Hay duelo en el jet-set. Su ícono, el Comandante H, ya es reo de nuevo, vinculado a proceso por delincuencia organizada y secuestro, confinado a una prisión federal que le es afín, Villa Aldama, donde los fríos calan y los recuerdos menguan y matan.
Hay duelo en el jet-set. Su ícono, el Comandante H, ya es reo de nuevo, vinculado a proceso por delincuencia organizada y secuestro, confinado a una prisión federal que le es afín, Villa Aldama, donde los fríos calan y los recuerdos menguan y matan.
Hay duelo en el jet-set. Su ícono, el Comandante H, ya es reo de nuevo, vinculado a proceso por delincuencia organizada y secuestro, confinado a una prisión federal que le es afín, Villa Aldama, donde los fríos calan y los recuerdos menguan y matan.
Hay pesar entre sus fans, el empresariado y el círculo político, los de los tratos en las sombras y el lavado a la luz pública, que como Hernán Martínez Zavaleta, el H —otro alias del jefe zeta en el sur de Veracruz— saben bien que viene algo peor: verlo enjuiciado por la masacre de cuatro niños y sus padres en Coatzacoalcos.
Su vinculación a proceso trascendió la tarde del viernes 22, cuando fuentes cercanas a la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada confirmaron el fin del arraigo, luego de 80 días en manos de la SEIDO, desde su aprehensión el 29 de junio, en Cárdenas, Tabasco, cuando huía.
Y en cosa de horas, desde Villa Aldama donde ya vivió un encierro, donde hay amigos y enemigos por igual, los que protegen y los que quieren cobrar afrentas, le serán ejecutadas las órdenes de aprehensión por el homicidio de los niños.
Le acompañan en su encierro otros zetas de su banda: Ángel Alberto Ramírez, alias “La Hormiga”; Vidal Hernández Jerez, alias “El Satán”; Juan Adiel García Lezama, alias “El Primo” o “El Brother”, y la señora Guadalupe Hernández Herviz, pareja sentimental de José Adiel.
Una fuente oficial categoriza a Martínez Zavaleta con otros alias: “El Papa”, “El Padre”, “El Hombre” o “El Ingeniero”.
Tras el arraigo, pasó a manos de un juez de control. Y ahí se le vinculó a proceso, acusado de delincuencia organizada y secuestro, aunque en su ficha técnica haya imputaciones de robo de gasolina y tráfico de drogas, extorsión y uso de dinero de procedencia ilícita.
Su Waterloo le viene de dos hechos de sangre: la ejecución de su lugarteniente, Bernardo Cruz Mota, y la venganza que lo llevó a ordenar la masacre de los niños. Ahí se decidió su suerte.
Le imputan la autoría intelectual de una familia en la colonia Nueva Calzadas, en Coatzacoalcos, Clemente “N”, taxista de oficio, y su esposa Marthidiana “N”, así como sus cuatro hijos de 3, 4, 5 y 7 años de edad.
Presa de la ira, según la versión oficial, habría cobrado así la muerte del “Berna”, su hombre de confianza, su hijo adoptivo, ocurrida el viernes 23 de junio, cuando un comando armado ingresó a su hogar en la colonia Benito Juárez Norte, y lo ultimó.
Demoledor para el H, el golpe lo hizo jurar que cobraría venganza. Y la cobró.
Al estilo de los capos, usaba el velorio de su amigo para descargar el puño y calar al rebaño. Quien asistiera era su amigo, quien no, no. Y quien no acudiera a las exequias pasaría a ser su enemigo. Se vio pues desfilar a empresarios, políticos y hasta integrantes de otras bandas criminales.
Un día después, el 24 de junio, el H recreó una escena del padrino. Velaba a su amigo mientras a varios kilómetros, en la colonia Nueva Calzadas, un comando armado irrumpía en la vivienda de Clemente “N” y lo ejecutaba junto con su familia.
Hay un audio que lo incrimina. Es un audio de circulación restringida. Ahí, su voz, la voz del H, lanzando la sentencia final contra el taxista y su familia. Primero los niños, luego los padres. Así de frío. Así de brutal.
Cobraba venganza pero la ley le daría un revés. Cuando aún no era sepultado Bernardo Cruz Mota, llegó el Servicio Médico Forense y reclamó el cuerpo. Debía practicarle la necropsia, dispensada ilegalmente por el entonces fiscal regional en Coatzacoalcos, Ricardo Morales Carrasco.
Se llevaron el féretro y una vez practicada la necropsia, fue devuelto a sus familiares.
Sabíase del trato gentil del fiscal Morales Carrasco a los operadores del H, y a cambio los privilegios y sobre todo, el beneplácito del Comandante H al fiscal.
Por eso la destitución del cargo, supuestamente investigado por la Fiscalía General, según dio a conocer el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares.
