Hurgan en la tierra y claman justicia, alzando la voz, denunciando el engaño, queriendo saber qué lleva a un fiscal, el del yunismo, a ser peor que el fiscal de Javier Duarte.
Son los colectivos que no cesan en su misión de búsqueda, exigiendo a la tierra que les devuelva a sus muertos y así encuentren la paz.
Son las madres que recriminan la indolencia de Jorge Winckler, la simulación, cerrando puertas y dando la espalda al dolor de quien sólo llevar a los suyos a su última morada, pero con dignidad.
“Nosotras no somos felices —cuenta una de las madres del Colectivo Herrera, de Poza Rica—. Vivimos, pero muertas en vida”.
Otra más, Yolanda Espíritu Mota, del Colectivo Buscando a Nuestros Desaparecidos y Desaparecidas Veracruz, exigir no mentir más.
"Ya basta de que nos estén engañando. Ya basta de que tenemos demasiados años, cinco, seis, tres, cuatro o más años y no hay justicia y no aparecen nuestros desaparecidos”.
Sara González Herrera, del colectivo por la Paz, en Xalapa, habla de la falta de resultados, que es una de las facetas de la injusticia.
“A la fecha no tenemos resultados, estamos peor con este Gobierno que con todos los sexenios anteriores”.
Una más, Maricel Torres, del Colectivo María Herrera, se duele:
"La maldad ya no tiene límites, ahora son muertes, muertes muy feas... Muchachitas desaparecidas, muchachitas muertas... ¿A dónde vamos a llegar?”.
Y así su vida. Así su dolor.
Así también su desesperanza, agravada, mancillada por la indiferencia del fiscal de Veracruz, que en cosa semanas y meses mostró ser peor que su antecesor, Luis Ángel Bravo Contreras, alias Fisculín.
Un día llegó el padre Alejandro Solalinde Guerra y prendió la mecha. Y el cañón tronó.
Denunció el engaño, el dejar hacer-dejar pasar, el fiscal yunista siendo una mala imitación del fiscal del duartismo, superando sus taras, su falta de resultados.
Convocados a hablar, los familiares no ignoraron a sus desaparecidos. Y del lamento surgió la denuncia.
"Winkcler haz a un lado tu indolencia y atiéndenos”, le reclaman al fiscal frente a palacio de gobierno, sobre Plaza Lerdo, en la capital veracruzana.
Y en todo Veracruz reflejan su dolor, cuentan sus penas, traslucen su angustia, expresan su ira y la exigencia de ser atendidas, respaldadas en la búsqueda de sus familiares.
"Porque no están haciendo absolutamente nada en cuanto a la búsqueda de ellos", dice Sara González Rodríguez, integrante del Colectivo por la Paz.
"Este Gobierno no está ayudando en absolutamente nada. Este Gobierno lo único que viene a hacer es seguir buscando comer del pueblo, porque en realidad no hay una seguridad de que nos esté ayudando o de que ya no haya desaparecidos.
"Siempre están ocupados en la cacería de brujas, no les importan a ellos nuestros desaparecidos, nunca tienen tiempo para recibirnos".
Van diez meses de gobierno y no se sabe de protocolos de búsqueda. Y si los hay no funcionan. Citan cifras: en Xalapa se han registrado 60 desapariciones desde 2005.
Les indigna que Winckler sólo se reúna con los colectivos cuando llega a Veracruz el subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Roberto Campa Cifrián.
“A él no le gusta dar la cara. Está más preocupado por verse bien y estar a dieta”.
Maricel Torres acusa:
“La maldad ya no tiene límites, ahora son muertes, muertes muy feas... Muchachitas desaparecidas, muchachitas muertas... ¿A dónde vamos a llegar?.
"Ya no quiero justicia, ya no quiero culpables, sólo lo quiero a él (mi hijo) nada más”.
Luego punta:
"Porque ya no nos queda otra. Ya no sabemos qué momento nos puede tocar. Lo único que quiero es encontrar a mi hijo, porque esto duele mucho y estamos muertos en vida, no somos felices. No hay Navidades, no hay Año Nuevo, no se festeja nada en casa de ustedes”.
