardó una horas a que lo alcanzaran familiares cuando le cayeron fuerzas federales.
Ipso facto, fue llevado a la Ciudad de México, remitido a la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada, arraigado e imputado de delitos federales y del orden común, el más espantoso, la masacre de cuatro menores, hijos del taxista Clemente Martínez y su esposa Martidiana N, acribillados a balazos por la mano de sus sicarios.
Ni el trasiego de droga, ni el robo de combustible, ni el secuestro, ni la extorsión fueron tan impactantes como el crimen de los niños, cuatro hermanos, cuatro pequeños de 3, 4, 5 y 6 años.
Un audio en poder del gobierno, identificada su voz, muestra el rostro nada social del Comandante H. Su orden es, según fuentes del gobierno de Veracruz, tajante: matar a los niños.
A la familia se le respeta, citan los clásicos en el crimen y la delincuencia.
A la familia se le respeta, dicen los asesores del jet-set.
Y el H violó ese precepto.
Expuesto de más, quiso Hernán Martínez ser empresario, impulsor del deporte, el del gimnasio de lujo, el Golden Bull, rentado a los hermanos Chagra, Roberto y José Antonio, fidelistas puros, en el edificio construido en los días de esplendor, alojando ahí la Oficina de Hacienda del Estado hasta que la ex primera dama de Veracruz, Rosa Borunda de Herrera, tácitamente les tumbó el negocio.
Ahí se le vio al H rodeado de políticos y empresarios, la crema y nata de la sociedad conviviendo con la crema y nata del bajo mundo.
Otra vez anduvo en el antro Once Once, en . Y con él los Chagra y los Rodríguez, dueños del lugar, concitando al capital y al poder, empresarios y regidores, priistas y panistas, queriendo alternar con el líder de la célula zeta.
Sabían todos —el rancio jet-set— quién era y de qué adolecía. Imaginaron que estando en sus afectos ningún otro grupo delincuencial los podría tocar.
Alguien veía y escuchaba. Su nombre, Genoveva Chagra Sánchez, administradora de los negocios de su primo Roberto, priista y ahora en el equipo fidelista que controla el Partido Verde Ecologista de México en Coatzacoalcos.
De ellos, de los empresarios de Coatzacoalcos, dice el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, que servían “para hacer lícitos los negocios ilícitos” del H.
Dice ahora Beba Chagra: “el miedo no anda en burro”. Sus miedos apenas comienzan y no lo sabe.
De aquella inauguración del Golden Bull, refiere el portal Blog Expediente:
“Una más en el evento fue Beba Chagra, prima de Roberto Chagra, secretaria de Mujeres del Partido Verde Ecologista de México en Coatzacoalcos, y cuyas redes sociales están llenas de fotos con el comandante H”.
Luego agrega:
“En una de ellas se aprecia a Roberto Chagra, Beba Chagra, el Comandante H y hasta Jesús Moreno Delgado, quien fue candidato del PAN-PRD en la pasada elección al gobierno de Coatzacoalcos, y quedó en tercer lugar. Moreno llegó al PAN después de que en el PRI no le dieron la candidatura. En distintos eventos se jactaba de que la candidatura se la había dado el mismo Miguel Ángel Yunes Linares.
“Otro negocio que cerró antes del actual escándalo, fue el bar 11-11, en el malecón de Coatzacoalcos, que abrió Roberto Chagra en sociedad con otros empresarios locales, y que resultaron amenazados en un narcomensaje que dejaron junto al cuerpo del empresario Luis El Gallo Lazcano, cuya ejecución se atribuyó el Cártel de Jalisco Nueva Generación, hechos ocurridos en agosto del 2016.
“Los Chagra ascendieron a la política meteóricamente de la mano de Fidel Herrera Beltrán, quien como gobernador los impulsó y enriqueció”.
Fuera de los Chagra, nadie como su prima Beba en el trato cálido y afable con Hernán Martínez Zavaleta.