Morales Carrasco reapareció como asesor del Colectivo por la Paz en la denuncia que interpondrá ante la Corte Internacional de la Haya contra Javier Duarte y su ex secretario de Seguridad Pública de Veracruz, Arturo Bermúdez Zurita.
Huía hacia Campeche, el 29 de junio, cuando fuerzas federales lo aprehendieron. “No saben con quien se meten”, les gritó. Y sí sabían.
Era el causante del caos de seguridad en el sur de Veracruz. Era un personaje especial. Y fueron por él.
Lo categoriza una ficha técnica de la Secretaría de Seguridad Pública de Tabasco: es huachicolero —robo de gasolina y otros combustibles—, jefe de una banda de secuestradores, homicidas, traficantes de droga, dedicado a la extorsión y cabeza de una red de halcones que informan todo tipo de actividades de las fuerzas del orden estatal y federal.
Villa Aldama no le es ajena. Ahí estuvo el en 2012, y luego se le trasladó al Reclusorio Norte, en la Ciudad de México. Un año después quedó libre. Presuntamente aportó información que le permitió al gobierno ir por varios capos zetas.
No tardó en recuperar su plaza. Entonces comenzó a escalar la pirámide social. Se codeó con el jet-set, con los Chagra, con el círculo político.
“Si estamos bien con el H, ni quien se meta con nosotros”, solían presumir.
¿Y qué pensarían de ellos las bandas rivales?
Un edificio, de Roberto Chagra Nacif, cabeza del fidelismo en Coatzacoalcos, sirvió para albergar en dos pisos al Golden Bull, su gym de lujo. La inauguración ocurrió el 11 de marzo de 2016. Y se difundió en planas de Diario del Istmo a todo color.
Tuvo madrina de lujo: Mariana Juárez, “La Barbie”, campeona mundial de box y sex symbol en revistas para caballeros.
Con Roberto Chagra hubo química. Se reunían en el restaurant Port House, de su propiedad, cuyos socios son los empresarios Alejandro Matiano Molinar y José España Quintero, inaugurado el 9 de septiembre de 2015. Con ellos, siempre, Genoveva Chagra, “La Muñeca” como le llamaba el H, prima de Roberto.
Ligados a Chagra anda el Clan Prot, desde el regidor Noriel Prot Álvarez; su hija, la regidora electa, Keren Prot Vázquez; el primo del edil, Javier Prot Cabrera, agitador y pseudodefensor de tierras en Villa Allende, y mancuerna del presidente del subcomité del Partido Verde en aquella congregación de Coatzacoalcos, Irán Celis Luis, hoy en prisión acusado de ser integrante de una banda de secuestradores.
Por Port House pasó el H y el jet set. Su padrino de inauguración fue el senador y el candidato priista perdedor al gobierno de Veracruz, Héctor Yunes Landa, vinculado por igual a Fidel Herrera que a Javier Duarte, “mi jefe político”.
Tanto el Golden Bull como el Port House fueron asegurados por la SEIDO una vez que se realizó la aprehensión del Comandante H, el 30 de junio.
No se advierte, hasta ahora, cuál sería la participación de jefe zeta en el restaurant de Roberto Chagra. Una fuente ligada a la investigación señala que habrían indicios de blanqueo de capitales.
A ellos hacía referencia el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares cuando advirtió que al empresario lo cubrían empresarios, quienes “hacían lícito las actividades ilícitas del H”.
Era un ícono del jet-set. Gustaban los poderosos, política y económicamente, de acudir a sus reuniones, alardear que si estaban bien con el jefe de plaza qué les podría pasar.
Fotografías en redes sociales muestran a Chagra, a los candidatos a diputado local y alcalde, por el PRI y por el PAN-PRD, ambos surgidos del marcelismo, Víctor Rodríguez Gallegos y Jesús Moreno Delgado; al líder transportista, Ramón Ortiz Cisneros;, al restaurantero, David Arreola Sam; al empresario automotriz, Alberto Rodríguez, y a regidores y funcionarios municipales, todos departiendo con el Comandante H.
Es su pléyade de lujo, el jet set que lo aclama, que departe con el jefe zeta, que lo encumbra, y que hoy le ve en la prisión de Villa Aldama, vinculado a proceso por delincuencia organizada y secuestro.
De los empresarios que socializaban con Hernán Martínez, los Chagra y socios, adelanta Yunes azul: la investigación la instruye la PGR “por el delito de lavado de dinero”. Y la Fiscalía de Veracruz indaga posible complicidad de mandos de la Secretaría de Seguridad Pública con el H.
Y falta la masacre de los niños.