Belém Moreno Reyes dice:
"No desapareció, fue secuestro el de mi hija, robada, raptada, plagiada... Esto ha sido una lucha, un martirio... un infierno. No doy por perdida a mi hija, me pidieron rescate y se les dio, se entregó una cantidad, no la que ellos pidieron porque ni en sueños lo tenemos. Pero realmente la intención de esas personas no es dinero, se están robando a nuestros hijos y cada día están desapareciendo más y lo estamos viendo. Es una realidad, ya no son personas, son máquinas destructoras. Pido a la gente que cuide a sus hijos, solo Dios sabe a donde se los llevan. No doy por perdida a mi hija, tengo la esperanza de volver a verla”.
Oscar Espino, asesor jurídico del Colectivo Herrera, de Poza Rica, apunta que con la fiscalía duartista mantuvieron constante comunicación. Ahora no.
"El Fiscal Jorge Winckler no ha venido a la región. Nosotros nos hemos acercado a las reuniones que tienen los colectivos en la ciudad de Xalapa, donde viene el Subsecretario de Gobernación en Derechos Humanos, Roberto Campa, y personal de PGR. Ahí, lo que hemos visto que se han estancado las relaciones de la Fiscalía, sobre todo por ineficiencia e incumplimiento de la Fiscalía en los casos y poder dar justicia a las familias”.
El Colectivo Herrera cuenta 4 mil personas desaparecidas desde el centro hasta la zona norte de Veracruz, a partir del 2010.
En enero del 2017 —dice Oscar Espino— se iniciaron las tomas de muestras, con el apoyo de la Policía Científica y en las dos sesiones realizadas se recolectaron 200 tomas, pero “por el momento no hay una sola identificación lograda porque los resultados no han sido entregados a los familiares de desaparecidos. Se cree que para finales de año se tenga la base completa de datos”.
Winckler vive en otro mundo. Primero sus calcetines de colores. Luego sus selfies. Más adelante sus cinco kilos de peso extra que se viraliza y se vuelve nota nacional. Y siempre, siempre, aquella escena en que de rodillas toma video a su jefe, el gobernador Miguel Ángel Yunes.
Mientras, en las fosas clandestinas hurgan las madres y los hermanos buscando a los suyos, a los que un día simplemente dejaron de existir.
Hurgan con más voluntad que recursos, sin dinero, cargando con la indiferencia de una sociedad que ha de pensar que el fenómeno de la desaparición no lo alcanzará jamás.
Winckler, dicen los colectivos, todo lo ha empeorado.
Es insensible. A los que recibe los escucha. Pero no hay respuesta.
Sólo exigen que la tierra les devuelva a sus muertos.
Archivo muerto
A Yunes hay que leerlo entre líneas. Acribilla a Rafael Abreu para matar políticamente a Rocío Nahle. Y en Morena no lo descifran. Acusado de “sinvergüenza” por las ayudas a damnificados, vía la asociación civil “Yúnete”, operada por el ex director de la Comisión Municipal de Agua y Saneamiento —o CAEV— Coatzacoalcos, el gobernador de Veracruz aprieta a Abreu, pero con ánimo de destrozar a Rocío Nahle, diputada por Coatzacoalcos, coordinadora de Morena en San Lázaro, la pieza de Andrés Manuel López Obrador para el Senado. Va el peón de Yunes a las fauces de Morena y viene la reina de AMLO a la trituradora de Miguel Ángel Yunes Linares. Abreu y Nahle están en manos de la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales de Veracruz y advierte el fiscal fallido, Jorge Winckler Ortiz, que si la Fepade los quiere no hay fijón, que atraiga ambos casos y cada quien que pague sus culpas. “Tanto la Fiscalía como la Fepade abrieron dos carpetas de investigación por estos hechos y que dado el ámbito de competencia, esto podría ser atraído por la instancia federal”, refiere el fiscal. Entregaba ayuda Rocío Nahle en una colonia de Coatzacoalcos y súbitamente dice que “la gente que nos está apoyando… casi todos son compañeros de Morena los que nos apoyan” (Minuto 0:49 del video subido por el ex candidato a diputado local por