Y cuando fue aprehendido, arraigado por la SEIDO, asegurados los pisos del edificio de Roberto Chagra que le rentaba al H y que ocupaba el gimnasio Golden Bull, y el restaurant Port House, Beba Chagra experimentó lo que el miedo, golpeada en su salud.
Agrega Blog Expediente:
“Hombre de buenos gustos, siempre vestido a la moda, y sin presunciones ni excesos, al comandante H le fascina el mundo del jet set porteño, de ello quedó constancia en la prensa local el pasado 10 de marzo con la inauguración de uno de sus negocios, el Gimnasio ‘Golden Bull-Fitness & Gym’, cuyo listón fue cortado por la boxeadora profesional ‘Mariana La Barbie’, evento al que se dieron cita personajes de la política de Coatzacoalcos, como los Chagra.
“El edificio en donde se abrió el negocio, de hecho, es propiedad de la familia Chagra, quien más da la cara y sale en fotos con el Comandante H es Beto Chagra, ex síndico del ayuntamiento de Coatzacoalcos, ex candidato del Partido Verde a la alcaldía porteña y principal promotor de Javier Herrera Borunda para cargos de elección popular en Veracruz.
“Roberto Chagra también es hermano del regidor José Antonio Chagra, del ayuntamiento de Coatzacoalcos, quien ha mostrado más bajo perfil que la vida de escándalos de su hermano.
“El edificio ya fue clausurado por la PGR, el pasado viernes, dentro de las investigaciones por el escándalo del comandante H, además otro de sus negocios, el restaurante The Port House”, del malecón porteño, uno de los lugares más exclusivos y más lujosos de la zona”.
Quiso ser el Comandante H parte del mejor círculo social, expuesto en exceso en los medios de comunicación, a la vista de la Policía, el Ejército, la Marina, la PGR, y terminó arraigado.
Sus amigos, en cambio, gozan de impunidad.
Así le ocurre al narco cuando pretende enamorar al jet-set.
Archivo muerto
Por protocolo, ya hay denuncia por la amenaza zeta. Se halla en la Fiscalía Regional, interpuesta por este reportero, el lunes 4. Consta en ella el mensaje del supuesto “Comando del H” donde advierte que seré ejecutado y cortado en pedazos. Se relaciona en la denuncia la cobertura periodística a los hechos de sangre imputados a Hernán Martínez Zavaleta, alias Comandante H o El H, desde la ejecución de Bernardo Cruz Mota, su lugarteniente, la venganza que provocó la masacre de cuatro niños y sus padres en la colonia Nueva Calzadas, la aprehensión del H en Cárdenas, Tabasco, sus vínculos con el círculo social y político, los Chagra, los Ortiz, los Rodríguez, los Moreno y muchos más. Cito la dispensa de la necropsia, ordenada por el ex fiscal Ricardo Morales Carrasco, el estado de impunidad. Y en consecuencia la amenaza que corre por la red social WhatsApp. Cuento con seguridad policíaca, el mecanismo de protección, la intervención de la CEAPP, la diputada Maryjose Gamboa al tanto de todo y atendiendo todo, el gobierno de Veracruz ofreciendo garantías, el gobierno federal coadyuvando, los medios difundiendo. Hay tranquilidad…
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Muy derecha, muy derecha, pero a Rocío Nahle la ronda una bronca legal. Se integra una carpeta de investigación, configurándose algo que los abogados llaman “fraude procesal”. Y no se descarta tráfico de influencias. Reventará el tema cuando la hoy coordinadora de Morena en la Cámara de Diputados —donde gana todas las discusiones y pierde todas las votaciones—, deje el cargo, ya no tenga el fuero y busque contender por la senaduría por Veracruz. Sin impunidad, como pregona su Dios Peje, que se aplique la ley pareja y sin distingos… Un agradecimiento a todos aquellos que han expresado a este reportero su solidaridad ante la amenaza zeta —o de otros actores afectados en sus intereses— difundida en la red social WattsApp, la noche del domingo 3. Inmerecido tanto aprecio. Conmueve saber que son más, mucho más, los buenos que los malos. Un abrazo…
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