Archivo muerto
Misericordia que se pregona es falsa misericordia. Así es la de los partidos políticos, sacudiéndose la presión social que los insta a entregar el financiamiento oficial a las tareas de reconstrucción tras los sismos. Estalló la repulsa con el caso “Yúnete” y le costó la cabeza a Rafael Abreu Ponce, ex director de CAEV, el sistema de agua de Coatzacoalcos, atizado por el PRI y Morena y su exposición en las redes sociales y los medios de comunicación. Simultáneamente, el caso Rocío Nahle, detonado cuando ss viralizó el video en que la coordinadora de Morena en la Cámara de Diputados lleva blocks de construcción a la colonia San Silverio, afectada por el sismo del 7 de septiembre, y se le ocurre mencionar que “los compañeros de Morena” ayudarían a descargar los apoyos. Eso es delito electoral y la Fepade va por la diputada por Coatzacoalcos. Ahora es el financiamiento de los partidos políticos, que si el Peje López Obrador ofrece el 20 por ciento de las prerrogativas, que si es ilegal, que si el INE lo ataja, que si el PRI dice que mejor el 25 por ciento, que si AMLO sube la oferta al 50 por ciento, que si los integrantes del Frente Ciudadano por México —PAN, PRD y Movimiento Ciudadano— renuncian al 100 por ciento del financiamiento oficial. Y a medida que se pregona, la misericordia es más falsa. De los 7 mil 629 millones de pesos para partidos políticos, asignados para el año 2018, sólo una parte iría a la reconstrucción derivada de los sismos. El PRI renuncia a 258 millones de pesos correspondientes al último trimestre de 2017, no a lo del 2018. Los otros partidos hablan de que el INE reintegre a la Tesorería de la Federación lo correspondiente a gastos de campaña en 2018. Y sobre ese tenor andan. Lo que no explican es que los ingresos de los partidos se componen de cinco rubros: gastos ordinarios (nómina y gastos administrativos), gastos específicos, franquicia postal, franquicia telegráfica y gasto de campaña. Y sólo pretenden que éste último sea afectado. O sea, lo que la sociedad reclama es que en momentos de emergencia los partidos sigan percibiendo dinero público. Y afectarles sólo el gasto de campaña es una simulación. Deleznable es, pues, la misericordia que se pregona. Y cuando hay trampa, peor…
Al doctor Fidel Herrera le aguarda el frío de Pacho Viejo, las rejas y el descrédito, el escarnio y la ira social. Pierde el doctor en derecho —otro doctor patito— un amparo, siéndole negada la suspensión provisional y verse obligado a comparecer ante la Fiscalía General del Estado por el episodio de las aguas destiladas que sirvieron para tratar a enfermos de cáncer en el sector salud de Veracruz, en sus días de gobernador, y en los de su sucesor, Javier Duarte. Aduce que lo suyo, en todo caso, es materia federal, que los recursos del sector salud provenían de la Federación, que el asunto no lo alcanzan porque de haber delito, ya prescribió. Y que él, Fidel, no litiga en los medios de comunicación. ¿Que no? Recuérdese la ráfaga de entrevistas que concedió cuando dejó el consulado de México en Barcelona y los avisos de que vendría a defender la honra de médicos y enfermeras, de investigadores y administrativos, y la suya propia, agraviados por su acérrimo rival, Miguel Ángel Yunes Linares. Hoy se muestra comedido, dispuesto a colaborar con la Fiscalía de Veracruz. Ajá. Se fue por la vía legal federal y el caso se le comienza a descomponer. Pero hay algo peor. A cada paso que da Fidel, ocurre una aprehensión, un amago, una embestida yunista contra el área de seguridad del duartismo, que es la vieja guardia de Fidel, que terminó siendo el Cártel de Duarte. Y eso es señal que apunta hacia el penal de Pacho Viejo, sus fríos y su soledad. Y Fidel lo sabe leer. Si ya hay un ex secretario de Seguridad, y otro de Finanzas, y una ex vocera, y un ex director de CAEV, y ahí anduvo un ex gobernador sustituto, se espera que pronto viva y pernocte con el viejo clan don Fidel Herrera Beltrán…
Aman con cargo al erario. O acaso fingen amor. Son las edecanes de CAEV Coatzacoalcos, damitas que cobran jugosos salarios, simulan trabajar, sirven de escort y se divierten hasta el amanecer. Aman con cargo al erario, incrustadas en la nómina, mientras se restringen salarios, se ofrece agua de pésima calidad, mientras las compras y asignación de contratos se realizan de manera discrecional, se arriendan autos y maquinaria, locales y edificios, sangrando la economía de la Comisión Municipal de Agua y Saneamiento de Coatzacoalcos —esa sigue siendo su razón social— y sin cumplir con una función social. Y a la par, las huestes de Tony Macías que desde el interior de CAEV mantienen pactos, empleados recomendados sin perfil ni capacidad, negocios que el yunismo, lejos de desmantelar, terminó respetando y fortaleciendo, así se erosione la economía del sistema de agua de Coatzacoalcos. Ellas, las edecanes, siguen fingiendo amor, pasión…
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