Nueva Alianza, Juan Aldana). Y con ella se hallaba la regidora electa Eusebia Cortés, ataviada con su playera con el emblema de Morena. A Abreu le ventilan otro video, donde señala que “por instrucciones” del gobernador Yunes debía avocarse a respaldar a los afectados por el sismo del jueves 7. No dice ahí que lo hiciera mediante “Yúnete”, pero los detractores del gober lo embrollan como el artífice de la ayuda con fines de lucro político. Así es Yunes Linares. Sacrifica un peón y le come la reina al Peje López Obrador… Un lemarroyista, José Antonio Wilburn González, será el relevo de Rafael Abreu Ponce en la Comisión Municipal de Agua y Saneamiento de Coatzacoalcos. Confirma la versión Wilburn y el Consejo Coordinador empresarial local que aún encabeza. Acudió a Xalapa este martes 12 y será el lunes 18 cuando tome posesión del cargo. Si no hay purga en CMAS, si no retira al equipo de Abreu, nadie creerá que el gobernador Yunes Linares estuvo detrás de la entrega de apoyos a damnificados, vía la AC “Yúnete”. Y habrá de pagar el costo político… Tercia Manuel Huerta, líder estatal de Morena, y exculpa a Rocío Nahle del delito electoral por repartir ayuda a damnificados. Dice: “No hablamos de despensas, eh. Ella entregó blocks y no es una entrega coaccionada, ella con recursos propios pagó esos blocks, no hay delito que perseguir. Verán que no va a pasar nada porque no hemos cometido ningún delito. MORENA no anda repartiendo blocks, fue una Diputada federal con sus recursos propios”. Lo mismo alega Rafael Abreu, ex titular de la Comisión Municipal de Agua y Saneamiento de Coatzacoalcos, acusado de entregar apoyos a damnificados: fue con su dinero, no usó recursos públicos ni el emblema del gobierno de Veracruz, o de CMAS, o de CAEV, ni el nombre de Yunes, así tenga similitud con “Yúnete”, su asociación civil. Si con esos argumentos se exculpa a Rocío Nahle, Abreu estaría limpio… Luego, luego, el agandalle. Llega Tania Cruz a Morena y ya va por la Coordinación de Organización que la ponga en la antesala de una diputación. Procede de Movimiento Ciudadano, negocio familiar de la regidora Nora Cortázar Luna, inventada como candidata a diputada federal, en 2015. Y hasta ahí llegó. Hoy, milita en el Movimiento de Regeneración Nacional y a las primeras de cambio se suelta el pelo, revela sus intenciones, o mejor dicho sus ambiciones, y el desprecio a los fundadores del pejepartido, a los que así, sin más ni más, pretende rebasar. Sin discurso, de léxico corto y frases comunes, Tania Cruz ha de olvidar que en 2015 contendió contra Morena, le disputó votos a Morena, servía a un partido que le disputa el poder a Morena. Y dice, sin reparar en su ilusión, que mínimo quiere ser coordinadora de Organización. Y que luego venga la diputación. Y los morenistas que esperen… Cercano a Renato Tronco, operador de pilladas y tretas, Octavio Orozco Salmerón ya casi es libre. Dos veces ingresó a prisión, acusado de ser partícipe en el crimen del regidor panista Alfredo Perez Juárez, rival del entonces alcalde de Las Choapas, Renato Tronco Gómez, en 2006, cuando arrancaba el delirio de poder del fallido cacique. Ingresó en 2006 y meses después, vía un amparo, alcanzó su libertad. Se le reaprehendió en noviembre de 2016 y finalmente será impune. El juez décimo federal le otorgó un amparo liso y llano, número 1332/2015, sobre la base de que nadie puede ser juzgado dos veces por el mismo delito. Del caso, el periódico Presencia detalla: “Orozco Salmerón fue hombre muy cercano a Renato Tronco durante su primera administración municipal (2005-2007), y presuntamente, fue a quien el ex diputado ‘comisionó’ para conseguir el sicario y el arma para dar muerte al regidor Alfredo Pérez Juárez, en junio de 2006”. Uno más a los que justicia deja ir. ¿Y la justicia para el regidor cuándo?…
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